Al menos desde el punto de vista político, la reunión que mantuvo Mauricio Macri con el primer ministro británico, David Cameron, pasado el mediodía suizo (a media mañana en Buenos Aires) fue la más importante de todas las que tendrá en su segunda jornada en el Foro Económico Mundial en Davos.
Según dijo el propio Macri a El Cronista, el punto central fue la recomposición de la relación bilateral. Hablaron sobre temas globales como la lucha contra el narcotráfico o el cambio climático pero también del apoyo al desarrollo financiero de la Argentina e infraestructura. El mandatario aseguró que en el diálogo bilateral iniciado “por supuesto Malvinas va a estar en la mesa de conversación”.
Ya por la noche, Macri también saludo al ex primer ministro británico Tony Blair.
Por la tarde -después de ver a Cameron- conversó con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un encuentro en el que también estuvo presente el diputado Sergio Massa, líder del Frente Renovador y competidor del propio Macri en las elecciones del año pasado.
Y casi de inmediato, mantuvo una reunión con un tono que las fotos muestran como evidentemente relajado, con la reina Máxima de Holanda y el primer ministro de ese país, Mark Rutte, en la que participó también la primera dama Juliana Awada, sentada sobre el brazo del sillón que ocupaba Macri.
Con el primer ministro de Francia, Manuel Valls, ultimaron los detalles de la visita que hará a la Argentina el presidente de ese país, François Hollande, fines de febrero, en una gira que incluirá también a Uruguay y Perú. Macri propuso que Francia asuma el compromiso de generar un intercambio de ofertas para reforzar la relación Mercosur-Unión Europea.
Entre los encuentros de más alto nivel, el argentino también mantuvo una charla con el primer ministro de Israel, Benjami Netanyahu. Exploraron la posibilidad de un intercambio de delegaciones ministeriales para tratar temas de colaboración mutua (al Gobierno le interesa, por ejemplo, la experiencia de Israel en el tratamiento de agua en zonas desérticas).
Hubo otra reunión en la que participó Awada: la que ambos mantuvieron con Margarita Louis Dreyfus, presidenta de Louis Dreyfus Holding, una cerealera (también procesa productos petrolíferos y energéticos) que está en la Argentina desde hace más de 120 años.
Otro presidente con el que se reunió por la tarde fue el suizo Johann Schneider-Ammann. Voceros oficiales aseguraron que el europeo dijo que en su país existe “gran entusiasmo” ante la posibilidad de ampliar y profundizar la relación bilateral y manifestó su predisposición a facilitar un acercamiento de la Argentina a los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), que la nación helvética integra junto a Noruega, Islandia y Liechtenstein.
Más temprano, Macri había recibido a Eric Schmidt, presidente Ejecutivo de Google. Según Presidencia, hablaron sobre la elección de Google de la Argentina como punto de partida para su expansión de la compañía en América Latina.
El Presidente cruzó saludos también con la alcaldesa de París, la española nacionalizada francesa Anne Hidalgo.
Con el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, analizaron la posibilidad de desarrollar en forma conjunta proyectos de intercambio y cooperación tecnológica. Kenny, además, invitó a Macri a una visita oficial a Irlanda.
Con Andrew Liveris, CEO y presidente de la química Dow Chemical –que además de ser una de las empresas más grades del rubro en el mundo y en la Argentina firmó el año pasado un acuerdo con YPF para la producción de Shale-gas en Vaca Muerta- dialogaron sobre la posibilidad de que la compañía avance en el polo petroquímico de Bahía Blanca.
Macri se reunió además con Sheryl Sandberg, número dos de Facebook, a quien, entre otras cosas, le comentó que desde el ministerio de Modernización se lanzará un plan Piloto de la plataforma de red social interna “Facebook at Work”.
Otro de los CEO con los que dialogó fue Ben Van Beurden, del Grupo Shell, que en la Argentina presidió hasta el año pasado el actual ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, y que está enfocando sus esfuerzos en el sector de no convencionales en Argentina, Canadá y Estados Unidos. Según Presidencia, hablaron, justamente, de la situación geológica privilegiada del país y de “un nuevo marco institucional favorable a la inversión a partir del cambio político registrado”.
En el marco de la apretada agenda –los encuentros duran en su mayoría entre 15 minutos y media hora-, el argentino recibió previamente a Yorihiko Kojima, el presidente de Mitsubishi Corporation. Según se informó, hablaron del interés de la compañía por incrementar sus inversiones en la Argentina.
Macri también se reunió por la mañana con Patrick Pouyanné, CEO de la multinacional Total, una de las seis petroleras más grandes del mundo. El tema: el interés de la empresa por la energía no convencional de Vaca Muerta.
En la reunión con Muhtar Kent, el presidente y CEO de Coca-Cola, quien prometió una inversión de u$s 1000 millones en la Argentina para los próximos cuatro años en desarrollo de infraestructura de operación y distribución, iniciativas ambientales y promoción de la actividad física.
Esta mañana, Macri se animó al frío de Davos junto a parte de la delegación argentina, como el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la canciller Susana Malcorra, y el diputado Sergio Massa.
Imágenes: Presidencia de la Nación