Hubo
también un llamado a la dirigencia gremial a acompañar los cambios: “La
educación tiene que separarse de la política partidaria”, dijo una funcionaria
del Palacio Sarmiento
En el panel dedicado a la
temática educativa del 54° Coloquio de IDEA, especialistas del área advirtieron
que es prioritario y necesario mejorar el nivel secundario porque “hay
porcentajes inadmisibles” de deserción, así como imprimir cambios en el área de
las Matemáticas para alinear el sistema de enseñanza al perfil de profesionales
que necesita el país.
Además, hicieron hincapié en el rol que deben desempeñar los empresarios
para articular la escuela con el mercado laboral.
En el
comienzo de la jornada final del encuentro empresario, que se desarrolla en Mar
del Plata, se analizó la situación del sistema educativo argentino con la
exposición inicial de Daniel Schteingart, doctor en Sociología (Univ. San Martín – CONICET),
que advirtió la necesidad de despojarse de creencias a veces erróneas para
poder debatir sobre los cambios necesarios.
En ese marco, Schteingart
apuntó que no es cierto que el nivel educativo argentino sea cada vez peor, al
precisar que la tasa de analfabetismo de los jóvenes de 15 a 25 años hoy está
en mínimos históricos y va cayendo década tras década y que la escolarización
de personas de 25 a 65 años ha ido creciendo, como ocurre en el resto de
Latinoamérica, aunque reconoció que el status de élite en la calidad ha
mermado.
El especialista
en desarrollo económico y columnista radial en "Tarde para nada" indicó
que también es falso que el nivel de deserción de la escuela secundaria haya
crecido (el porcentaje de jóvenes de 21 a 30 años que concluyó sus estudios
medios es más alto que hace 10 o 15 años, precisó), de la misma forma que no es
verdadero que los sectores de menores recursos no llegan a la universidad,
aunque admitió que hay una sobrepresentación (de cada 100 estudiantes
universitarios, 19 son pobres).
Schteingart
dijo que es “discutible” que la enseñanza de la escuela privada sea mejor que
la pública, puesto que los rendimientos dependen más de los entornos familiares
y socioeducativos de los alumnos; pero reseñó que la Argentina tiene de las
tasas más altas de estudiantes en el sector privado de Latinoamérica (30 por
ciento en primaria y 25 por ciento en secundario) que se revierte en los
estudios superiores porque junto con Uruguay tienen las tasas más altas en las
universidades públicas.
El
sociólogo reconoció que a mayor nivel educativo es menor la tasa de desempleo y
empleo informal, pero desestimó que ese grupo reciba mejores salarios, y
consideró que puede ser debido a que hay sobreoferta de trabajadores con título
universitario y ha aumentado en algunos sectores específicos la demanda de
niveles educativos más bajos.
Schteingart indicó que nuestro PBI per cápita es demasiado alto para el
nivel de calificación de nuestro mercado laboral, que relacionó con el
potencial en recursos naturales; confirmó que el conurbano bonaerense concentre
la mayor cantidad de jóvenes
que no estudian ni trabajan y reflexionó que es “probablemente verdadero” que
los trabajadores con menor nivel educativo sea más vulnerable a la
automatización.
La
periodista Luciana Vázquez, especialista en Educación, fue la que puso en
contexto en su rol de moderadora la temática que abordó el panel denominado
“Liberando el potencial de la Argentina”: en la provincia de Buenos Aires, los
gremios llevan 26 días de paro en lo que va del año y desde 2006 se perdió casi
un año escolar por huelgas; y la participación de los alumnos en la última
prueba Aprender rozó el 67 por ciento, lo que consideró que evidencia el bajo
involucramiento de la sociedad.
Vázquez advirtió
sobre el estancamiento de todo el sistema y la pérdida de calidad y comentó que
un empresario como Bill Gates invierte 500 millones de dólares anuales para
cambiar la educación estadounidense sin haber logrado hasta ahora los
resultados esperados: “Esto demuestra que no alcanza la voluntad de un
millonario, el problema es realmente complejo”, subrayó.
Desde el
sector gubernamental, Elena Duro, secretaria de
Evaluación Educativa del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología
de la Nación, admitió que hay “porcentajes inadmisibles para nuestro país” de
jóvenes que no terminan la escuela media y remarcó que por eso se puso en
marcha el plan de reforma Secundaria 2023 y las becas Progresar para orientar
el ingreso en las universidades en áreas de vacancias.
La funcionaria, que también trabajó muchos años en UNICEF, reconoció que
uno de los problemas principales de la educación argentina son las Matemáticas
(las pruebas Aprender indicaban déficits persistentes en el área para todos los
niveles socioeconómicos, argumentó) y confirmó que por ello se implementará
desde 2019 un plan piloto que cambiará la forma de enseñarla que
implicará la capacitación de 75.000 docentes. Las necesidades de
La secretaria de Evaluación Educativa precisó que
los propios maestros reconocieron que el programa de Matemáticas era muy
extenso y necesitaban capacitación, y que los alumnos decían que no entendían
las clases. Pero, además, indicó que en algunas provincias el déficit de
profesores de matemáticas supera el 50 por ciento.
Duro dijo que la reforma de la escuela secundaria
implica cambios en la forma de enseñar, trabajando por proyectos y de forma
interdisciplinaria, así como profundizar sobre gestión, capacitación y
planificación: “Tenemos que seguir haciendo cambios muy profundos, apoyarlos e
ir viendo en el camino qué hay que corregir. Sumémonos, seguramente nadie
quiere que le vaya mal a la educación. La educación tiene que separarse de la
política partidaria”.
