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Evalúan canje de títulos para vencimientos que se concentran en noviembre y diciembre

 

Pagos por $ 2 billones

Son vencimientos que se concentran en noviembre y diciembre. Los analistas advierten por el costo financiero.

Descomprimir. Sergio Massa y la jefa del Tesoro de EE.UU. Janet Yellen, a principios de mes en Washington.

El Gobierno contempla lanzar un nuevo canje de bonos de cara a la última batería de vencimientos del año. De un total de $ 2 billones, la mira está puesta en los pagos pendientes de noviembre y diciembre, cuando vencen el grueso, que podría posponerse para el año próximo con una operación similar a la que en agosto pasado le permitió a Sergio Massa tranquilizar el frente financiero, aunque sin recurrir esta vez a un bono dual.

Fuentes del Ministerio de Economía confirmaron que el intercambio se puede llegar a evaluar después de octubre y que por ahora “no está en carpeta” repetir un bono dual, es decir, un título que protege a los inversores tanto de la inflación como el dólar. Ese instrumento sirvió el mes pasado, en pleno desembarco de Massa, para postergar compromisos por $ 2 billones para el 2023 y descomprimir pagos hasta octubre próximo, con un 85% de adhesión.

Indexación superior a la inflación o igual a la evaluación oficial

Si bien el grueso de los bonos canjeados estaban en manos de entes públicos -sobre todo del Banco Central, los bancos privados, fondos de inversión y compañías de seguro se “tiraron de cabeza” ante la posibilidad de cubrirse con una indexación superior a la inflación o igual a la devaluación oficial, hoy en ambos casos en torno al 100% anual. En las últimas semanas, se conversó la idea de reponer los “incentivos” financieros, pero no prosperó.

“Se había hablado del bono dual y desapareció luego porque otorgaba demasiados beneficios a los suscriptores”, reconocieron en un banco privado. “Si bien es cierto que un dual da mucha ventaja al suscriptor (bancos) va a ser complicado darles algo que pase al próximo gobierno si no tiene una condición muy ventajosa, para los funcionarios es difícil ofrecer algo rentable y además “te pago lo que rinda mejor”, dijo un operador.

Junto con la suba de tasas del Banco Central y el Tesoro, el bono dual fue la manera que encontró Economía de aspirar pesos en medio de presiones devaluatorias y despejar las dudas sobre la capacidad de financiamiento en el mercado local, después de la crisis financiera de junio por la salida masiva de fondos de los bonos atados a la inflación (CER), a la que se le sumó en julio la renuncia de Guzmán y el descontrol cambiario.

Asistencia del BCRA

En ese contexto, Massa frenó la asistencia del Central al Tesoro y el fondeo pasó a depender en mayor medida de la colocación de bonos. Así, los inversores institucionales se convirtieron en una pieza clave para financiar el déficit fiscal, un plan que se ve desafiado por la inflación, la falta de dólares y las mayores exigencias fiscales en la segunda mitad del año, tras el aumento de un 80% anual del déficit en agosto.

La contracara es que el costo de endeudarse es cada vez mayor. En la última licitación, la tasa llegó al 107% en términos efectivos para captar $ 320.594 millones. “Están teniendo dificultad con la deuda, con el bono dual patearon parte del financiamiento, tenés que colocar un 30% más de lo que vence, pero hay un límite político si pagás tasas extravagantes, lo que hicieron con dual fue un despropósito, va a salir caro”, dijo Daniel Artana, economista jefe de FIEL.

De los $ 2 billones que vencen en los próximos tres meses, los organismos públicos poseen un 44% y los privados, el 56%, según datos oficiales. Para los economistas, la tenencia del sector estatal en realidad llega al 63,5% si se incluyen los bancos públicos.

Fuente: Clarín