Comienzan a conocerse datos de actividad sectorial que hay que saber analizar adecuadamente para no llegar a conclusiones equivocadas. A partir del mes de marzo de este año, cualquier comparación interanual que se haga estará fuertemente condicionada por la base de comparación. Hacia mediados de marzo del año pasado, la actividad económica comenzaba a verse muy limitada como consecuencia de la implementación de las restricciones a la movilidad. Es por ello que, aún cuando la actividad de algunos sectores en marzo 2021 no esté en buenos niveles, al compararla con el marzo del 2020 se observan tasas de variación positivas que a un observador distraído podrían hacerle pensar que la actividad está en expansión. De la misma forma, pero en sentido inverso, aquellas actividades que por efecto de la cuarentena tuvieron una expansión inusual durante el año pasado es esperable que retornen a valores más normales sin que eso implique que la actividad se está contrayendo realmente. Es el caso de las ventas en los supermercados que, durante marzo del 2020 por el temor a desabastecimientos, tuvo un inusual pico.
Dos casos concretos del primer tipo son la actividad del sector hotelero y de los shoppings. En el mes de marzo, ambas mediciones llevadas a cabo por el INDEC muestran una variación positiva del 2,2% para las pernoctaciones hoteleras y del 60% en las ventas reales de los shoppings en todo el país. Sin embargo, comparando los niveles de actividad de los sectores con el último marzo “normal”, el del año 2019, se verifica que ambas actividades aún se encuentran deprimidas: las pernoctaciones hoteleras son 50% inferiores y las ventas en los shoppings permanecen 30% por debajo de aquel valor. ¿Qué valores entonces son los que hay que mirar? Ambos son verdaderos y aportan información, pero hay que tener en claro qué es lo que informa cada uno para no llegar a conclusiones equivocadas.
El caso de la facturación de los supermercados muestra el segundo tipo de fenómeno. Mientras que el dato concreto de marzo 2021 da cuanta de una caída en las ventas reales del 8,8% interanual, esto no significa que las ventas de los supermercadistas esté efectivamente en caída, sino que las ventas de marzo del año pasado habían sido inusualmente altas como consecuencia del comportamiento precautorio de los consumidores. Comparando marzo 2021 con marzo 2019 e incluso comparando las ventas de todo el primer trimestre con el primer trimestre del 2019 se observa que las ventas están estables, sin variaciones significativas en relación a los niveles de hace dos años.
La actividad de estos sectores seguirá viéndose afectada por las medidas de aislamiento que, a la luz de los datos sanitarios quedan pocas dudas de que se extenderán en el tiempo. En la última semana, junto con Uruguay y Paraguay la Argentina ha liderado el ranking mundial de muertes por millón de habitantes por COVID. En el acumulado, desde el inicio de la pandemia Argentina se ubica en el puesto número 18° en muertes por millón y en el puesto 55° en cantidad de habitantes vacunados de forma completa.
El conflicto entre el gobierno y los productores agropecuarios sigue escalando y la Mesa de Enlace decidió extender el paro de comercialización de ganado hasta el miércoles próximos. Esta extensión pone en riesgo serio la cadena de abastecimiento, lo que podría generar falta de carne en las góndolas y subas de precios importantes.
En el plano monetario, una nueva reglamentación del BCRA dispuso que parte de los encajes de los bancos comerciales puedan ser integrados con bonos del Tesoro. El objetivo de la disposición es doble: mejorar la rentabilidad de los bancos permitiéndoles posicionarse en activos con mayor rendimiento que las Leliqs del BCRA y facilitarle las colocaciones al Tesoro para el resto del año sin necesidad de tener que subir la tasa de interés. Sin embargo, directamente también implica un incremento en el riesgo del sistema financiero ante un eventual default de la deuda por parte del Tesoro.
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