El ministro Martín Guzmán anunciará la 3ra. prórroga para la reestructuración de la deuda externa por otros 10 días: 12/06. Y durante ese período presentará su 3ra. versión de la oferta, dentro del "marco de sostenibilidad" que avala, al menos en el 'relato', el Fondo Monetario Internacional. Guzmán pretende pagos de deuda anuales inferiores al 3% del PBI, y bloquear la acción de fondos buitres en los tribunales. No hay ambiente de 9no. default argentino. Hay afán de quitarle trabajo a la jueza neoyorkina Loretta Preska. Habrá que ver si se puede cubrir la grieta que va del dicho al hecho.
Señal al mercado: pedido a la Securities and Exchange Commission (SEC) para extender el plazo y seguir negociando, mientras se mantiene la oferta inicial (la que venció el 08/05), hasta el 12/06.
El Banco Lazard, intermediario habilitado, tiene las contraofertas y recontraofertas para intentar alcanzar un acuerdo entre las partes.
Hay una fecha que no hay que olvidar: 21/06, cuando vence el Botapo o TJ20, bonos que el californiano fondo PIMCO (Pacific Investment Management Company) tiene hasta la coronilla, para desgracia de su accionista de control, Allianz SE (todos miran a Douglas Hodge y a sus espaldas murmuran "A Bill (Gross, el fundador) nunca le hubiera ocurrido esto". Pero Hodge tiene un resguardo: contrató a Ben Bernanke, famoso por el 'helicóptero' de la asistencia crediticia amplia cuando fue titular de la Reserva Federal, en la crisis 2008 / 2009.
Regresando a la coyuntura con la Argentina, el promedio de oferta acreedora consiste en un pedido de Valor Presente Neto (VPN) de US$ 0,53 a US$ 0,54 por cada US$ 1.
La Argentina se ha ubicado en US$ 0,47 a US$ 0,48.
No es un nivel lejano entre uno y otro bando pero tampoco es fácil de resolver.
Es compleja la tarea porque el abanico de bonos dependen de condiciones de emisión diferentes, distintas cláusulas de rescate e incumplimiento, plazos promedio de entre 12 y 15 años, según el período de emisión, y lo que es mejor para unos es peor para otros.
Esto es muy importante para el futuro: ¿podrá unificarse el 'combo'? La dispersión dificulta el diálogo y la administración.
Resulta muy evidente las diferencias entre las condiciones 2005 y las 2016.
La disparidad es lo que ha integrado los distintos bloques de acreedores, que fragmenta la negociación, que Carlos Burgueño describió muy bien en Ámbito Financiero:
** Grupo Argentino Ad Hoc, con BlackRock, Fidelity, Ashmore y otros 15 inversores que afirman representar a 25% del total, tenedores de bonos emitidos durante el gobierno de Mauricio Macri. sON 7 títulos en dólares y 7 en euros con inicio de pago de capital en 2025 y una tasa de interés promedio de 4,25%;
** Grupo de Bonistas del Canje, con Monarch, Cyrus, HBK y VR, entre otros tenedores de los títulos Discount y Par, de 2005, asesorados por Quinn Emanuel Urquhart / Sullivan LLP: ellos cobraron cada vez que la Argentina creció más de 3,22% (¡Ay aquellos días del viento de cola!). Precisamente de ahí viene el eje del debate: el pago de un cupón PBI medido por el FMI (no por el INdEC) luego de la firma de un acuerdo entre la Argentina y el organismo financiero internacional (quizás idea del abogado Dennis Hranitzky, quien representó a jíbaro Paul Singer, según recordó Santiago Spaltro en El Cronista Comercial); y
** Comité de Acreedores de Argentina, con Greylock, Gramercy y Fintech, que no presentó contrapropuesta, evaluando siempre qué provoca más consenso.
Los cupones PBI reducirían el período de gracia. Según Burgueño, "el reconocimiento de los intereses desde el momento en que se firme el acuerdo final; y a través de la emisión de un título al 2034 y un cupón de 1% emitido desde 2022. A esto se le suma la voluntad de incluir el cupón PBI, sin mencionar, aún, quién sería el encargado de medirlo.
Otra cláusula importante de mejora de la oferta inicial, es la posibilidad de pagos semestrales de capital; algo que atrae sustancialmente a los acreedores."
urgente24