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Así elijo inversiones ganadoras

Por Diego Martínez Burzaco


Hoy te quiero hablar de tres variables que debes analizar para distinguir una acción sólida que te conviene a largo plazo y una oportunidad circunstancial. El conocimiento y el análisis es un capital invaluable para el inversor global inteligente.


Mi primo hermano se llama Ramiro. Es ingeniero industrial y maneja la empresa familiar. Si bien ama su profesión, hace unos años encontró una beta que lo apasiona día a día: los mercados y las inversiones.

Su primer contacto con el mundo bursátil llegó a través de su papá, Ricardo (mi tío). Él le enseñó las oportunidades que daban los mercados, las cuales detectaba mediante su intuición como empresario y complementaba con conocimientos que adquiría de diferentes fuentes.

Ramiro rápidamente sintió el deseo de adquirir conocimientos sobre cómo manejar su ahorro. Siguiendo un procedimiento meticuloso, está incorporando herramientas analíticas a un ritmo muy veloz para evitar dejar cuestiones libradas al alzar cuando se trata de adquirir activos financieros.

Él es un inversor de largo plazo. Le gusta al análisis fundamental y suele consultarme. Es sorprendente notar cómo absorbe los consejos que le doy, e incluso les da su impronta.

Tal es su fanatismo actual por el Value Investing (teoría que persigue las inversiones de valor en base a los fundamentos) que muchas veces termina dándome alguna herramienta adicional que desconocía.

Bienvenido sea. Nunca es tarde para seguir aprendiendo.

En una de nuestras tantas conversaciones, él me consultó lo siguiente:

“¿Cuáles son las tres principales cosas que evalúas al momento de detectar una acción para el portafolio?”

La respuesta que le di me parece que te puede interesar. Y es por eso que voy a compartirla contigo a continuación.


Liquidez como principio fundamental
Particularmente, cuando tengo que considerar una empresa para incorporar a un portafolio de largo plazo, lo primero que pondero de una firma determinada es su flexibilidad financiera. Y un buen parámetro para medir lo anterior tiene que ver con dos elementos relevantes:
1. Liquidez.

2. Deuda Neta / Patrimonio.
La liquidez:

La liquidez es algo que una cantidad no menor de inversores ha pasado por alto en la última década, debido al gran shock expansivo de financiamiento que hubo en el mercado.

Esto ha llevado a que los inversores no distingan entre la calidad del crédito entre las empresas, lo que puede conducir a tomar muy malas decisiones de inversión en el largo plazo.

Por este motivo, es necesario siempre monitorear la liquidez de una firma, es lo que le permitirá tener una flexibilidad importante si es que las condiciones globales cambian drásticamente.

El ratio que más fuertemente miro es el de la Liquidez Corriente:

Liquidez Corriente = Activos Corrientes / Pasivos Corrientes

Este indicador relaciona la capacidad que tiene una firma de atender las obligaciones contraídas que vencen en los próximos doce meses (Pasivos Corrientes) con los recursos que tiene disponible en el transcurso de un año (Activos Corrientes).

Un cociente que resulte en 1,3 veces o más, realmente es saludable. Eso implica que, aún con cambios dramáticos en las condiciones de liquidez global, la firma en cuestión atenderá sus compromisos sin ningún tipo de restricción.

Deuda neta y patrimonio:

El otro aspecto que miro con detenimiento es el nivel de apalancamiento que tiene una empresa. Y este viene dado por la relación entre la Deuda Neta (Deuda bruta menos las disponibilidades líquidas) y el Patrimonio Neto.

Busco, en la medida de lo posible, que ese ratio no sea mayor al 60%.

No me gustan las empresas con mucha deuda. Es una mochila de plomo que te impide avanzar hacia una estrategia de crecimiento y la generación de valor para el accionista.


Compromiso con el accionista
Como inversor de largo plazo busco que las empresas en las que invierto estén comprometidas con sus accionistas.

La primera de las cuestiones que analizo en este sentido es quiénes son los principales tenedores del capital de la empresa bajo análisis. Si los máximos accionistas son los dueños fundadores de la empresa o inversores institucionales que invierten a larguísimo plazo, entonces es una muy buena noticia. Eso quiere decir que hay mucho valor en la compañía aún.

Pero también hay dos elementos que valoro mucho en una empresa que realmente quiere fidelizar a sus accionistas. Estos son:1. Política de distribución de dividendos sustentable, creciente y transparente.

2. Recompra de acciones propias por parte de la empresa.
El primer punto otorga una fuente de ingreso interesante al accionista, al margen de la suba o no del precio de la acción. Se necesita que sea sustentable en el tiempo y no algo esporádico, de allí que el monto distribuido por acción debe estar alineado con la generación de recursos proveniente de las actividades ordinarias de la compañía.

El segundo aspecto trabaja sobre la fuente de ingresos al accionista, que tiene que ver con la cotización del papel. Recomprar acciones propias implica poner un piso al precio de la acción, al tiempo que es una señal muy contundente para el mercado respecto del potencial de la empresa.


Ratios atractivos respecto a sus comparables
Dentro de los modelos de valuación existentes en el ámbito de las finanzas, uno de los más prácticos y rápidos es la valuación por múltiplos.

¿De qué se trata?

Es un mecanismo que toma diversas métricas que surgen de los estados contables y las compara con el precio de la acción de esa compañía.

Los múltiplos o ratios son una valuación relativa, es decir: solo es útil para compararla con otras firmas que pertenecen a la misma industria o sector.

Esto es importante.

Cada industria maneja ratios históricos promedio que tienen sentido dentro de la misma industria, pero muy diferentes de las demás. No tiene ningún sentido práctico comparar un determinado múltiplo de una compañía de salud con el de una firma alimenticia.

Hacer esto es comparar variables no relacionadas y eso te va a llevar a tomar decisiones incorrectas.

Los múltiplos usualmente utilizados, y que son fáciles de calcular, son los de Precio / Ganancias, Precio / Valor Libro, Precio / Ventas, etc.

Si la empresa que estamos evaluando presenta ratios inferiores a los de su competencia, entonces podemos decir que se encuentra barata en términos relativos y que luce atractiva.

No es el único elemento a considerar, pero es el comienzo.

Esos tres factores fueron los que le presenté a mi primo Ramiro y son algunas de las herramientas que describo en El Método Vertical, mi sistema para detectar las mejores oportunidades de inversión en el largo plazo.



Este es el pilar fundamental de mi servicio de recomendaciones Crisis & Oportunidad. Si todavía no lo conoces, te invito a leer más acá.

Estas tres variables de análisis que te propongo (liquidez, compromiso con los accionistas y valuación por múltiplos) son las bases sólidas para la selección de activos con potencial de crecimiento a largo plazo. Te recomiendo fuertemente su utilización antes de decidir comprar un nuevo activo para un perfil de bajo riesgo y flujo de dinero constante.

A tu lado en los mercados,

Diego Martinez Burzaco

Para El Inversor Diario