Especialistas del Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria (INTA) difundieron consejos y buenas prácticas para
lograr una siembra eficiente y reducir el impacto económico negativo ante la
posibilidad de sequías en el próximo periodo invernal y en un contexto de
subas de commodities y falta de insumos para el campo.
Hernán Ferrari, especialista del INTA Concepción del Uruguay, Entre Ríos,
explicó que, para que todas las semillas que llegan al suelo aprovechen todos
los recursos en la misma medida (agua, nutrientes y radiación solar), es muy
importante que se encuentren correctamente distribuidas, que estén
equidistantes unas de otras y que todas las plántulas emerjan lo más uniforme
posible.
"Si hacemos un diagnóstico de unas horas, podemos solucionar un problema
de meses y evitar pérdidas futuras", señaló y agregó que, en el caso del
maíz, una mala práctica de siembra puede generar pérdidas que superan los
1.400 kilogramos por hectárea.
"Una mala distribución puede causar en maíz un impacto de US$ 7.000 cada
100 hectáreas, este valor se puede duplicar si se realiza un mal trabajo sobre
las profundidades y se perjudica la emergencia de las plántulas", especificó
tras solicitar que verifiquen el estado de las maquinarias para lograr una
distribución efectiva de las semillas.
Frente a la posibilidad de tener un otoño y un invierno con escasez de
lluvias, será fundamental tomar recaudos para aprovechar al máximo la justa o
poca agua que el suelo logró contener en su perfil. En este punto, una de las
estrategias más efectivas para la implantación de los cultivos radica en
configurar y calibrar de manera óptima el equipo de siembra.
Cultivares de alta fuerza de emergencia, como el trigo, permiten realizar
siembras de hasta cinco centímetros de profundidad (dependiendo de la textura
del suelo), con un excelente stand de plantas logradas.
"Casi el 60% de la superficie agrícola de Argentina está compactada por
el tránsito de la maquinaria agrícola", indicó Ferrari quien puntualizó que
cuando la compactación supera los 2,5 megapascales de presión, se genera un
detrimento de hasta el 30% del rendimiento en la huella de la rueda. "Esto
sucede porque los cultivos no pueden acceder al agua y a los nutrientes",
explicó.
Agencia CMA Latam