Sin dólares en sus reservas, el Banco Central volvió a encender la maquinita mientras en el mundo se advierte el daño.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) volvió a encender la maquinita para asistir al Tesoro Nacional y genera preocupación por la falta de dólares en sus reservas en medio de la corrida cambiaria y proyecciones inflacionarias que ya superan el 75% del REM.
Mientras el dólar estallaba el pasado viernes 10 de junio, la autoridad monetaria giró al ministro de Economía, Martín Guzmán, unos $108.000 millones.
Esto se agregó a los $124.000 millones que le había transferido días atrás, acumulando transferencias en la primera quincena de junio por $232.000 millones, el registro mensual más elevado del año.
Todo esto, mientras el mercado le está dando la espalda a Guzmán desde hace semanas y exige más tasa para renovarle deuda en pesos, que seguramente subirá 200 puntos básicos, entre otras medidas.
Debate sobre los bancos centrales: ¡Pónganle una bomba!
Tras la suba agresiva de tasas que realizó la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) este miércoles 15 de junio, a un rango entre 1,5% y 1,75%, se aceleró el debate global sobre los bancos centrales.
En la Argentina, los ciudadanos están acostumbrados a que una de las instituciones más importantes del país -también más devaluadas- mienta con sus proyecciones y defienda más los intereses de la clase política para ayudarla a recaudar mediante la inflación antes que a defender el poder adquisitivo. Eso pasa desapercibido desde hace muchos años, pero en el mundo es un escándalo.
Al respecto, interesante el título de Bloomberg, muy influyente en las principales Bolsas del mundo:
Enda Curran, especializado en las economías asiáticas, disparó:
Los inversionistas están preocupados porque les preocupa que la carrera para compensar los errores de pronóstico pasados aumente el riesgo de recesiones. Las acciones globales han entrado en un mercado bajista, los rendimientos del Tesoro de EE. UU. registraron el lunes su mayor salto de dos días desde la década de 1980 y los mercados crediticios están mostrando signos de un estrés creciente, como por ejemplo la venta de autos minorista en los Estados Unidos.
Los movimientos dramáticos del mercado de bonos obligaron al BCE a celebrar una sesión de emergencia del Consejo de Gobierno el miércoles, tras de lo cual el panel se comprometió a acelerar el trabajo en una nueva herramienta para abordar el aumento de los rendimientos en algunos países miembros de la zona euro.
El punto es que el BCE debería haber señalado ese plan ya en su reunión programada la semana pasada, en opinión de algunos críticos.
“Esta es una corrección de rumbo relativamente rápida, pero tiene un costo, ya que el obstáculo para la credibilidad del mercado es mayor ahora que el BCE se está moviendo de manera reactiva en lugar de proactiva”, escribió en una nota Krishna Guha, jefe de estrategia del banco central en Evercore ISI, a la que accedió Curran.
“Los bancos centrales están en un dilema”, dijo Sayuri Shirai, ex miembro de la junta del Banco de Japón que ahora es profesor de la Universidad de Keio. “Para restaurar la confianza, los bancos centrales deben aumentar las tasas de política” lo suficiente como para reducir la inflación, y eso “puede conducir a una mayor desaceleración de la recuperación económica”, dijo a Bloomberg.
Continuar expandiendo sus balances en 2021 y mantener las tasas cerca de cero incluso cuando la inflación se disparó y las economías se recuperaron de las profundidades de la crisis de Covid-19 ahora parece haber ayudado a sembrar las semillas de la agitación actual, dicen los críticos.
“Eso, creo, asestará un golpe devastador a la credibilidad de los bancos centrales, cuando los inversionistas se den cuenta de que la inflación que enfrentamos es 'producida por el hombre' y los bancos centrales han jugado un papel fundamental”, dijo a dicho medio Stephen Jen, quien dirige Eurizon SLJ Capital, fondo de cobertura y firma de asesoría en Londres.
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