Las condiciones
financieras son las mejores de los últimos diez años
- Luego de deteriorarse levemente en julio y agosto, el ICF en septiembre
tuvo la mayor mejora mensual del año, luego de haberse conocido los resultados
de las PASO, y así alcanzó los 65.3 puntos, el mejor registro de los últimos
diez años
- Las condiciones financieras se ubican en zona de
confort desde abril de 2016, meses antes que comenzara la recuperación de la
actividad económica, que ya ha enhebrado cinco trimestres consecutivos de expansión
respecto al trimestre anterior
- Luego de haberse deteriorado en los últimos tres meses,
las condiciones locales mejoraron gracias a la suba de Merval y la compresión
del riesgo legislación y del riesgo país, en tanto las condiciones externas,
tras haber tenido en agosto la primer caída desde el triunfo de Trump,
volvieron a mejorar gracias a una menor volatilidad en commodities y acciones
de EEUU
Tras conocerse los
resultados de las PASO, las condiciones financieras de la economía argentina
tuvieron el mayor avance mensual de este año y alcanzaron el mejor registro de
los últimos diez años. En septiembre el ICF se ubicó en 65.3 puntos, avanzando
6.6 puntos en el mes, gracias a un repunte tanto de las condiciones locales,
que venían de caer los tres últimos meses, como de las externas, que en agosto
habían caído por primera vez desde el triunfo de Trump en noviembre de 2016.
Las
condiciones financieras se ubican en zona de confort desde abril de 2016, es
decir, desde hace un año y medio. Unos meses más tarde comenzó la expansión de
la actividad económica, que ya ha acumulado cinco trimestres consecutivos de
crecimiento respecto al trimestre anterior (III-IV de 2016 y I-II-III de 2017).
Es un resultado destacable, en tanto la economía argentina siempre creció
cuando las condiciones financieras permanecieron en zona de confort por un
lapso prolongado.
La mejora que registraron
tras conocerse los resultados de las PASO se explicó sobre todo por el aumento
del Merval y la compresión del riesgo legislación y del riesgo país. La mejora
mensual no fue mayor sobre todo por una nueva caída en la liquidez bancaria de
largo plazo, motorizada por el rápido crecimiento de los créditos privados. Las
condiciones locales permanecen zona de confort desde febrero de 2016.
A esta mejora mensual en las condiciones locales, se le sumó un nuevo
repunte en las condiciones externas, que en agosto habían tenido su primer
deterioro mensual desde el triunfo de Trump. En septiembre las condiciones
externas alcanzaron los 35.3 puntos, mejorando 4.6 puntos respecto a agosto,
sobre todo por una menor volatilidad en el mercado de futuros de commodities y un menor costo de las
coberturas en el mercado accionario de EEUU (VIX). Este avance no fue mayor por
un leve repunte en la volatilidad de las monedas emergentes y una tenue merma
en la liquidez global. Las condiciones externas permanecen zona de confort
desde diciembre de 2016.
Si bien tras el triunfo de Trump la suba de las tasas más largas y el
mayor empinamiento y volatilidad de la curva soberana de EEUU afectaron a las
condiciones externas, desde marzo especialmente la curva se ha tendido a
aplanar. En septiembre se mantuvo sin cambios, lo que indica que el mercado de
bonos mantiene su cautela respecto al futuro económico en EEUU, lo que
contrasta con el mercado accionario, que sigue mostrando avances importantes. A
fines de septiembre la FED anunció que a partir de este mes comenzará a
desarmar muy gradualmente su hoja de balance, lo que hasta ahora no ha tenido
un efecto destacable sobre la dinámica de los mercados. El plan anunciado
involucra dejar de refinanciar una porción de sus activos que van amortizando,
por un monto cercano al 1% de su hoja de balance hasta diciembre y por algo menos
del 10% durante el año próximo.
