La disparada de la divisa en la plaza informal fue acompañada por avances en las cotizaciones bursátiles. Qué pasó con el precio del dólar oficial
El dólar blue saltó este viernes $9 y llegó a un nuevo valor histórico de $167 por unidad para la punta vendedora, en cuevas del microcentro porteño.
De esta manera, acumuló una suba de $17 en la semana y la brecha con la cotización oficial mayorista llegó al 116,5%. En este marco crítico, varios economistas evaluaron este viernes que el Gobierno debe implementar un "plan de estabilización" de manera urgente.
Esto se dio en el marco de los nuevos controles a la compra de divisa extranjera ("súper cepo"), que dejaron fuera del mercado cambiario oficial a muchos ahorristas.
En ese contexto, los inversores también miraron de cerca las cotizaciones bursátiles que si bien se vienen comportando al alza, ahora quedaron rezagadas con respecto al blue.
El dólar contado con liquidación se ubicó en $154,95.
Por su parte, el dólar Bolsa, o MEP, cotizó en torno a los $143,42.
Como se señaló más arriba, el dólar blue se ofreció a un récord de $167 en cuevas del microcentro porteño.
¿Cuál es el comportamiento del dólar blue?
A su vez, en el segmento mayorista, la divisa estadounidense cerró la rueda a $77,15, siempre bajo la atenta vigilancia del Banco Central (BCRA).
En el mercado oficial minorista, la moneda norteamericana operó a un promedio de $82,74 en agencias y bancos de la city porteña, por lo que el dólar ahorro, que se calcula con el recargo del 30% del impuesto PAÍS más el 35% del impuesto a las ganancias, se vendió alrededor de los $136,52.
"Programa de estabilización"
Economistas advirtieron hoy que se necesita un programa de estabilización ante el crecimiento del riesgo de devaluación y consideraron que la insuficiencia de dólares se debe a la "incertidumbre" respecto de la economía.
El ex secretario de Finanzas Daniel Marx alertó que si el Gobierno no aplica un "programa de estabilización" de la economía, "esto termina en una corrección cambiaria, con saltos de inflación importantes".
Según sostuvo, "el tipo de cambio está bajo presión", por lo que se debe "repensar todo el mercado cambiario, pero no como algo suelto, sino como parte de un programa más integral de estabilización".
Al disertar en un seminario virtual sobre Reestructuración de Deuda Corporativa, Marx evaluó que "sería un aporte sustancial clarificar la línea de la política económica, con o sin el FMI".
Con relación a un eventual acuerdo con el Fondo, consideró que "ayudaría, porque tendería a reforzar las reservas del Banco Central, a normalizar algo el mercado cambiario y así las empresas podrían recuperar su propio nivel de riesgo".
"Las señales de los funcionarios del Banco Central son diversas: algunos dicen que las reservas se acaban y otros afirman que no quieren dañar al sector privado", puntualizó.
En tanto, el economista jefe de la consultora Ecolatina, Matías Rajnerman, analizó que "el mercado cambiario se mueve en dos planos: uno comercial, que no necesita un dólar más caro, y otro financiero, que sí demanda una corrección, producto de la elevada incertidumbre".
"Comprender estos dos niveles es el primer paso para empezar a resolver los problemas", indicó en una publicación en redes sociales.
De ese modo, remarcó que "la demanda de dólares no excede a su oferta" por "el elevado estrés financiero e incertidumbre que domina" a la economía.
"La mayor brecha genera una suerte de dólar barato 'subjetivo' y alimenta las expectativas de devaluación, agravando la situación. A la vez, impulsa la subfacturación de exportaciones y la sobrefacturación de importaciones, complicando el ingreso de USD netos al mercado oficial", enfatizó.
Por su parte, el director de Research for Traders, Darío Epstein, subrayó que "el ahorro básicamente significa dejar de consumir hoy para consumir mañana", y aseguró que "la moneda será reserva de valor".
Al realizar un análisis sobre la evolución del dólar "libre" frente al peso, señaló que en diciembre de 2019 se encontraba a $73.
"La gente ahorra en dólares porque la política no les da opción", apuntó en su cuenta de Twitter.
En tanto, el analista financiero Christian Buteler manifestó que "ni un desdoblamiento ni mucho menos una mega devaluación son soluciones para la crítica situación económica que vive hoy la Argentina".
Según pronosticó, esas medidas "generarán un clima social tenso dentro de un Gobierno ya debilitado".
Por ello, resaltó que es "necesario establecer cómo se sale de esta recesión que lleva tres años, cómo se recupera el empleo, se estabiliza la moneda, se elimina el déficit y se anclan las expectativas porque así no se puede seguir".
El dólar oficial, banco por banco
Según la habitual encuesta que realiza el Banco Central entre las principales entidades financieras que operan en la City, estas fueron las cotizaciones de venta:
- Galicia: $83
- Nación: $82
- ICBC: $82,75
- Supervielle: $83
- Santander: $83
- Macro: $82
- Itaú: $82,80
El dólar blue, que se ubica en los $167, no tiene una cotización oficial, sino que su valor sale del promedio de cotización en lugares de cambio extraoficial.
Por su parte, el riesgo país de la Argentina se sitúa en los 1.341 puntos básicos.
