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Guerra de precios: Piquetes y los rechazo el congelamiento

 Los movimientos sociales que no son recibidos por el Gobierno organizaron piquetes en 22 provincias, de Tierra del Fuego a Jujuy y generaron una situación de caos, que hizo imposible la circulación y que, peligrosamente, pone a la realidad al borde de una mecha de violencia que puede encender un escenario con pronóstico ciertamente desconocido. 

Y el otro factor que se enfrentó duramente con el Gobierno fue el de las empresas. Ayer el Indec divulgó que Argentina tuvo en septiembre la mayor inflación de los últimos cinco meses: el IPC subió 3,5% el mes pasado, 37% en lo que va de este año y 52,5% en los últimos doce meses, a pesar de tener tarifas pisadas y un tipo de cambio anclado: el dólar mayorista sube en el último año 28%, con un retraso de 24,5 puntos contra la inflación, gastando una cosecha casi entera para que los precios de la economía no volaran por los aires. 

Y lo que llevó a los empresarios a un duro enfrentamiento con el Poder Ejecutivo fue la aparición del nuevo secretario de Comercio Roberto Feletti, que preanunció además que octubre viene peor, obligando a las empresas a mantener 1.247 productos esenciales inmóviles hasta enero, por noventa días, cuando nadie sabe qué pasará el día 91, en una estrategia que definitivamente es un mero movimiento electoral, para que no haya un desboque desde ajora hasta a las urnas. 

Una nueva licitación 

Pero eso no fue todo. El Ministerio de Economía volvió a hacer ayer una nueva licitación para tomar deuda: logró captar en el mercado $ 46.300 millones, entre los que se absorbió dinero de los Fondos Comunes de Inversión con el debut de unos títulos denominados Lelites, que vencerán el lunes anterior a las elecciones, lo que ya de por sí plantea una ebullición en las ruedas previas al 14 de noviembre. Por si eso fuera poco, el Banco Central chupó de los bancos otros $ 180.000 millones en depósitos, convertidos en Leliq, lo cual hace crecer la deuda del Tesoro y del BCRA a niveles enormes. 

Los que están en situación de pobreza cortaron puentes y las entradas principales en muchas ciudades denunciaron que el Gobierno no está entregando ni alimentos a los comedores para asistir a los que menos tienen. Y desde las empresas hubo diferentes resistencia, como desde Copal, la cámara que agrupa a las empresas de alimentos, diciendo que no acepta la lista planteada por Roberto Feletti, a lo que el secretario (casi con el estilo que tuvo en sus tiempos el exsecretario Guillermo Moreno) amenazando a las compañías diciendo: vamos a forzar que los precios bajen, enviando inspectores, sindicalistas y militantes a controlar. 

Guerra de precios

En medio de esta guerra de precios, que obedece exclusivamente a una emisión sin control, el país está otra vez sumergido en una guerra de precios. Tanto que Miguel Calvete, del Instituto de Estudios de Consumo Masivo salió a afirmar que “el congelamiento de precios tiene un tinte electoral y veo un diciembre complejo”. Y lo que es cínicamente criticable, es que pareciera que el Gobierno gana con la inflación alta, ya que licúa toda su deuda: los plazos fijos pagan 37% anual por doce meses, 15 puntos menos que la inflación, son una estafa, lo cual significa que el dinero que está en el banco se está licuando, y tiene cada día menos capacidad de compra. 

Frente a este cúmulo de situaciones que se veían en las calles argentinas, en otros países la realidad es completamente distinta. En Estados Unidos por ejemplo se informó ayer que, con una política laboral ultra flexible, el empleo se está recuperando a gran velocidad: Ayer se esperaba que hubiera 320.000 pedidos de seguro de desempleo y hubo sólo 293.000. Y, además, empezaron a llegar los primeros balances trimestrales (con cierre a setiembre) en Wall Street, y los bancos que siempre son los primeros en entregar los números anunciaron ganancias siderales, por lo que la Bolsa de Nueva York brilló, y el dólar volvió a sostenerse frente a otras monedas, a pesar de haber reconocido esta semana que tiene la mayor inflación en trece años. 

El dólar en el mundo 

Con todo ese movimiento, en el exterior el dólar subió 1,3% en Chile, 0,4% en Japón y 0,1% en Brasil, no cambió contra el euro y el mexicano y bajó 0,1% contra la libra. Mientras que en Argentina, esta vez sin tanta intervención oficial gracias al súper cepo recargado, los dólares financieros libres volvieron a subir otro escalón, mientras el Gobierno sigue anclando los dólares oficiales, lo cual convierte a la inflación en pesos en alta inflación en dólares, que tendrá fuerte impacto en el comercio exterior. 

