Vivimos los argentinos inmersos en las internas políticas que solo encubren disputas por espacios políticos y cargos públicos donde se puede disponer de cajas para usufructuarlas con empresarios amigos y así poder compartir negocios.
Esta ciega y necia actitud solo nos precipitó al derrumbe económico y social, cuyo dato más elocuente y relevante se explicita en la pobreza que alcanza 10.643.749 de argentinos es decir el 36,5% de la población de los cuales 2.568.671 que representan a 660.494 hogares se encuentran por debajo de la Línea de Indigencia.
Lo más destacable de este drama es que 5,5 millones de menores de 14 años no cubren sus necesidades básicas que representa el 51,4 % de los mismos y de este total el 12,6% son indigentes, estos números aterradores confirman la carencia de un futuro normal, saludable y esperanzador para millones de niños que por nuestra desidia carecerán.
¿Que reflejan e imponen estas realidades? Que debemos reaccionar y poner las cosas en su lugar y castigar con el voto a los depredadores que provocaron esta catástrofe humanitaria.
Entre las muchas variables a encarar y corregir esta la educación en toda su diversidad a la que se desatendió irresponsablemente. En esta situación se encuentra el negocio bursátil que por motivos diversos en especial intereses corporativos que primaron y motivaron un constante proceso de desculturizacion bursátil, esto se evidencia en la incesante disminución de empresas cotizantes en la Bolsa y los escasos montos negociados.
Creemos que todos conocemos la importancia que los mercados de capitales significan para el desarrollo y crecimiento sostenido de las naciones, hoy nuestro alicaído mercado tiene la oportunidad, necesidad y obligación de encarar con realismo el desafío a crecer y convertirse en uno de los factores determinantes de la ineludible e inexcusable recuperación a encarar.
Es aquí donde una vez más bregamos por la necesidad de contar con Bolsa Regionales que pueden ser el medio más idóneo para la inversión, el trabajo, el ahorro y el ascenso social de comunidades regionales hoy aletargadas y sin futuro.
Tenemos miles de empresas en el interior con su capacidad de crecimiento limitada por la carencia de inversores ya que no cuentan con organizaciones que les acerquen los mismos y la imposibilidad de emitir ON (obligaciones Negociables) es decir títulos de deuda con condiciones de intereses, plazos y formas de pago más ventajosas que la Bancaria, igual situación se da para los Municipios y las Gobernaciones para la emisión de deuda, paralelamente los inversores también locales sus ahorros por la carencia de información donde invertir los hacen fuera de su provincia o desventajosamente.
Esta es justamente la función de las Bolsas las que permiten que empresas individuales o familiares logren captar capitales para su crecimiento mediante la oferta publica de acciones en mercados locales, dado a que la comunidad las conoce, valora por ende adquiere, esto significa concretamente el desarrollo de las Economías Regionales.
Esto lo comprendieron los ex regimenes comunistas del mundo como Rusia, países del este de Europa, Vietnam y en especial China que adhirieron y apoyaron la apertura de Bolsas de Valores, muy concientes que las mismas son la principal fuente de financiamiento de los países desarrollados, así lograron un creciente constante y elevaron ostensiblemente el nivel de vida de sus ciudadanos.
Nuestro muy exiguo mercado de capitales solo contempla las Bolsas de Comercio y Cereales, si debería contemplarse la creación de una Bolsa Minera de alcance regional con la incorporación de Chile, Bolivia, Perú y eventualmente Brasil dado a que somos países productores en cantidad y calidad de cobre, plata, oro, estaño, litio, bauxita, níquel etc., esto nos posiciona en condiciones de convertirnos en referentes a nivel internacional.
Los orígenes de una Bolsa Minera donde se coticen metales nos remite a Londres con la apertura de la Bolsa Real en 1571, aquí es donde los comerciantes de metales comenzaron a reunirse, por primera vez, recién es en 1877 que este mercado toma envergadura como resultado directo de la Revolución Industrial en el siglo XIX
Ya que estamos historiando no debe escapar a nuestro conocimiento que en nuestro caso cuando hablamos de una Bolsa Minera estamos haciendo referencia a una región constituida por países por excelencia mineros para ello basta acudir a los antecedentes reitero históricos y así nos encontramos que en 1779 en Potosí se crea el Real Banco de San Carlos (no confundir con el Banco Nacional de San Carlos fundado en Madrid en 1782 por el Rey Carlos III) este Banco contribuyó al ordenamiento comercial y económico en la región del Alto Perú dado a que tenia por objeto facilitar la circulación monetaria permitiendo el traslado de fondos a las diversas ciudades vecinas, el rescate de la plata producida en el Cerro Rico de Potosí que produjo entre 1580 y 1620 la cantidad de 170 toneladas por año, esta plata extraída por los mineros, azogueros se destinó al acuñamiento en la Casa de Moneda es decir fue función del Banco fomentar la producción de la plata, su comercialización y acuñación .
Para dimensionar la envergadura de este mercado bien vale referenciar que monedas acuñadas en Potosí contramarcadas circularon en China durante los siglos XVII y XIX, dado a que los chinos carecían de plata por ello inicialmente compraron monedas inglesas y francesas pero ante la necesidad que tuvieron de protegerse de las falsificaciones y la baja ley del metal optaron por la españolas provenientes de México pero cuando advirtieron que solo llevaban 600 de fino, prefirieron finalmente las de Potosí por la limpieza de la plata.
La importancia para la economía y la sociedad de la plata en Potosí se evidencia en las 165.000 personas que la habitaban, esto la ubicaba entre las cinco ciudades más pobladas del mundo. De hecho, era la ciudad más grande de América y la tercera más importante en occidente, solamente la superaban París y Estambul, con poblaciones de 325 mil y 650 mil habitantes respectivamente y por encima de Londres con 150 mil habitantes, Moscú y Roma con 100 mil habitantes o Madrid con solo 80 mil habitantes.
En nuestro caso para que la Bolsa Minera este radicada en Argentina incide de forma particular y de sobremanera un hecho histórico como fue la guerra del Pacifico de 1879 – 1884 que se libró entre Chile., Bolivia y Perú que dejo como resultado la victoria de las fuerzas chilenas con consecuencias económicas, políticas, territoriales y sociales entre los beligerantes, con la anexión a perpetuidad de Tarapacá y Antofagasta por parte de Chile que pertenecían a Bolivia. Perú debió soportar una ocupación militar por tres años, que incluyó Tacna hasta 1929, resumiendo hubo cesiones territoriales definitivas en el caso de Bolivia con la pérdida del acceso al Océano Pacifico con todas sus implicancias económicas, políticas y estratégicas esto generó y aún genera resentimiento en los países vencidos, además provocó y provoca al día de hoy una serie de disputas y reclamos territoriales entre los involucrados, esto coloca a la Argentina como el lugar ideal para que funcione una futura Bolsa Minera Regional con la participación de nuestros países vecinos.
Insistimos en estos conceptos porque están ausentes en las propuestas de los partidos que pretender ser el próximo gobierno, sin embargo hace muchos años que se piensa y existe la intención de crear una Bolsa Minera. Conocemos que intereses monopólicos a nivel internacional tratan de bloquear una Bolsa de estas características pero esto no debe ser obstáculo por la importancia que la misma reviste tanto a nivel regional como Internacional.
Diego Lo Tártaro Presidente IADER