Índice
|
Variación
del índice |
|||||||
sep-17
|
ago-17
|
sep-16
|
-1M
|
-12M
|
||||
ICF (1+2)
|
65.3
|
•
|
58.7
|
•
|
31.9
|
•
|
6.6
|
33.3
|
Condiciones locales (1)
|
30.0
|
•
|
28.0
|
•
|
35.9
|
•
|
2.0
|
-5.9
|
Acciones (Merval)
|
12.4
|
•
|
9.9
|
•
|
5.1
|
•
|
2.6
|
7.4
|
Liquidez de corto plazo (Badlar - Call)
|
9.8
|
•
|
9.9
|
•
|
7.8
|
•
|
-0.1
|
2.0
|
Riesgo país (EMBI Arg - Global)
|
9.3
|
•
|
8.4
|
•
|
9.0
|
•
|
0.9
|
0.4
|
Riesgo legislación (NDF 1Y - ROFEX 1Y)
|
7.0
|
•
|
5.3
|
•
|
6.1
|
•
|
1.6
|
0.9
|
Brecha cambiaria (blue chip - oficial)
|
4.9
|
•
|
4.9
|
•
|
4.9
|
•
|
0.0
|
0.0
|
Confianza en bancos (depósitos en US$)
|
4.7
|
•
|
5.2
|
•
|
13.2
|
•
|
-0.5
|
-8.5
|
Inflación (core mensual)
|
2.9
|
•
|
2.3
|
•
|
1.3
|
•
|
0.6
|
1.6
|
Tasa de interés (Badlar privada)
|
-5.4
|
•
|
-4.9
|
•
|
-6.9
|
•
|
-0.5
|
1.5
|
Devaluación esperada (NDF 1Y - NDF 1M)
|
-6.9
|
•
|
-6.9
|
•
|
-4.1
|
•
|
0.0
|
-2.8
|
Liquidez de largo plazo (depósitos - créditos)
|
-8.8
|
•
|
-6.2
|
•
|
-0.4
|
•
|
-2.6
|
-8.4
|
Condiciones externas (2)
|
35.3
|
•
|
30.7
|
•
|
-4.0
|
•
|
4.6
|
39.2
|
Acciones EEUU (VIX)
|
7.3
|
•
|
6.0
|
•
|
4.1
|
•
|
1.3
|
3.2
|
Acciones emergentes (volatilidad)
|
7.1
|
•
|
6.5
|
•
|
2.8
|
•
|
0.6
|
4.3
|
Commodities (volatilidad en futuros)
|
6.5
|
•
|
3.9
|
•
|
0.7
|
•
|
2.6
|
5.8
|
Monedas emergentes (volatilidad)
|
5.6
|
•
|
6.4
|
•
|
-0.9
|
•
|
-0.8
|
6.5
|
Riesgo europeo (CDS 5Y IG)
|
4.0
|
•
|
3.9
|
•
|
2.0
|
•
|
0.1
|
2.0
|
Confianza entre bancos (LIBOR - OIS)
|
2.7
|
•
|
2.7
|
•
|
-2.2
|
•
|
0.0
|
5.0
|
Bonos EEUU (UST 10Y - UST 3M)
|
2.2
|
•
|
2.2
|
•
|
1.7
|
•
|
0.0
|
0.6
|
Liquidez global (T - ED)
|
1.8
|
•
|
2.6
|
•
|
-2.3
|
•
|
-0.8
|
4.1
|
Riesgo global (EMBI global)
|
1.1
|
•
|
0.4
|
•
|
-2.0
|
•
|
0.6
|
3.1
|
Inflación esperada EEUU (UST 10Y - TIPS)
|
-3.1
|
•
|
-4.0
|
•
|
-7.9
|
•
|
0.9
|
4.8
|
Confort: mayor a cero (•) / Estrés: entre 0 y -10 (•) / Estrés severo: menor
a -10 (•)
Las condiciones financieras locales se ubican en zona de confort y en el
máximo de los últimos diez años gracias al estado actual de la liquidez de
corto plazo, la muy buena performance que muestra el índice Merval cerca de
niveles récord, el nivel de riesgo país que ronda los 370 puntos básicos y se
ubica muy por debajo de los últimos años, el nivel récord de depósitos privados en dólares en el sistema bancario, el históricamente bajo nivel de
riesgo legislación y la inexistencia de una brecha cambiaria destacable, entre
otros. No obstante, como sucede desde hace más de un año, son las variables
monetarias y nominales vinculadas a las todavía elevadas tasas de inflación las
que impiden que las condiciones financieras locales sean aún mejores a las
actuales, lo que denota cierto agotamiento en las posibles fuentes de mejoría
en las condiciones locales de aquí en adelante hasta tanto la inflación no
disminuya de forma más significativa.