Mientras el BCRA colocó $ 180.000 millones en Leliq al 38% y los bancos siguen pagando 37% por plazos fijos que se queman, el dólar turista bajó 9 centavos hasta $172,57. El dólar oficial bajó 5 centavos hasta $104,59 y el blue saltó 50 centavos hasta $185,50. Con el súper cepo recargado que traba todo, el BCRA sumó apenas US$ 21 millones a las reservas, hasta US$ 43.021 millones. El dólar Senebi subió 27 centavos hasta $191,27, el dólar MEP subió 33 centavos hasta $177,43 y el contado con liquidación subió 33 centavos hasta $177,53. Y así la brecha entre el dólar oficial y el blue fue del 77,4% y la del CCL con el mayorista fue del 79%. Mientras que medidos en pesos, la libra subió 14 centavos hasta $135,46, el euro subió 7 centavos hasta $114,90 y el real subió un centavo hasta $17,96.  

Los  títulos públicos 

Desde el lado de los títulos públicos no hubo demasiadas novedades, casi no se movieron y el riesgo país cedió una unidad, hasta 1.627 puntos básicos, nueve veces más alto que el valor que tienen los países vecinos. Y en el llamado de licitación que hizo el ministerio de Economía (que será acompañado mañana por un Manzur que de manera extraña viajó a New York en un avión de la provincia de Tucumán), con 409 ofertas, el Gobierno recaudó $46.403 millones en Ledes, Lecer, Lelites y bonos Badlar. El 67% del dinero tomado fue en una Letra del Tesoro nacional en pesos ajustadas por CER a descuento con vencimiento 30 de junio de 2022 (x30j2 – reapertura), el 13% en una Letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de enero de 2022 (s31e2 – reapertura), el 8% en una letra de liquidez del Tesoro en pesos a descuento con vencimiento 8 de noviembre de 2021 (nueva), el 7% en una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 28 de febrero de 2022 (s28f2 – reapertura) y el 4% en un bono del Tesoro nacional en pesos a tasa badlar privada más 5,25% con vencimiento 6 de febrero de 2023 (tb23p ? reapertura). 

Balances

A nivel bursátil, JP Morgan, Bank of America, Wells Fargo y Citi Y Morgan Stanley presentaron balances con ganancias que atragantan y gracias a ello, hubo subas del 1,5% al 1,7% en los principales índices de la Bolsa de Nueva York. Ayer al menos no importó que EE.UU. tenga alta inflación, tampoco importó que el empleo mejora bien, ni asusta el tapering que se iniciaría en tres semanas, con menos compra de bonos del Tesoro y de papeles hipotecarios. Tanto que ayer subieron los precios contado de los bonos de EE.UU. y hubo bajas en las tasas a vencimiento: 1,05% anual a 5 años, 1,51% a 10 años y 2% a 30 años. Con eso de fondo la Bolsa de México ganó otro 0,6%, pero la de San Pablo cedió otro 0,2% y la de Chile se sigue hundiendo. 

En el mercado argentino el resultado también fue muy positivo, aunque con algo para destacar. Con $1.337 millones operados en acciones y $4.501 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 2,2%. Mientras que los ADR locales que cotizan en Nueva York tuvieron más subas que bajas, con buen día para Cresud y otra jornada mala para YPF e IRSA P.  

Commodities en alza 

De fondo, mientras el dólar parece sostenerse frente a otras monedas, el dinero en efectivo sigue perdiendo valor en bloque contra las cotizaciones de las materias primas. Ayer el petróleo saltó otro 1,2%, los metales preciosos estuvieron muy firmes, hubo un salto del 2,5% para los metales básicos, subas del 0,8% para los granos e incluso las criptomonedas estuvieron sostenidas, aunque no de manera tan uniforme porque subieron demasiado en las últimas ruedas. 

¿Qué se puede venir? La palabra que reina es incertidumbre. Los sectores de ingresos bajos están en plena ebullición. Habrá una fuerte presión con los empresarios. Alberto (y Cristina) parecen haber cambiado en el último minuto y luego de rechazar movimientos para el domingo, ahora llaman a una movilización general en las plazas por el 17 de octubre, suponiendo que el mundo peronista saldrá a sostenerlos. Y debajo de todo eso hubo otro elemento que inquieta: el Covid volvió a mostrar un número de muertes más alto, fueron 52 los fallecidos, lo que nos deja en una situación de ceguera por lo que puede pasar en los próximos treinta días de campaña. 

Fuente: El Economista