Con el precio internacional del petróleo en baja y el dólar estable, el Gobierno pretende que las distribuidoras locales recorten al menos un 10% el valor de los combustibles de venta al público.
El objetivo es que los valores de los combustibles premium bajen un 10%, ya que son los que más aumentaron a lo largo del año, con casi un 70 por ciento.
En las estaciones de servicio de YPF el litro de nafta premium supera los $44, aunque en algunos puntos del interior de la provincia y del país supera ese nivel.
Fuentes ligadas al sector empresarial confirmaron las negociaciones, aunque por el momento no hay señales de las petroleras de querer bajar los precios.
Uno de los argumentos del Gobierno es que a principios de octubre el barril de petróleo estaba en u$s85 pero luego bajó abrupatamente hasta los 62 dólares.
La cotización del petróleo Brent lleva un 14% de descenso en noviembre. Solo esta semana perdió un 6% y en el acumulado anual (es decir contra la misma fecha de 2017), también hay un retroceso de 1,6%. Como contrapartida, aunque se detuvo la depreciación del peso, el dólar se vendía a $ 17,70 hace un año, menos que la mitad que ahora.
La “migración” de clientes de las marcas (Shell, Axion) hacia la que había aplicado un incremento menor (como YPF) fue más notoria que en otras ocasiones, observaron entre las compañías. En una de las empresas acusaron una caída del 30% en las ventas, de clientes que se iban hacia YPF.En octubre, el despacho de naftas cayó 6% y esa caída fue más pronunciada en las premium, donde fue de dos dígitos. En noviembre, YPF aumentó los precios en un 2,5%, mientras que Raizen (que maneja la marca Shell) y Axion duplicaron y remarcaron entre 5% y 7%. Pero dieron marcha atrás en un lapso breve.
La reacción de los consumidores alimentó la intención del Gobierno de pedirle a las petroleras una rebaja.
En las petroleras admiten que la paridad de exportación está cerca o alcanzada con los actuales niveles de precios en las naftas súper, por ejemplo. No obstante, observan que no recompusieron sus ingresos al ritmo de la devaluación y aseguran que esa posibilidad es “complicada” en el gasoil, que todavía está rezagado con respecto a la “paridad de importación”.
Los datos que manejan las petroleras para noviembre es de cierta estabilización en las ventas. El piso de octubre se habría recuperado. El rebote es tenue, y se sigue evidenciando de mayor manera en los combustibles “súper” más que en los premium.
A mediados de este mes y por primera vez en el año, las distribuiras locales anunciaron una rebaja en los precios, aunque comparados con los aumentos fue prácticamente imposible de apreciar.
La primera compañía en recortar los valores fue Axion y luego se le sumó Shell.
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