Las condiciones financieras muestran una mejora anual de 33.3 puntos, mucho menos que a lo largo del año pasado, cuando la comparación era todavía contra el año 2015 y el período de vigencia del "cepo cambiario". Frente a septiembre de 2016, la mejora anual del ICF se explica enteramente gracias a las condiciones externas, que avanzaron 39.2 puntos el último año, de la mano de una menor volatilidad en monedas emergentes y commodities, entre otras. En efecto, las condiciones locales muestran incluso un deterioro de 5.9 puntos respecto a un año atrás, sobre todo por una caída en la liquidez de largo plazo y un menor dinamismo de los depósitos en dólares, retrocesos que no pudieron ser compensados por el aumento del Merval y cierto repunte en la liquidez de corto plazo.
¿Qué mide el índice? El Índice de Condiciones
Financieras (ICF) tiene como objetivo resumir el estado de las condiciones
financieras que prevalecen en la economía argentina, a efectos de contar con un
indicador de fácil lectura que identifique el modo en que las condiciones financieras
influyen sobre los niveles de actividad financiera y económica. En forma muy
simplificada, el ICF busca reflejar la disponibilidad y el costo del
financiamiento para el Gobierno, las provincias, las empresas y las familias
argentinas. Si bien no pretende ser un indicador líder de actividad ni
reproducir el comportamiento de ninguna variable económica ni financiera, el
ICF captura adecuadamente el modo en que las condiciones financieras impactan
sobre los niveles de actividad financiera y económica. El ICF se diferencia de
otros índices muy conocidos y utilizados, ya que, por ejemplo, no pretende
evaluar el estado de la política monetaria, si bien la considera como una
variable relevante, no constituye una medida del denominado “riesgo país”, ni tampoco
un indicador del estado de las “condiciones crediticias” que mida la
disposición de los bancos a otorgar crédito.
¿Qué metodología emplea? El ICF se construye a
partir del análisis de componentes principales de un conjunto de variables
seleccionadas, en línea con la metodología del Financial Stress Index (FSI) de
la FED de St. Louis (STL-FSI) o de la FED de Kansas City (KC-FSI). El análisis
de componentes principales es un método estadístico de extracción de los
factores responsables de explicar los movimientos conjuntos de un grupo de
variables. Este método permite reducir la dimensionalidad del conjunto de
datos, reteniendo aquellas características del conjunto que más contribuyen a
su varianza, en forma tal que los primeros componentes contienen los aspectos
"más importantes" de esa información. Intuitivamente, esta técnica
permite hallar las causas de la variabilidad de un conjunto de datos y
ordenarlas por importancia. Mediante la extracción del primer componente
principal, aquel que más explica al movimiento conjunto o captura la mayor
varianza, se elabora un índice que tiene una interpretación económica y es
representativa del estado de las condiciones financieras. En síntesis, el ICF
hace entonces que un enorme conjunto de series económicas y financieras “hable
por sí mismo”. No se elabora a partir de una encuesta ni depende del “juicio
experto”. Tampoco se construye a partir de un “modelo” ni de una estimación.