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ESTA DECISIÓN DE LOS EE.UU. PODRÍA TERMINAR CON INTERNET COMO LA CONOCEMOS (Y CON NETFLIX)

Esta semana la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos reveló un plan para deshacer las regulaciones que aseguran la “neutralidad de la red” en Internet. Si bien el impacto directo se dará en el país del Norte, hay razones para preocuparse: puede afectar la experiencia de los usuarios con servicios como Netflix y HBO Go.
¿Qué significa “neutralidad de la red”? Es, sencillamente, el principio que obliga a los proveedores de servicios de Internet, así como a los gobiernos y organismos supranacionales que la regulan, a tratar todo el tráfico de datos de manera igualitaria, sin discriminar o realizar cobros diferenciados de acuerdo a los contenidos, plataforma, aplicación y tipo de equipo utilizado para acceder. En castellano, tu proveedor de Internet no puede cobrar extra porque alguien ve una serie en Netflix o escucha música en Spotify en lugar de solo recibir mails y usar WhatsApp para enviar mensajes de texto.
En primer lugar, lo que podría suceder es que las empresas proveedoras le exijan a compañías Over-the-Top (las que obtienen sus ganancias gracias a la red de redes –y su infraestructura-) como Netflix (o Google o Facebook) a pagar extra por utilizar ancho de banda extra. Dato: ya en 2016, Netflix era responsable del 37% del tráfico de Internet en los Estados Unidos.
Y, para peor, el siguiente paso podría ser cobrar directamente a los clientes por acceder a determinados sitios web, de la misma manera en que las compañías proveedoras de televisión paga cobra por los canales Premium.

¿Cómo se ve la web en un país donde no hay neutralidad de la red?

Un ejemplo de lo planteado en el subtítulo anterior es Portugal. Allá, al igual que en España, los proveedores de Internet móvil ofrecen diferentes paquetes de acuerdo a las Apps que el usuario quiere utilizar. Por ejemplo: si uno quiere ver videos en Netflix y YouTube sin pagar extras exorbitantes por los datos, hay que agregar un paquete de 5 euros. Lo mismo pasa con las redes sociales o con los servicios de mensajería.
¿Cómo funcionaría entonces, en caso de que se dé el escenario más extremo posible? Los proveedores estadounidenses ofrecerían un paquete básico que garantizaría acceso a servicios como el mail y la Wikipedia, así como buscadores, y le agregaría paquetes temáticos como los mencionados en el párrafo anterior. Entonces, para que Netflix o Amazon Prime Video no se corten, habría que pagar un extra.
Esto podría llevar a que aquellas empresas que no puedan pagar los fees extras que podrían requerir los proveedores terminen dando un peor servicio, lo que redundaría en un aumento de la posición de las empresas que dominan el mercado (ejemplos concretos: Google y Facebook podrían hacer frente a un problema de estas características pero una App pequeña pero útil –Cabify o incluso alguna grande local como MercadoLibre-). Concretamente, AR&T y Time Warner están en pleno proceso de fusión (aunque parece que el Departamento de Justicia estadounidense estaría planeando llevarlos a juicio). Esta megaempresa sería, por un lado, proveedora de Internet y, por el otro, dueña de HBO. En el peor de los casos, podrían bloquear el acceso a Netflix para que sus clientes tengan que usar si o si HBO. Obvio, otra empresa ofrecería acceso más barato a Netflix y así. Pero no todos los proveedores llegan a todos los lugares. ¿Los más afectados? Los clientes.
“No en el corto plazo, pero en el largo plazo lo que va a terminar pasando es que el mundo va a terminar adoptando lo que ahora suceda en los Estados Unidos, por más que ahora la mayor parte de la regulación global esté hoy a favor de la neutralidad", plantea Hernán Arcidiácono, CTO de la compañía argentina de telefonía e Internet IPlan.
Para entender mejor el asunto, Juan José D’Alessandro, director Comercial para América del sur de Softtek, propone una analogía muy cercana. “Al principio de Internet de las Cosas los jugadores más fuertes venían del lado del software pero luego, cuando apareció el negocio, los que se terminaron quedando con él fueron las empresas de telecomunicaciones”, argumenta. “Ellas son las que tienen la mayor cantidad de información de los usuarios y, cuando vieron el  negocio decidieron que querían participar.”
"No abrimos con esto la puerta para que trate el tráfico de manera diferente y que esto termine afectando a cuestiones como la Internet de las Cosas, más allá de la pauta de transparencia que está planteando la FCC", se pregunta Arcidiácono.  "Esto facilita las trasgresiones, los bloqueos y las rebajas en la capacidad del tráfico."
En relación con la neutralidad de la red y los efectos que podría tener en el día a día para los usuarios, D’Alessandro dice que “va a terminar siendo una negociación de tres partes, el gobierno, los proveedores y aquellos que generan los contenidos”.

¿Podría afectar a la Argentina?

Hay que decir que la neutralidad de la red está garantizada por la Ley 27.078, también conocida como “Argentina Digital”, así que a priori no. Pero al ser Netflix, y Google y Facebook, empresas estadounidenses, quizá los aumentos de costos allá redunden en aumentos acá. “Habría que ver quién paga los costos”, dice Ariel Graizer, presidente de la Cámara Argentina de Internet (Cabase). “Aún hay mucho desconocimiento para aseverar algo a priori pero mi primera sensación es que no va a afectar a la Argentina. Quiero apostar a que no haya un cambio en esta situación pero hay que esperar a que se renogocien los contratos para poder hablar en serio.”
Por su parte, el CTO de IPlan no imagina que "una empresa de allá va a trasladar costos a la Argentina, por lo menos en el corto plazo". Aunque, agrega, "siempre el que va a terminar pagando es el consumidor, sea a Netflix o al carrier."
(Fotografía: Flickr)


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