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¿Por qué las bolsas se deslizan día a día por una perezosa y cansina rutina? Veamos

Alzas al cierre de las bolsas europeas, en una jornada en la que se ha instalado entre los inversores, fruto de los continuos rumores en esa dirección, que el acuerdo comercial de Fase I entre EE.UU. y China está cerca de producirse. De cualquier forma, el movimiento lateral de las últimas semanas se mantiene, y el volumen de operaciones finalistas cada día es más bajo.
“Cabe preguntarse por qué las Bolsas no se mueven, y se deslizan un día sí y otro también en una perezosa y cansina rutina, con leves ajustes más al alza que a la baja, en función, normalmente, del último tuit de Trump o del último comunicado del Gobierno chino”, se pregunta Juan Carlos Ureta, presidente ejecutivo de Renta 4 Banco. Da varias razones:
Tres son las convicciones que explican lo aburrido de este mercado.
Una primera respuesta es el "paradigma" al que aludió Draghi en su despedida, a saber, los Bancos Centrales han logrado convencer a los inversores de que los tipos bajos van a estar ahí para siempre y eso provoca el pánico a quedarse fuera, y mueve a invertir hoy mejor que mañana, y a aprovechar la más mínima caída para comprar.
Una segunda convicción que se ha extendido entre los inversores y que explica la bajísima volatilidad es que no hay recesión a la vista. En este sentido, tanto las cifras macroeconómicas que se van conociendo como los resultados empresariales muestran una economía de crecimiento bajo, "mediocre", pero no en recesión ni, en la lectura de los inversores, amenazada de recesión próxima. Los ciclos recesivos, se piensa, son cosa del pasado.

Estas tres convicciones (tipos cero para siempre, crecimiento positivo perpetuo aunque bajo, acuerdo comercial sí o sí) son bastante discutibles, pero se han convertido en eso que la semana pasada llamábamos "narrativas" muy sólidas para las Bolsas, y hoy por hoy parecería que solo un "accidente" político podría despertar a los inversores de su complacencia.Una tercera convicción que mueve a las Bolsas a no bajar es la de que al final habrá acuerdo comercial, porque Trump es un maestro de la negociación.
Desde el punto de vista técnico, las conclusiones similares. Así lo cree Nicolás López de M&G A.V.
No ha habido apenas novedades en el escenario técnico desde nuestro anterior informe hace dos semanas. Los índices han entrado en una fase de pausa con un movimiento lateral en un rango muy estrecho. Han dejado de avanzar, pero de momento apenas han retrocedido nada en espera del esperado desenlace de las negociaciones entre China y EEUU. El próximo 15 de diciembre es la fecha límite en que, en ausencia de un acuerdo, EEUU implementaría nuevos aranceles sobre la práctica totalidad de las importaciones de China. Las inevitables dudas que están surgiendo en esta recta final de las negociaciones han impuesto cierta prudencia en los mercados después de las fuertes subidas anteriores.

La subida de la bolsa en los últimos meses ha desafiado el entorno macro de desaceleración, un año flojo de beneficios empresariales y la incertidumbre política en muchos frentes. Los índices acumulan subidas de más del 20% en promedio, aunque es cierto que en buena medida ese avance es la recuperación de lo perdido el año pasado. Pese al entorno aparentemente adverso, los índices norteamericanos han alcanzado recientemente nuevos máximos históricos y los europeos está empezando a superar niveles que no superaban desde el año 2015. Es la dificultad de los mercados alcistas, lo que los mercados han bautizado como el “wall of worry” (muro de preocupación). Durante un mercado alcista los mercados tienden a ir por delante de lo que se observa en la realidad de la economía y las empresas, lo que se traduce en que los inversores tienen siempre que desafiar un entorno de incertidumbres para acompañar la subida del mercado. Lo sucedido este año es un claro ejemplo de ello y como muestra el hecho de que pese al comportamiento alcista de las Bolsas mundiales los fondos y ETFs de renta variable han estado registrando salidas netas de dinero durante todo el año, dinero que se ha refugiado en la renta fija.
El mensaje que transmiten los índices no es unánime, nunca lo es, pero en general apunta a la continuidad del movimiento alcista en los próximos meses. Los índices norteamericanos están liderando el movimiento con sus nuevos máximos históricos. Los europeos también están mostrando una gran fortaleza, aunque todavía tienen pendiente la superación de los máximos de 2015 y 2017 que tienen ya a la vista.
Una parte todavía dudosa son los emergentes que de momento se han sumado tímidamente a la recuperación. Y con ellos el Ibex que se ha descolgado en las últimas semanas del avance del resto de bolsas europeas. En parte puede estar relacionado con las elecciones y las incertidumbres que plantea un eventual Gobierno con Podemos y nacionalistas, y algo puede estar pesando también la exposición del Ibex a emergentes. En todo caso, si se confirma el escenario positivo en el resto de índices europeos, tarde o temprano el Ibex se sumará al movimiento. La superación del 9.600 sería la señal clave para el Ibex.


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