El Gobierno nacional se comprometió con las automotrices, ensambladoras de Tierra del Fuego y empresas importadoras, a volver a liberar antes de fin de año el cupo de dólares que les otorgaba y que en agosto habría recortado en un 30 por ciento.
En ese sentido, representantes de las automotrices se reunieron con funcionarios nacionales, a los que les advirtieron que la caída del mercado brasilero -como consecuencia de la contracción de la economía de ese país- y las restricciones a las importaciones están afectando a la industria local.
En paralelo, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) se declararon en estado de alerta frente al aumento de las suspensiones, mientras que un informe de la consultora Manpower sostuvo que tres de cada cuatro empresas tiene previsto despedir personal en lo que resta del año.
Con ese escenario, el Gobierno se comprometió a liberar dólares hasta los cupos autorizados a cambio de que las empresas no despidan trabajadores, según informaron fuentes del sector al diario El Cronista Comercial.
Durante las reuniones, las automotrices habrían planteado sin éxito la necesidad de fijar un cupo para el primer trimestre de 2016 porque tienen que definir ahora las compras para producir en el comienzo del año que viene.
A fines de junio pasado, el Gobierno había ampliado el cupo de divisas que otorga a las empresas de los principales sectores importadores de insumos y piezas en hasta 30 por ciento. Con eso, las ensambladoras de Tierra del Fuego pasaron a tener 300 millones de dólares disponibles para adquirir mercadería; las automotrices, 200 millones de dólares más 30 millones de dólares extra para las empresas que proyecten producir nuevos modelos; y los fabricantes de motos, 30 millones millones.
Pero después de las las elecciones primarias que se realizaron el 9 de agosto, el cupo volvió a los niveles previos a ese incremento, lo que generó quejas sobre todo del sector automotriz.
El Gobierno estaría dispuesto ahora a regularizar el cupo porque el Banco Central (BCRA) tiene mejores previsiones sobre ingreso de divisas. En ese sentido, la semana que viene deberían llegar unos 200 millones de dólares del crédito chino con el que Electroingeniería y Gezhouba construyen en Santa Cruz las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
El 3 de octubre, el Gobierno también tendrá que afrontar el pago del Boden 2015, por unos 5.900 millones de dólares, que se cancelarán con reservas del BCRA. De ese monto, unos 2000 millones de dólares se quedarían en el país, por lo que el impacto del vencimiento en las reservas no sería tan profundo.
Mientras tanto, la deuda de las empresas con sus casas matrices y proveedores del exterior alcanzaría los 9.500 millones de dólares, según un relevamiento de la consultora Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI que dirige Miguel Ponce. En cambio, para la Cámara de Importadores (CIRA) sería de entre 8.500 y 9.000 millones; y para la consultora Abeceb, de Dante Sica, rondaría los 7.500 millones de dólares.
Pero desde el Banco Central aseguraron al matutino que la deuda es "mucho menor" y que "se ha mantenido relativamente estable en los últimos años". Los datos oficiales sostienen que "aproximadamente un 45 por ciento de esta deuda es intrafirma".
En paralelo, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) se declararon en estado de alerta frente al aumento de las suspensiones, mientras que un informe de la consultora Manpower sostuvo que tres de cada cuatro empresas tiene previsto despedir personal en lo que resta del año.
Con ese escenario, el Gobierno se comprometió a liberar dólares hasta los cupos autorizados a cambio de que las empresas no despidan trabajadores, según informaron fuentes del sector al diario El Cronista Comercial.
Durante las reuniones, las automotrices habrían planteado sin éxito la necesidad de fijar un cupo para el primer trimestre de 2016 porque tienen que definir ahora las compras para producir en el comienzo del año que viene.
A fines de junio pasado, el Gobierno había ampliado el cupo de divisas que otorga a las empresas de los principales sectores importadores de insumos y piezas en hasta 30 por ciento. Con eso, las ensambladoras de Tierra del Fuego pasaron a tener 300 millones de dólares disponibles para adquirir mercadería; las automotrices, 200 millones de dólares más 30 millones de dólares extra para las empresas que proyecten producir nuevos modelos; y los fabricantes de motos, 30 millones millones.
Pero después de las las elecciones primarias que se realizaron el 9 de agosto, el cupo volvió a los niveles previos a ese incremento, lo que generó quejas sobre todo del sector automotriz.
El Gobierno estaría dispuesto ahora a regularizar el cupo porque el Banco Central (BCRA) tiene mejores previsiones sobre ingreso de divisas. En ese sentido, la semana que viene deberían llegar unos 200 millones de dólares del crédito chino con el que Electroingeniería y Gezhouba construyen en Santa Cruz las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
El 3 de octubre, el Gobierno también tendrá que afrontar el pago del Boden 2015, por unos 5.900 millones de dólares, que se cancelarán con reservas del BCRA. De ese monto, unos 2000 millones de dólares se quedarían en el país, por lo que el impacto del vencimiento en las reservas no sería tan profundo.
Mientras tanto, la deuda de las empresas con sus casas matrices y proveedores del exterior alcanzaría los 9.500 millones de dólares, según un relevamiento de la consultora Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI que dirige Miguel Ponce. En cambio, para la Cámara de Importadores (CIRA) sería de entre 8.500 y 9.000 millones; y para la consultora Abeceb, de Dante Sica, rondaría los 7.500 millones de dólares.
Pero desde el Banco Central aseguraron al matutino que la deuda es "mucho menor" y que "se ha mantenido relativamente estable en los últimos años". Los datos oficiales sostienen que "aproximadamente un 45 por ciento de esta deuda es intrafirma".