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Los activos que pueden multiplicar tus ganancias

Si aprovechás las tendencias, te llenás de plata con los ETFs apalancados.
Estimado lector,

El día de ayer, ContraEconomía lanzó una investigación exclusiva sobre lo que está pasando con el Bitcoin.

En este momento hay una oportunidad histórica para invertir en este mercado. Y si sos como yo, seguramente no la vas a querer dejar pasar. Aquí podés ver todos los detalles. 

Más allá de si pensás que el Bitcoin es una burbuja o un fraude, te recomiendo que la mires. Ya que hay una oportunidad concreta de ganar mucho dinero.

Y de hecho, el día de hoy pensaba hablarte sobre activos que pueden multiplicar tus ganancias.

Sabemos que en la vida real que hay vínculos sanos y tóxicos. Los sanos son aquellos que nos resultan gratificantes, los que nos permiten explotar nuestro potencial y hacernos crecer. En cambio, los tóxicos son aquellos que nos estancan y/o nos hacen retroceder en el camino de nuestro desarrollo personal.

De la misma manera, en los mercados financieros encontramos un conjunto de activos que tienen la capacidad de potenciar o derrumbar las carteras.Posiblemente ya oíste hablar de ellos: los fondos cotizados.

Los Exchange Traded Funds (ETFs) son fondos de inversión que, a diferencia de los tradicionales fondos comunes de inversión, cotizan en los principales mercados bursátiles del mundo. Por lo tanto, se pueden comprar o vender a lo largo de una sesión al precio vigente en momentos determinados.

Esto no lo podés hacer si invertís en fondos comunes de inversión convencionales (FCI). Ahí tenés que esperar al cierre del mercado para conocer el valor de la cuotaparte, que vendría a ser el precio de cada unidad del FCI.

Los ETFs reproducen la performance de índices bursátiles, o grupos de acciones y bonos. Se distinguen por país o región geográfica, por sector económico, o clase de activo. Hay ETFs tradicionales, que mejoran con la suba del mercado, e inversos, que suben con la caída de los activos que replican.

También están los fondos cotizados que siguen los movimientos de commodities y monedas, y los apalancados, que magnifican los movimientos diarios de los activos a los que siguen. 


Además de su mayor liquidez, las otras ventajas que tenés al comprar los fondos cotizados es que incorporás a tu cartera un activo diversificado, y pagás comisiones y gastos de administración muy bajos, comparados con los que abonás cuando invertís en un fondo común tradicional.

Hace unos meses estuvo resonando la posibilidad de que se autorice la oferta pública y negociación en el mercado local de los fondos cotizados. Pero, por ahora, el proyecto está en stand by.

Actualmente podés acceder a toda la familia de los fondos cotizados de Wall Street si tenés una cuenta en un bróker de Estados Unidos o si tu Agente de Bolsa local puede operar en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE).

En este último caso, para comprar los ETFs tenés que tener disponibles dólares cable en tu portafolio. Podés conseguirlos haciendo un par de operaciones: comprás bonos en dólares usando pesos, por ejemplo el Bonar 24, y los vendés a la cotización en dólares cable (en el panel lo ves junto al ticker AY24C). 


Supongamos que el índice oscila entre los $ 100 y $ 105 durante 90 días. Un día sube un 5 por ciento y al otro día retrocede un 4,76 por ciento. Si repetimos esta secuencia hasta el día 90, vemos que el índice finaliza en el mismo valor con el que empezó y los ETFs inversos, en cambio, pierden prácticamente todo su valor. 

Esto es así porque, en este ejemplo, los inversos bajan más de lo que suben. La versión simple baja a diario un 5 por ciento durante 45 días y asciende un 4,76 por ciento por día el resto de las jornadas.

En cambio, como podemos ver en el gráfico, los apalancados se deprecian a una velocidad incluso mayor. A medida que aumentamos la palanca, más rápidamente se licúa su precio, pese a que el índice casi ni se mueve.

Los apalancados pueden hacerte llenar de plata cuando el activo que reproducen se mueve en tendencia. Por ejemplo, en el último año el precio del petróleo subió un 33 por ciento desde los 51,88 hasta los 69,58 dólares actuales. Si hace un año hubieras invertido en el UWT (un fondo cotizado que replica los movimientos diarios del petróleo y los multiplica por tres), habrías ganado un 123 por ciento.



Técnicamente los apalancados, tanto en su versión tradicional como inversa, se denominan Exchange Traded Notes (ETN). Estos fondos cotizados son instrumentos de deuda no garantizada, y en caso de quiebra de su emisor nos pueden llevar a que perdamos toda la inversión.

El emisor opera con productos derivados como contratos de futuros, opciones, futures y swaps para alcanzar sus ambiciosos objetivos de duplicar o triplicar el rendimiento diario del activo o índice al que replica. Pero no incluyen un activo de garantía.

Al ser muy riesgosos, te recomendaría que los usaras por poco tiempo, con discreción, en los momentos en los que la tendencia es muy favorable, y obviamente si podés bancarte grandes variaciones de su precio.

Por último, los fondos cotizados que siguen el comportamiento de materias primas y monedas se llaman Exchange Traded Commodities (ETC). Hay dos tipos de ETC: los físicos, que compran físicamente las materias primas o las divisas y los usan como garantía, y los sintéticos, que operan con derivados vinculados a estos activos y no tienen respaldo.

Invertir en los fondos cotizados puede implicar asumir un nivel de riesgo que puede que esté muy alejado de tus preferencias. Pero, a la vez, puede darte muchas alegrías.

Si el riesgo no te preocupa, te sugeriría que los tuvieras por poco tiempo, y estés siempre atent@ a sus variaciones para saber cuándo entrar y salir.

Hasta la semana que viene,

Bruno Perinelli

Para CONTRAECONOMÍA