Igual
el financiamiento sigue altamente concentrado. Las familias y
empresas de cuatro provincias se llevan el 80% del crédito que
asignan las entidades financieras. Como medida de la desigualdad, en
promedio cada habitante de la Ciudad de Buenos Aires tiene un stock
de crédito 177 veces mayor a un habitante de Catamarca. Pero tres
años atrás, esa misma brecha era de 250 veces.
Las
economías regionales tuvieron una mejora en su participación en el
crédito en los últimos tres años, pero igual, el financiamiento
sigue altamente concentrado. Al segundo trimestre de este año, la
Ciudad
de Buenos Aires,
la Provincia
de Buenos Aires,
Santa
Fé,
y Córdoba,
que reúnen al 62,4% de la población del país, concentraban el 80%
del crédito asignado por las entidades financieras al sector privado
(familias y empresas).
El
nivel de concentración en esas cuatro jurisdicciones es elevado,
pero se redujo casi 2 puntos porcentuales en los últimos tres años.
Y si se analiza el Indice Herfindahl
e Hirschman
(IHH) que permite medir la concentración del crédito y comparar la
evolución en el tiempo, se observa una mejora de 11,5% desde 2013.
Efectivamente, el índice, que a mayor valor indica mayor
concentración alcanzando el valor máximo de 10.000 en el caso en
que solo una provincia se llevara todo el crédito, bajó de 2.800
puntos en el segundo trimestre de 2003 a 2.489 al segundo trimestre
de 2016.
La
caída en los niveles concentración del crédito al sector privado
que indica el IHH se produjo principalmente por la pérdida de
participación de la Ciudad
de Buenos Aires:
de llevarse el 47,55% del crédito en 2013 bajó a 42,54% en 2016, es
decir, perdió 5 puntos de participación. En cambio, con la
excepción de Río
Negro
y Tucumán,
que también vieron reducir su participación en el crédito, el
resto de las provincias aumentaron su peso en la masa de
financiamiento que reciben.
Entre
las provincias que más aumentaron su participación en la masa de
crédito en tres años se encuentran Jujuy,
con un aumento de 44,6%, Catamarca
(26,3%), Santa
Cruz
(25,9%), Neuquén
(24,2%), Formosa
(23,3%) y Santiago
del Estero
(19,7%). De todos modos, se trata en todos los casos de las
jurisdicciones con menos participación en los préstamos.
Variación
en la participación de cada provincia en el Stock de crédito al
sector privado
II
trimestre de 2013 – II trimestre de 2016
Efectivamente:
Catamarca,
donde reside el 0,6% de la población, apenas tiene el 0,24% del
crédito asignado por las entidades financieras, aunque tres años
atrás, esa participación era solo 0,19%.
Jujuy,
donde reside el 1,7% de la población del país, sólo tiene el 0,81%
de los préstamos asignados por las entidades financieras. Pero 3
años atrás, esa participación era 0,56%.
Formosa,
donde reside el 1,3% de la población, tiene el 0,37% del crédito
asignado por las entidades financieras (tres años atrás la
participación era 0,3%).
Santiago
del Estero,
donde reside el 2,2% de la población, tiene el 0,73% del crédito
asignado por las entidades financieras (tres años atrás la
participación era 0,61%).
El
caso de Santa
Cruz
parece diferente, porque recibe 0,68% del crédito pero su población
equivale al 0,7% del total país. Lo mismo sucede con Neuquén,
que participa del 1,5% del crédito y concentra el 1,4% de la
población del país.
También
en Misiones,
donde la participación del crédito creció 17,5% en tres años,
apenas participa del 1,41% del financiamiento cuando concentra el
2,7% de la población. O lo mismo Salta,
donde la participación del crédito a pesar de haber crecido 16,7%
en 3 años es baja: 1,82%, concentrando el 3% de la población
nacional.
Concentración
del crédito
Las
empresas y familias de la Ciudad
de Buenos Aires
concentran el 42,5% del crédito del país, seguido por Provincia
de Buenos Aires
(23,2%) aunque en este caso la mayor parte del financiamiento se
localiza en el Gran
Buenos Aires.
En tercer lugar se encuentra de Santa
Fe,
con 7,7% de participación, seguida por Córdoba,
6,7%, Mendoza,
2,16%, Salta
(1,82%), Tucumán
(1,8%), Entre
Ríos
(1,69%), Neuquén
(1,49%), Misiones
(1,41%), Chubut
(1,37%) y Chaco
(1,08%). El resto de las provincias participan todas con menos del
0,9%.
Las
provincias con menos participación en el stock de crédito al II
trimestre de este año resultaron: La
Rioja
y Catamarca
con 0,24% cada una, San
Luis
(0,33%), Formosa
(0,37%), San
Juan
(0,56%), Santa
Cruz
(0,68%), Río
Negro
(0,7%), Santiago
del Estero
(0,73%), Tierra
del Fuego
(0,74%), Corrientes
(0,79%), Jujuy
(0,81%) y La
Pampa
(0,86%).
Ranking
de participación en el Stock de crédito al sector privado por
provincias
En
% - II trimestre de 2016
Fuente:
BCRA
Financiamiento
per cápita
Un
reflejo de las inequidades en la asignación de financiamiento es
cuando se mira el stock de financiamiento por habitante en cada
provincia. Si bien no es una medida exacta, porque buena parte del
financiamiento privado se lo llevan las empresas, arroja una
dimensión de la brecha entre unas y otras jurisdicciones.
Así
por ejemplo, mientras en la Ciudad
de Buenos Aires
el stock promedio per cápita de crédito ascendió a $114.712 en el
segundo trimestre de 2016, y en la Provincia
de Buenos Aires
a $62.641, en La
Rioja
y Catamarca
apenas llegó a $647.
La
brecha entre CABA
y esas dos últimas provincias asciende a 177 veces. Es decir, un
residente de CABA
tiene asignado 177 veces más de crédito que uno de La
Rioja
o Catamarca.
También la brecha con San
Luis
llega a 129 veces, con Formosa
a 114 o con San
Juan
a 76 veces.
Si
se toma el stock promedio de financiamiento a nivel país existente
al II trimestre del año, $19.425, sólo tres provincias se ubican
por encima de ese valor (CABA,
Buenos Aires
y Santa
Fé).
El resto, todas están por debajo con una brecha entre el promedio y
cada una de esas provincias que arranca en 3,3 veces en Mendoza,
sube a casi 4 veces para Salta
y Tucumán,
a 4,26 veces en Entre
Ríos
y llega a 30 veces en el caso de las provincias donde menos préstamos
recibe el sector privado no financiero.
Stock
de crédito por habitante
En
$ - II Trimestre 2016
Fuente:
BCRA
Reducir
las inequidades en la asignación de financiamiento es sin dudas un
tema pendiente y larga data en la Argentina. Si bien en los últimos
quince años se observaron algunos avances, es insuficiente. Es que
corregir esas distorsiones, no sólo requiere de un sistema
financiero con más presencia en el interior del país, sino también
reducir la pobreza y el desempleo en muchas provincias, que no
casualmente algunas de ellas son las que menos financiamiento
reciben.
Diego Lo Tártaro
Presidente IADER