El ministro de Desarrollo Social se presenta ante la Comisión de Salud y Acción Social de la Cámara de Diputados. Destacó las medidas realizadas durante la emergencia sanitaria y las políticas pensadas para la post pandemia.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, aseguró este viernes que la situación social en el país “es crítica pero estable”, e informó que 11.200.000 personas asisten a comedores y merenderos, al exponer ante la Comisión de Salud y Acción Social de la Cámara de Diputados.
“Argentina previo a la pandemia tenía 38% de pobreza, medida por el INDEC en el último trimestre de 2019” y “un 40% de informalidad laboral”, mencionó el funcionario, quien dijo que en septiembre saldrán las nuevas cifras. “Es evidente que está aumentando la pobreza, la desocupación y la informalidad laboral”, señaló, a lo que vinculó con la “caída económica tan fuerte”.
El ministro indicó que previo a la pandemia unas 8 millones de personas recibían asistencia alimentaria, mientras que en la actualidad son 11 millones. En lo que respecta al presupuesto de su cartera, precisó que el 90% está destinado a la asistencia alimentaria y el 10% al trabajo. Sobre ello, dijo que aspira a que finales de este año “sea 50% y 50%, y que el año que viene el eje principal sea el trabajo”.
En su presentación, Arroyo precisó que la Tarjeta Alimentar “cubre a un millón y medio de familias”, pero que 1.300.000 personas ya tienen el plástico en su poder, mientras que otras 200 mil todavía no. Los gastos destinados a esta medida son de 52.400.000 pesos.
El funcionario detalló que 11.200.000 mil personas asisten a comedores y merenderos, y que esta cantidad baja “cuando se abre más la actividad de construcción y textil o cuando se carga la Tarjeta Alimentaria”.
Tras repasar los cinco mecanismos por los cuales los alimentos llegan a los comedores, el titular de la cartera de Desarrollo Social destacó al puesta en marcha del Registro Nacional de Comedores para conocer cuántos hay en el país. “Creemos que hay 10 mil comedores en Argentina, pero no está el dato preciso”, expresó.
“Hemos cubierto la asistencia alimentaria a un conjunto de más de 11 millones de argentinos”, resaltó y valoró el “rol clave y significativo del Estado”. “Hemos logrado sostener una situación alimenticia crítica”, reiteró y ponderó la “inmensa red social que le ha puesto el cuerpo, que ha trabajado, que ha acompañado a cada comité de emergencia”, compuesta por iglesias y organizaciones sociales.
A continuación, el ministro reconoció que existe “un déficit de calidad nutricional” y anunció que el martes próximo volverá a reunirse la mesa de “Argentina contra el hambre”, a la que invitó a legisladores, y allí se tratará el tema de “fortalecer la producción de alimentos y el desarrollo local”.
Respecto a la post pandemia, Arroyo afirmó que los esfuerzos estarán concentrados en el programa “Potenciar Trabajo” -que ya está puesto en marcha-; en un ingreso base; y en la urbanización de los 4.000 barrios populares en todo el país.
Sobre el primer punto, el funcionario explicó que lo que se hizo fue “fusionar todos los planes sociales” y, a través de este programa, impulsar la contraprestación de trabajo, la capacitación en oficios y la terminalidad de la escuela secundaria. Los cinco sectores “en los que vemos la mano de obra más intensiva” son “construcción, producción de alimentos, textil, economía del cuidado y reciclado”, enumeró.
En segundo término, el ministro señaló que el Ingreso Familiar de Emergencia “llega a nueve millones de hogares”. Al responder una consulta de la diputada Silvia Lospennato (Pro), Arroyo destacó que en septiembre se terminará de pagar el IFE 3 y el Gobierno se encuentra realizando “estudios sobre la situación de ingresos de cada familia” para saber quiénes continuarán cobrándolo.
Además, informó que “571 mil personas reciben planes sociales que cobran la mitad del salario mínimo; hay 4 millones de niños cuyos padres cobran la Asignación Universal por Hijo; y 250 mil personas que perciben planes provinciales”.
En referencia al RENABAP (Registro Nacional de Barrios Populares), el titular del Ministerio de Desarrollo Social subrayó que “4 millones de personas viven en barrios donde hay hacinamiento, donde no hay servicios básicos”. “Esta es una política a diez años, le excede a una gestión de gobierno”, manifestó y dijo que aunque “lo ejecuta el Ministerio de Vivienda, mucho de Potenciar Trabajo tiene que ver” con la mano de obra necesaria para la construcción en la urbanización.
En otro tramo, Arroyo destacó el programa “El Barrio cuida al Barrio” y la ampliación de “Potenciar Joven”. También, reveló que dentro de “Potenciar Trabajo” habrá una línea para “aquellos pueblos de menos de dos mil habitantes, con proyectos estratégicos para que vuelvan los que migraron pero fundamentalmente para que los jóvenes tengan oportunidad en su comunidad”.
Asimismo, habrá una línea especial para comunidades indígenas y prioridad en las altas para mujeres víctimas de violencia de género, personas trans, empresas recuperadas, jardines comunitarios y -mediante un convenio con la Sedronar- para los jóvenes que están transitando sus últimos meses en centros de internación.
En su exposición, donde por casi tres horas abundó en datos y respondió consultas de los diputados, el funcionario afirmó que la Tarjeta Alimentar continuará en la post pandemia.
Sobre este tema, indicó que en antes de la pandemia, el 60% de los gastos de la tarjeta estaba destinado a “leches, carnes, frutas y verduras”, mientras que en los primeros meses de aislamiento “hubo un aumento de otro tipo de alimentos, como harinas, arroz y fideos”. “En junio, cuando se volvió a cargar la tarjeta mensualmente, se volvió al 57% a la compra de esos alimentos”, agregó y resaltó que esta política alcanza a “2.800.000 de niños y niñas”.
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