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En dos años la Línea de Financiamiento a la Inversión Productiva otorgó $3.585 miles de millones a más de 350.000 MiPyMEs

 A dos años de su puesta en marcha, la Línea de Financiamiento a la Inversión Productiva (LFIP) ya asistió a más de 350.000 Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) de todo el país, con desembolsos por aproximadamente 3.585 miles de millones de pesos. Se trata de uno de los principales programas de estímulo crediticio dispuestos por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), a través del cual direcciona una porción del fondeo bancario hacia el sector productivo, y que tiene como objetivo fomentar la producción, de modo de contribuir al desarrollo económico y a la generación de empleo.

La Línea de Financiamiento a la Inversión Productiva fue creada por el Directorio del BCRA el 15 de octubre de 2020, a través de la Comunicación A 7140, en la cual dispuso que los bancos deberían destinar un porcentaje de sus depósitos para otorgar créditos a tasas bajas tanto para proyectos de inversión como para financiar capital de trabajo. Según la disposición actual, las entidades más grandes (las denominadas del Grupo A) deben mantener un saldo de estas financiaciones que sea al menos del 7,5% de sus depósitos del sector privado en pesos de septiembre de 2022, mientras que las entidades de menor envergadura deben cumplir con un cupo equivalente al 30% del de las entidades grandes.

Con el objetivo de continuar facilitando el financiamiento al sector productivo, en septiembre último el BCRA extendió hasta marzo de 2023 la vigencia de la LFIP, una línea que ya se consolidó como el principal instrumento para canalizar el crédito a las MiPyMEs bajo condiciones favorables. Asimismo, las tasas de interés para estos créditos actualmente se ubican en el 64,5% TNA cuando el destino de la financiación es un proyecto de inversión y en el 74,5% TNA para el resto de los destinos.

Respecto de los destinos que tuvieron los más de $3.585 miles de millones otorgados por los bancos hasta noviembre de 2022, aproximadamente el 86% correspondió a la financiación de capital de trabajo y el resto a la línea que financia proyectos de inversión. En tanto, el saldo total de la Línea de Financiamiento a la Inversión Productiva totalizaba en octubre $1.073.565 millones, lo que representa el 1,2% del Producto Interno Bruto (PIB).

En cuanto al grupo de entidades que se mostró más activo en el otorgamiento de estos créditos se destaca el rol de los bancos públicos, que concentran el 48,6% del saldo total, un aumento de más de 7 puntos porcentuales respecto al 41,2% que concentraban en octubre de 2021. Los bancos privados de capital extranjero, en tanto, hoy tienen una participación del 27,5% del total otorgado, prácticamente sin cambios respecto al 27,7% que tenían un año atrás, mientras que los bancos privados de capital nacional, perdieron terreno entre octubre de 2021 y octubre último, reduciendo su participación del 31,3% al 23,9% actual.

Uno de los puntos destacables de este programa de estímulo es su rol como una herramienta de inclusión financiera. De hecho, desde julio último se estima que a través de la LFIP se incorporaron al sistema financiero más de 2.800 empresas que nunca habían tenido financiamiento bancario, mientras que desde su lanzamiento, en noviembre de 2020, el programa ya bancarizó a casi 15.000 nuevas empresas.

Los datos surgen del último Informe de Estabilidad Financiera publicado por el BCRA, que también destaca el bajo nivel de mora que hasta ahora registra esta línea. En concreto, el ratio de irregularidad de quienes mantienen préstamos canalizados a través de LFIP se mantuvo en torno al 0,6%, bastante por debajo del indicador correspondiente al total de empresas, que se ubica en el 3,2%.

Al analizar el tamaño de las MiPyMEs que fueron asistidas con esta línea de financiamiento, se destaca que casi la totalidad de las empresas (94%) registraban una dotación de personal menor a 100 empleados en el momento en que pidieron el crédito. Además, se estima que el 20,7% del total de personas con trabajo registrado en relación de dependencia del sector privado argentino pertenecen a empresas tomadoras de financiamiento con LFIP (+1,2 p.p. por encima del registro de abril de 2022).

Cabe destacar que a partir del impulso de la LFIP, a nivel agregado el saldo en pesos de financiamiento bancario a PyMEs (personas jurídicas) fue incrementándose, hasta ponderar a septiembre de 2022 casi 20% del saldo total al sector privado, el 5,6% del activo del sistema financiero y representar 1,7% del PIB.

Del otro lado, el crecimiento de la Línea de Financiamiento a la Inversión Productiva contrarresta en parte la caída en términos reales que está experimentando el resto de las líneas crediticias. De hecho, en un contexto de menor dinamismo de la actividad económica, el stock de préstamos en pesos al sector privado, medido a precios constantes y sin estacionalidad, se contrajo entre octubre y noviembre a una tasa promedio mensual de 2,2% s.e., acumulando una caída cercana a 12% en el año.

La Línea de Financiamiento a la Inversión Productiva forma parte de una serie de medidas que fue tomando el BCRA para fomentar el crédito a las MiPyMEs. En ese marco, se destaca la disposición por la cual a partir de octubre simplificó el Régimen de Efectivo Mínimo en pesos, manteniendo aquellas deducciones que favorecen el crédito productivo a las MiPyMEs.

Además, también se buscó consolidar a las Facturas de Crédito Electrónicas (FCEM) como instrumento de financiación para las MiPyMEs, poniendo en marcha la Central de Facturas Electrónicas Impagas al Vencimiento (CenFIV). La CenFIV, en rigor, aportará transparencia a la operatoria y generará un historial de crédito, mejorando la trazabilidad de este instrumento. La utilización de la FCEM promueve una operatoria más sencilla y afín a la práctica diaria de las MiPyMEs.