La producción industrial bajó 1,5 por ciento entre enero y junio de este año, aunque el ritmo de desaceleración fue inferior al registrado en el primer semestre de 2014, cuando la producción del sector cayó 2,6 por ciento, según el relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA).
De acuerdo a la entidad, en junio la producción industrial aumentó 2,4 por ciento con respecto a igual mes del año pasado, gracias al crecimiento registrado en los sectores de minerales no metálicos y automotriz.
El informe que la UIA publicó en su sitio web reveló además que en el primer semestre del 2015 se observó "una dinámica de crecimiento heterogénea entre las distintas actividades industriales". En ese sentido, un tercio de los sectores se expandieron más de 1,5 por ciento, otro tercio se mantuvo en una franja de crecimiento del 1,5 y una caída de 1,5 por ciento; el tercio restante sufrió bajas superiores al 1,5 por ciento, destacándose el sector de industrias metálicas básicas y automotriz.
La entidad fabril pronosticó para este año una año una caída en el nivel de actividad del sector de hasta 1 por ciento, y para 2016 proyectó un "amesetamiento del nivel de producción, en una variación comprendida entre 0 y 1 por ciento".
La UIA advirtió además, que la contracción económica de Brasil afectará al sector.
De acuerdo al Estimador Mensual Industrial (EMI) que produce el Indec, organismo oficial de estadísticas, la actividad se contrajo 1,3 por ciento en el primer semestre.
Por otro lado, el informe de la UIA sostuvo que la caída de la producción automotriz explicó en gran medida la caída en la actividad industrial. En ese sentido, la fabricación de autos se redujo un 12,2 por ciento en el primer semestre respecto de igual período de 2014, pero se morigeró la tendencia declinante respecto de 2014 (-21,8 por ciento).
El documento advirtió además, que "la evolución de la actividad industrial dependerá en parte del flujo de divisas (para fomentar la actividad) en conjunto con medidas específicas para mejorar la rentabilidad, en particular en las industrias exportadoras".
Pero para la entidad fabril, la economía mundial y en especial la desaceleración de las economías emergentes y un menor ritmo de crecimiento de la economía china, también condicionarán la recuperación de la industria local.
A pesar de ese escenario, la UIA consideró que no se trata de "la situación de la crisis de 2008, pero tampoco el escenario positivo de 2006".
Por otro lado, el relevamiento de la central fabril mostró que en 2014 y en el primer semestre de 2015, la ampliación de la capacidad instalada fue casi nula (0,1 y 0,2 por ciento respectivamente), en línea con la actividad industrial.
Entre enero y junio pasado, tanto la cantidad de horas trabajadas como de obreros ocupados se redujeron: 1,6 y 0,6 por ciento respectivamente. Pero en el segundo trimestre se desaceleró la caída de horas trabajadas al reducirse en 0,1 por ciento, lo que demuestra que hay cierta estabilidad en el mercado de trabajo.
Por otro lado, en los primeros seis meses del año las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) cayeron un 18 por ciento, como consecuencia de la merma del 16 por ciento en las cantidades vendidas, dado que los precios bajaron 2 por ciento.
Por su parte, las importaciones acumularon en el primer semestre de 2015 un retroceso de 13 por ciento, hasta 28.981 millones de dólares, con una leve reducción de la magnitud de la caída en el segundo trimestre gracias a una mejora relativa del nivel de actividad y consumo.
El informe que la UIA publicó en su sitio web reveló además que en el primer semestre del 2015 se observó "una dinámica de crecimiento heterogénea entre las distintas actividades industriales". En ese sentido, un tercio de los sectores se expandieron más de 1,5 por ciento, otro tercio se mantuvo en una franja de crecimiento del 1,5 y una caída de 1,5 por ciento; el tercio restante sufrió bajas superiores al 1,5 por ciento, destacándose el sector de industrias metálicas básicas y automotriz.
La entidad fabril pronosticó para este año una año una caída en el nivel de actividad del sector de hasta 1 por ciento, y para 2016 proyectó un "amesetamiento del nivel de producción, en una variación comprendida entre 0 y 1 por ciento".
La UIA advirtió además, que la contracción económica de Brasil afectará al sector.
De acuerdo al Estimador Mensual Industrial (EMI) que produce el Indec, organismo oficial de estadísticas, la actividad se contrajo 1,3 por ciento en el primer semestre.
Por otro lado, el informe de la UIA sostuvo que la caída de la producción automotriz explicó en gran medida la caída en la actividad industrial. En ese sentido, la fabricación de autos se redujo un 12,2 por ciento en el primer semestre respecto de igual período de 2014, pero se morigeró la tendencia declinante respecto de 2014 (-21,8 por ciento).
El documento advirtió además, que "la evolución de la actividad industrial dependerá en parte del flujo de divisas (para fomentar la actividad) en conjunto con medidas específicas para mejorar la rentabilidad, en particular en las industrias exportadoras".
Pero para la entidad fabril, la economía mundial y en especial la desaceleración de las economías emergentes y un menor ritmo de crecimiento de la economía china, también condicionarán la recuperación de la industria local.
A pesar de ese escenario, la UIA consideró que no se trata de "la situación de la crisis de 2008, pero tampoco el escenario positivo de 2006".
Por otro lado, el relevamiento de la central fabril mostró que en 2014 y en el primer semestre de 2015, la ampliación de la capacidad instalada fue casi nula (0,1 y 0,2 por ciento respectivamente), en línea con la actividad industrial.
Entre enero y junio pasado, tanto la cantidad de horas trabajadas como de obreros ocupados se redujeron: 1,6 y 0,6 por ciento respectivamente. Pero en el segundo trimestre se desaceleró la caída de horas trabajadas al reducirse en 0,1 por ciento, lo que demuestra que hay cierta estabilidad en el mercado de trabajo.
Por otro lado, en los primeros seis meses del año las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) cayeron un 18 por ciento, como consecuencia de la merma del 16 por ciento en las cantidades vendidas, dado que los precios bajaron 2 por ciento.
Por su parte, las importaciones acumularon en el primer semestre de 2015 un retroceso de 13 por ciento, hasta 28.981 millones de dólares, con una leve reducción de la magnitud de la caída en el segundo trimestre gracias a una mejora relativa del nivel de actividad y consumo.
nosis