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Dólar hoy: a cuánto cotiza este lunes 24 de junio

Se espera que durante esta semana y la que viene haya pocos vehículos de dolarización. El dólar CCL cerró la semana en su máximo histórico: $135.


Luego de que el dólar contado con liquidación (CCL) llegue a su máximo histórico de $135, en el mercado se espera que la semana que comienza pueda tener un ritmo atípico en materia de operaciones e incluso de cotizaciones, dado que quienes buscan dolarizarse contarán con menor cantidad de instrumentos.
Esto se debe a que el principal vehículo utilizado para hacerse de dólares financieros viene siendo el Bonar 2024 (AY24). Pero esta semana, debido al canje de bonos de legislación argentina, muchos inversores deberán entregar sus AY24 (al igual que sus Bonar 2020) y recién verán acreditados sus nuevos instrumentos el 7 de septiembre, por lo que habrá menos formas de dolarización financiera.
La semana pasada el CCL saltó un 6,5% para cerrar en $135, por lo cual el spread con la cotización mayorista cerró en el 83,5%. En simultáneo, el dólar MEP avanzó un 4,3% hasta los $129,52. El blue se ubica en $138 y el oficial minorista en $77,80.
“Si bien entendemos que el deterioro del Banco Central llevaría a un nivel de benchmark del CCL más alto que el actual, queremos hacer una advertencia respecto del comportamiento de las próximas dos semanas”, indicó Norberto Sosa, de Invertir en Bolsa, en un documento enviado a los clientes de dicho broker.
“El 1° de septiembre debería ser la fecha en la que se deberían entregar los bonos que participan del proceso del canje, por lo que va a haber una semana en la que el mercado se va a quedar con menos vehículos para operar el MEP y el CCL. Y no debemos olvidarnos del parking de la operatoria, por lo tanto, aguardamos un contexto más complejo y enrarecido para estos días. Si bien la operación se puede hacer a través de acciones argentinas y ADR's o de Cedears, hay algunas plataformas internacionales que no están queriendo operar con acciones argentinas para la conversión de acciones a ADR y, por lo tanto, creemos que va a haber una reducción de volumen”, agregó Sosa.
El analista de IEB consignó además: “Al mismo tiempo que se espera que el Gobierno intervenga el mercado de bonos. Es decir, en un mercado donde va a haber menos volumen, si realmente va a haber una intervención por parte del Gobierno, dando que tiene deuda en fondos públicos, podríamos estar teniendo dos semanas con movimientos, tanto en el MEP como en el CCL, que no tengan que ver con la tendencia de fondo. Recién a partir del 7 de septiembre podríamos tener un mercado que comience a normalizarse”.
En línea con estas apreciaciones, el presidente de la consultora Wise, Walter Morales, sostuvo: “Se viene dos semanas de pseudo feriado cambiario, porque, producto del canje de la deuda, va haber pocos bonos disponibles para comprar MEP y CCL, por eso todo lo que se haga será con un volumen tan escaso que los precios no serán referenciales. Es posible que el BCRA aproveche la situación para reducir la brecha, comprando contra dólar y vendiendo contra pesos. Pero la verdad es que puede suceder cualquier cosa con el valor del billete norteamericano”.
En tanto, un trader del mercado argentino avizoró: "Quizás por unos días debería caer el CCL, porque las empresas que necesitan vender dólares contra pesos no tienen parking, así que pueden seguir haciéndolo, mientras que los compradores van a tener difícil la operatoria".
Respecto de cuál va a ser el bono nuevo que reemplace al AY24 como el más popular para pasarse a dólares, todos los analistas coinciden en que el instrumento con vencimiento en 2030 es una fija.

Reservas

Aunque restan todavía computar nueve jornadas hábiles ya en lo que va de agosto el BCRA vendió reservas por u$s738 millones, superando el máximo de mayo (u$s679 M). Se trata así de la mayor venta neta de divisas del año, las que hasta ahora acumulan un total de u$s1.201 millones. Ya a comienzos de mes este diario advirtió que agosto venía peor que julio, que de por sí había sido inquietante porque del junio comprador (tras las nuevas restricciones cambiarias) que dejó un saldo positivo de u$s672 millones se pasó nuevamente a un mes vendedor (u$s568 M). Pero lo ocurrido en julio, efecto aguinaldo y cuarentena mediante, se intensificó en agosto a pesar de las noticias alentadoras sobre el canje de la deuda externa.
En las dos primeras semanas de julio, que fueron cortas por sendos feriados, el BCRA vendió a razón de u$s75 millones diarios en la primera y u$s19 millones en la segunda. En ambas semanas vendió u$s284 millones. Y en el arranque de agosto los promedios diarios de ventas netas de divisas se elevaron a u$s95 millones y u$s53 millones en la primera y segunda semana respectivamente. En total en dicho período el BCRA vendió reservas por u$s742 millones (u$s477 M en la primera y u$s265 M en la segunda). De ahí que a nadie sorprendieran los rumores sobre nuevas modificaciones en el régimen cambiario, sobre todo, con relación al cupo de compra mensual para atesoramiento (dólar ahorro).
Es que el goteo de reservas no solo inquieta al Gobierno sino al mercado en su conjunto. Solo basta con ver el derrotero de las reservas brutas, las netas y el de las disponibles. El Gobierno comenzó con un stock de reservas brutas de u$s44.800 millones, hoy está en u$s43.050 millones. Pero las reservas netas (excluyen los encajes de los argendólares y los swaps con China y con el BIS) pasaron de u$s13.600 millones a unos u$s10.000 millones. La situación se complica aún más si se observa el stock de las reservas disponibles (excluyen de las netas el oro y los DEG del FMI) ya que de aproximadamente u$s8.000 millones cuando asumió Alberto Fernández, hoy quedan poco más de u$s3.000 millones. Por suerte, los depósitos privados en dólares (argendólares) volvieron a crecer, muy modestamente, pero volvieron a niveles de u$s17.250/17.290 millones lo cual, vía encajes, compensó el escurrimiento de las reservas líquidas. No puede soslayarse que todo esto se dio con cepo cambiario.
Es decir, el BCRA vendió reservas a pesar de las restricciones imperantes. Además no se trata solo del “dólar ahorro”, porque la inyección de pesos que debió realizar el BCRA para financiar el déficit del Tesoro por algún lugar iba a drenar, sobre todo, en medio de una pandemia y cuarentena. Basta con señalar que desde la cuarentena original los depósitos privados en pesos han crecido en más de $1,1 billones (algo así como u$s15.000 M al oficial o u$s8.500 M al blue).
De este billón de pesos estacionado en los bancos, $276.000 millones quedaron en cuentas a la vista, $344.000 millones en cajas de ahorro y $520.000 millones en plazos fijos. Hoy el total de depósitos privados en pesos supera los $4,3 billones. A pesar del aumento de los depósitos privados en pesos, el crédito privado en pesos apenas creció $410.000 millones en este periodo. Lo que explica la liquidez excedente y su correlato en los pasivos remunerados del BCRA.
Desde marzo, cuando se instauró la cuarentena, la tenencia de dinero del público aumentó en $444.000 millones, aunque la base monetaria solo creció en $250.000 millones. En una economía bajo cuarentena y en recesión el exceso de dinero fue buscando lógicos destinos, consumo y/o ahorro. Mucho para consumir, más que lo esencial no había y las opciones de ahorro no fueron tan atractivas, por ende, el refugio tradicional, el dólar, fue la caja de resonancia. Gracias a Dios que ese billón de pesos quedó en los bancos sino las cotizaciones de hoy serían de otro calibre.


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