El filósofo Ricardo Forster dialogó con Roberto Caballero y Pablo Caruso en Radio del Plata acerca de este 25 de mayo tan diferente, en el marco del gobierno macrista y con una plaza vacía. También se refirió al momento que está viviendo el pueblo a partir del gobierno neoliberal que asumió en diciembre.
Para Forster "este es un 25 de mayo terriblemente extraño y triste" experimentado en el marco de un gobierno neoliberal, de una profunda contrarrevolución cultural, con una Plaza de Mayo enjaulada, sin pueblo. Y señala que el macrismo no puede salir a la calle a festejar; se tiene que atrincherar en la Casa Rosada o la Quinta de Olivos porque "el 25 de mayo y el macrismo no se llevan muy bien"; porque es una fecha que tiene que ver con la multitud, con el pueblo reunido.
Y comenta que el tiempo de ahora es un tiempo de retroceso; de un gobierno cuyos valores son el individualismo, la gestión concebida como un gerenciamiento, con una concepción destructiva de la memoria popular. Que desde que asumió el gobierno todas las movilizaciones fueron protagonizadas por la oposición.Y que la masa en la calle no tiene que ver con la concepción que el macrismo tiene de la política.
Luego señala que si bien hay un sector importante de la sociedad que aún cree en que Macri le resolverá los problemas, también hay una gran masa crítica en la sociedad que no se siente interpelada por los valores del macrismo y que siente que cada día que pasa se le hace más extraña la percepción del país.
Por eso, agrega Forster, tendremos que ver cómo sorteamos este momento, que hay que impedir que nos callen la boca, pero que todo eso lo enfrentamos con una experiencia acumulada que es diferente a otros momentos donde tuvimos que enfrentar al neoliberalismo. Y que también la derecha se ve en una encrucijada, porque toda su política está dañando no solo a los trabajadores sino también a los sectores productivos; "que están apurando todo lo que puedan, que quiere hacer las cosas ya porque sabe que su propio tiempo se puede angostar".
Para Forster "este es un 25 de mayo terriblemente extraño y triste" experimentado en el marco de un gobierno neoliberal, de una profunda contrarrevolución cultural, con una Plaza de Mayo enjaulada, sin pueblo. Y señala que el macrismo no puede salir a la calle a festejar; se tiene que atrincherar en la Casa Rosada o la Quinta de Olivos porque "el 25 de mayo y el macrismo no se llevan muy bien"; porque es una fecha que tiene que ver con la multitud, con el pueblo reunido.
Y comenta que el tiempo de ahora es un tiempo de retroceso; de un gobierno cuyos valores son el individualismo, la gestión concebida como un gerenciamiento, con una concepción destructiva de la memoria popular. Que desde que asumió el gobierno todas las movilizaciones fueron protagonizadas por la oposición.Y que la masa en la calle no tiene que ver con la concepción que el macrismo tiene de la política.
Luego señala que si bien hay un sector importante de la sociedad que aún cree en que Macri le resolverá los problemas, también hay una gran masa crítica en la sociedad que no se siente interpelada por los valores del macrismo y que siente que cada día que pasa se le hace más extraña la percepción del país.
Por eso, agrega Forster, tendremos que ver cómo sorteamos este momento, que hay que impedir que nos callen la boca, pero que todo eso lo enfrentamos con una experiencia acumulada que es diferente a otros momentos donde tuvimos que enfrentar al neoliberalismo. Y que también la derecha se ve en una encrucijada, porque toda su política está dañando no solo a los trabajadores sino también a los sectores productivos; "que están apurando todo lo que puedan, que quiere hacer las cosas ya porque sabe que su propio tiempo se puede angostar".