En un mensaje dirigido al sector sindical, la
funcionaria añadió: “Quiero creer que el sector dirigente no va a seguir
abandonando el barco. Hay que aspirar a una dirigencia más madura en todos los ámbitos.
Los docentes son los mismos mayoritariamente y muchas veces hacen el paro a la
mañana (en la escuela pública) y van a la tarde (a sus cargos en escuelas
privadas)”.
Duro cerró su exposición pidiendo la colaboración
del sector empresarial para mejorar el vínculo de la escuela con el mercado
laboral: Una alianza estratégica en proyectos claves, no diseminados, que no
genere temor en la escuela pública. El Estado necesita mejorar la escuela
pública”.
Sobre este punto, Marcelo Cid, Cofundador y Presidente
de Apex América y Cofundador y Presidente de Fundación Córdoba Mejora, hizo
hincapié en el compromiso que debe tener el sector empresarial para ayudar a la
mejora del sistema educativo y, en especial, profundizar el vínculo del
secundario con el mercado laboral.
“¿Qué podemos hacer los empresarios? Lo primero es ponernos al servicio,
escuchar y aprender porque hay gente que está trabajando hace mucho tiempo en
el campo educativo.
Se debe terminar el secundario. Es inaceptable que en Córdoba inicien 60 mil
chicos y más del 40 por ciento no terminen. ¿Qué clase de sociedad permite que
se genere eso?”, inquirió.
Cid
relató que la fundación que dirige desarrolló un programa sobre gestión y
planificación destinada a directores de escuelas secundarias de Córdoba, de dos
años de formación, donde se transmite la experiencia de las empresas y se abre
el mundo del trabajo a la escuela porque actualmente “somos mundos lejanos”.
“La mayor
dificultad que tenemos es salir del escepticismo, nosotros podemos colaborar
con la escuela. Tenemos mucho para dar, tenemos que ponernos en marcha. Si
hacemos cosas diferentes vamos a ser mirados de forma diferente”, instó.
A su
turno, Alejandra Cardini, directora del Programa de Educación del
Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento
(CIPPEC), advirtió que la “clave” para mejorar el sistema educativo está en el
nivel secundario porque, de esa forma, “vendrán los ingenieros, los analistas
de sistemas y demás profesionales que se necesitan”.
La
especialista identificó tres desafíos al respecto: lograr que los estudiantes
concluyan en tiempo y forma el secundario (de cada 100 chicos que entran, más
de la mitad no llegan a quinto año y sólo 27 por ciento concluye con la edad correspondiente);
mejorar las Matemáticas (7 de cada 10 alumnos no mostraron resultados
satisfactorios en el área); y revertir la inequidad (en sectores bajos 9 de cada
10 estudiantes más pobres no tuvieron resultados satisfactorio en matemática y 4 de cada 10 en sectores más ricos).
Al
evaluar cómo puede colaborar el sector empresario con la educación pública,
Cardini consideró que hace falta una “alianza sinérgica” y abundó que “la clave
es la flexibilidad de todos los sectores. El acercamiento debe ser de largo
plazo, no un proyectito. A un ministerio no solo le importa la plata, hay cosas
que se sabe que los empresarios saben hacer mejor”.
También Alfredo Vota, director general del Cieda (Centro de Innovación Educativa),
advirtió que “el gran problema educativo
es el secundario porque tenemos una matriz que atrasa un siglo” y puso como
ejemplo que el alumno que no aprobó satisfactoriamente la cursada no cuenta con
respaldo institucional para rendir el examen en diciembre o marzo.
“Hay que
pensar esa caja negra de la escuela y darle otro formato”, “hoy el rol de le
escuela secundaria debe ser que el alumno se pueda insertar en el mundo
laboral”, sentenció Vota, también representante del polo educativo Dante-
Hölters y socio gerente de la Consultora Nussholdvota.
Tras subrayar la importancia de la
convergencia del sistema educativo con el empresariado y señalar que el Centro
de Innovación está trabajando con Tenaris en la capacitación de docentes, Vota remarcó
que “La educación tiene que estar mirando a la empresa y la empresa a la
educación y tienen que hacer cosas juntos”.
En
representación del comité organizador del 54 Coloquio, Roberto Alexander (director de IDEA y
presidente y gerente general de IBM Argentina) enfatizó que “tenemos una
necesidad imperiosa por actuar rápidamente. La oportunidad que tenemos frente a
nosotros es enorme” y, citando el lema del encuentro, sentenció: “Sin duda, Educación
es cambio cultural, soy yo y es ahora”.
En
coincidencia, Silvia Bulla (country
Leader at DuPont Specialty Products Division) remarcó que “en nuestro rol de
empresarios tenemos una oportunidad única de trabajar en educación, va a llevar
muchos años para hacer un cambio significativo”, mientras que Federico Procaccini (Ceo de Openbank
Argentina) sostuvo que “está en nuestra mano facilitar y ayudar a nuestros
empleados que no lo hicieron, a que puedan terminar el secundario” y pidió que
el año próximo no se vote en las elecciones pensando solo en el plan económico
de los candidatos presidenciales sino también a su plan educativo.
Finalmente, Mario Bosch (cofundador
y Ceo de Adecoagro) subrayó al cierre del panel que los especialistas que
hablaron sobre la educación “nos interpelan y nos hacen tomar verdadera consciencia de lo
que es la situación. Los trabajos están cambiando y necesitamos muchos más
ingenieros”.