Este es un Día de la Industria Minera muy especial para nosotros,
porque desde que asumimos la conducción de la Cámara es el primer
encuentro donde estamos todos juntos
los distintos sectores que componemos el universo minero. Y
por eso, quiero empezar agradeciéndoles su presencia
en especial a usted señor Ministro por acompañarnos en este momento
especial.
Durante los primeros meses de gestión hemos avanzado en importantes
cambios, especialmente orientados a tener una Cámara más federal y
representativa. En este sentido, la creación del COMIF y
la incorporación de los proveedores de todo el país, marca
un camino hacia la unidad a través del
diálogo en nuestra industria. Confiamos en que una sólida relación
de respeto y colaboración entre CAEM, GEMERA, los proveedores y los
representantes de las cámaras mineras provinciales permitirá
construir una minería nacional de alto rendimiento y calidad.
Pero además de construir, nos hemos dedicado a escuchar.
En este último tiempo, la sociedad argentina ha planteado varios
cuestionamientos y exigencias hacia nuestro sector. Y tiene mucha
razón en sus planteos. La industria presenta múltiples aspectos a
mejorar y además posee compromisos y obligaciones sociales.
En estos días seguramente todos han escuchado
frecuentemente la pregunta, casi con tono de reproche, de por qué se
han eliminado las retenciones a nuestra industria. Aquí, todos los
presentes comprendemos muy bien por qué era tan necesaria esa
medida. Pero si hacia afuera es incomprensible o cuestionable,
significa que en algo estamos fallando en mostrar que solo en
impuestos a las Ganancias el Estado Nacional recibirá casi el doble
de lo que ha cedido amén de las ventajas de otros impuestos, empleo,
extensión de vida útil de proyectos existentes, etc.
Por eso, llegó el momento de que nuestra actividad recupere su
posición entre los grandes motores productivos de la Argentina.
Llegó el momento de animarse a asumir una responsabilidad fuerte y
duradera. Hoy desde la Cámara, vamos a hablar claro: aquí,
todos reunidos, queremos presentar nuestro compromiso con el país y
las economías regionales.
Queremos presentarles lo que hemos denominado DESAFÍO CAEM 20/21:
El desafío de nuestra industria de generar 20.000 millones de
dólares de inversión en las economías regionales argentinas, de
aquí al 2021.
Estos 20.000 millones no surgen de la nada, surgen
de un minucioso estudio del potencial
minero en cartera que se pone en valor gracias a la mejora en la
competitividad que generaron los cambios en los esquemas impositivos
y la confianza que el Presidente le ha devuelto al país.
Y surgen de la expectativa de lograr un diálogo productivo con las
provincias donde encontramos trabas al desarrollo de la actividad.
Desde la Cámara, el desafío es generar las certezas necesarias para
que la actividad pueda alcanzar la plenitud de su rendimiento en todo
el territorio.
Propiciar 20.000 millones en inversiones es una meta destacada. Pero
hay otra variante igual o más importante: La cara humana de estas
inversiones.
Con la puesta en marcha de los nuevos proyectos se abren unas 40.000
nuevas vacantes laborales, que se suman a los 90.000 puestos
actuales que genera la industria, entre empleos directos e
indirectos. Así, la minería se transforma en fuente de ingresos
para 130.000 hogares, gran parte de ellos en zonas con escasas
alternativas laborales, especialmente en el NOA,
Cuyo y la Patagonia.
Al crecer la industria minera se convierte además en alimento para
industrias relacionadas dentro del segmento pyme. Tomando en cuenta
los valores de inversión previstos, podemos calcular el surgimiento
de unas 8.000 pymes nacidas para atender las necesidades de las
empresas mineras. Como vemos, la inversión en minería es
sinónimo de trabajo y desarrollo regional.
Tenemos hasta ahora 2 grandes ejes: La inversión y su conversión en
empleo directo e indirecto. Sumemos ahora lo que recibe el Estado,
para convertirlo en protección y servicios para todos sus
ciudadanos.