Gabinete económico, con la "pólvora mojada"
La situación cambiaria sigue muy compleja para la Argentina y el equipo económico (Ministerio de Economía y Banco Central) está con la pólvora mojada. Sin reacción, el Gobierno es testigo de unos niveles de brecha cambiaria que superan el 100% (peor que durante la era de Cristina Fernández de Kirchner, cuando alcanzó el 85%).
En el mercado se preguntan si habrá un giro político por parte de Alberto Fernández para frenar la ola de desconfianza y tomar nota de que sus espadas económicas no logran revertir el escepticismo.
Por lo pronto, este jueves y viernes el dólar blue marcó nuevos récords. La brecha "voló" a 116%. En la plaza nadie sabe bien las razones: dicen que en parte la suba es orquestada por las mismas medidas del Banco Central que "bocharon" al 70% de la gente que compraba dólar ahorro. Sin esos ahorristas que compraban en el oficial y vendían en el blue, el mercado libre del dólar se quedó "ilíquido" y el precio sube porque no hay oferta. Así, el BCRA está en el peor de los mundos: se le va la brecha cada vez más pero ni siquiera logra recomponer reservas.
Las reservas del BCRA caen casi u$s300 millones en lo que va de este mes.
La brecha por las nubes
Según estimaciones del mercado, la mesa de dinero oficial tuvo que vender alrededor de u$s20 millones este jueves. En otras palabras, devolvió lo que compró el miércoles. Pero lo que preocupa es el saldo que está teniendo la entidad rectora: hace más de tres meses que es vendedor neto de dólares y las reservas siguen en caída. Se acercan peligrosamente a quebrar la barrera de los u$s41.000 millones la semana próxima si continúa a este ritmo. En el mes las arcas oficiales caen casi u$s300 millones.
Un Banco Central que pierde reservas, que no compra en el ultra restringido mercado oficial, tampoco logra reducir la brecha con los tipos de cambio financieros. El Central estuvo vendiendo bonos en la plaza para bajar (o, a esta altura, contener) al "contado con liquidación". La mesa del FGS de la Anses es la más activa, vendiendo bonos del canje que vencen en 2030. La pólvora mojada del equipo económico hace que tampoco con la intervención de estos dos jugadores, el liqui baje. El jueves volvió a subir 2% a $153,50 y gana más de cuatro pesos en la semana. La brecha entre el minorista y el liqui está en torno al 98%.
El resultado de las medidas para detener el malhumor del mercado es, a esta altura, irrefutable. En el Gobierno saben que hay una crisis de confianza y que lo que sea haga (en términos de políticas) pareciera tener muy pocos efectos positivos.
"Martín Guzmán creía que con el cierre del canje de deuda más el Presupuesto el dólar se tranquilizaba. No pasó. Entonces Miguel Pesce profundizó el cepo, le pusieron otro impuesto de 35% y el dólar tampoco se tranquilizó. Hay más brecha, menos reservas y menos depósitos", señaló el analista financiero Christian Buteler.
La discusión en los bancos (y seguramente en el oficialismo) es si llegan a las elecciones "sin hacer nada" o deberán claudicar ante el pronóstico (agorero) de la City que habla de lo inexorable de una devaluación. Lo que se discute es si será brusca o medianamente ordenada.
En Wall Street, los fondos dicen que el país está en un camino equivocado con las restricciones.
No tan condenados al éxito
Entre los fondos de Wall Street también tienen un pronóstico sombrío. Ashmore Group, que lideró el "ala dura" de los acreedores del canje de Guzmán junto a BlackRock, lanzó un lapidario informe a sus clientes esta semana.
"Creemos que es poco probable que las medidas aumenten significativamente la disponibilidad de reservas de divisas, ya que las condiciones macroeconómicas generales siguen profundamente desequilibradas con la base monetaria creciendo a una tasa interanual del 70%", recuerdan.
Y disparan: "Las nuevas medidas hacen poco por aumentar la confianza del sector privado en un gobierno que ha intervino en partes esenciales de la economía y sigue centrado principalmente en aclarar casos judiciales contra ex presidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner".
Más allá de las opiniones de los fondos, hay aspectos macro que tampoco ayudan. La consultora LCG recuerda que ya el 2 de octubre el Central le giró al Tesoro $30.000 millones (por transferencia de utilidades) que se suman a los $ 1,7 billones emitidos hasta septiembre. "En esta economía hay dos factores de corto plazo y uno estructural que obligan a que la economía opere con un tipo de cambio más alto", afirma.
La apuesta del mercado es que habrá una devaluación del
tipo de cambio oficial.
Y enumera: los de corto plazo o coyunturales refieren a el exceso de pesos en la calle sin destino atractivo en un contexto de inflación y mucha incertidumbre; a la falta de dólares; el tipo de cambio desde el sudden stop que sufrió la economía en abril 2018 nunca pudo acomodar el precio de los transables en relación a los no transables.
"La lógica es que en ese contexto los no transables, por insuficiencia de absorción, suban menos que los transables que reciben demanda externa. Ese ajuste nunca se permitió, como sí se logró en 2003 por ejemplo", afirman.
Pero hablan de un factor estructural: el tipo de cambio ajustado por presión tributaria no es competitivo al nivel oficial. "Ese error de diagnóstico está lejos de ser aceptado por el equipo económico", acota.
"Algo que está demostrando el esquema actual es que mientras más se demore la corrección del tipo de cambio oficial, mayor será el impacto socioeconómico, porque este híbrido genera incertidumbre extendiendo la agonía, que al final del día irá a buscar un nivel más elevado", advierte LCG.
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