Por un lado, tenemos lo que ingresa al país a partir de las
exportaciones. Siempre pensando en el 2021, habremos llegado a un
acumulado de más de 25.000 millones de dólares, logrado a partir de
un crecimiento progresivo.
Recordemos que actualmente la minería es el quinto complejo
exportador nacional, tras oleogénicos,
automotrices, cerealeros y petrolero-petroquímico. Y que origina
incluso más exportaciones que la cadena de carne bovina.
La industria minera generará 6.500 millones de dólares en aportes
fiscales acumulados de aquí al 2021.
A esto se deben adicionar otros impuestos nacionales, provinciales y
municipales, y el valor agregado de una mayor actividad.
Porque la reactivación alcanza también a la cadena de valor. Por
eso, deberíamos añadir 15.000 millones de dólares en compras
previstas en el mercado interno, de aquí al 2021.
Hay que destacar además que el 70% de los recursos que produce la
minería queda en la Argentina, en términos de sueldos,
contratación de servicios locales, consumos intermedios y aportes
fiscales y no fiscales.
Dijimos que escuchamos atentamente lo que la sociedad espera de
nuestra industria. Y uno de los grandes desafíos es recuperar la
confianza en temas ambientales y comunitarios.
Aquí debemos volver a retomar la iniciativa, porque la industria
solo puede ser rentable y sostenible en el tiempo si además es
SUSTENTABLE.
Desde la Cámara, creemos que la industria ha alcanzado la madurez
suficiente para propiciar la creación de un organismo privado
orientado a la transparencia y el contralor técnico de la actividad
y su vinculación con el medioambiente y las
comunidades.
Para conformar este ORGANISMO INDEPENDIENTE Y
MULTIDISCIPLINARIO se invitará a representantes de los
distintos sectores, como universidades, institutos tecnológicos y
expertos ambientales, para que nos ayuden a guiar el crecimiento de
una industria responsable y sustentable. Y para garantizar controles
que generen confianza, avalados por expertos independientes e
indiscutibles. De esta forma, queremos demostrar nuestro compromiso
con una minería responsable.
Esto, sumado a un plan de minas de puertas abiertas, y
un código de ética y de respeto a los derechos humanos, que
asegure una total transparencia y logre vencer los prejuicios.
Ahora bien, les hemos presentado los ejes del “Desafío CAEM
20/21”: inversión, trabajo, exportaciones,
aportes fiscales y sustentabilidad ambiental y
comunitaria.
Ustedes se preguntarán por qué este desafío se lanza ahora, qué
cambio para poder asumirlo. Básicamente, hoy la industria tiene
DIALOGO Y UNIDAD para lograr convertir las
diferencias en un valor.
Antes estaban por un lado las mineras, por otro los trabajadores,
luego los proveedores, el Estado Nacional, las provincias, los
organismos técnicos, las comunidades… Ahora tenemos al sector
minero unido, trabajando en conjunto por el país. Y tenemos una
meta clara que nos une.
La industria minera es uno de los grandes pilares productivos de la
República Argentina. Su presente no puede diluirse en discusiones y
esfuerzos aislados. Las decisiones en torno a la minería son una
cuestión fundamental de Estado. La planificación estratégica a
largo plazo debe ser estudiada y consensuada. Por eso lanzamos este
desafío.
Queremos que se comprenda el lugar fundamental de nuestra industria
para el país.
La industria minería es desarrollo regional.
La industria minera es trabajo.
La industria minera es crecimiento pyme.
La industria minera es sustentabilidad.
La industria minera es futuro. Es futuro
sobre todo, para miles de familias de las zonas más olvidadas del
país.
Y muchos de los que hacemos esta industria estamos hoy acá. Así que
aprovecho para agradecerles una vez más su presencia y decirles que
espero verlos el año próximo en AR Minera 2017, donde las empresas,
con el acompañamiento del Estado nacional y las universidades
seguiremos trabajando para fortalecer el este Desafío.
Muchas gracias. Que Dios los bendiga.