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Siempre disfruté salir de compras personalmente: conversar con comerciantes, clientes, empaparme de la realidad cotidiana.
Es una de las formas de nutrirme de información muy valiosa para mi profesión. Siempre desconfié de los que observan el mundo a través de las ventanas de sus lujosas oficinas… No obstante, con el correr de los años, la explosión de Internet, y el desarrollo del comercio electrónico, incrementé la cantidad de compras que hago de manera online. Se puede acceder a productos de todo el globo y amplía la oferta exponencialmente, lo que brinda la oportunidad de encontrar los precios más competitivos. ¡Me encanta buscar precios y lograr rebajarlos al extremo! Me hace acordar a esa adrenalina que fluye cuando uno camina por Estambul y regatea con esos tan eufóricos y particulares vendedores turcos. Es una suerte de juego, de lucha de poderes. Sólo uno de los dos hará el negocio en esa transacción. El otro será la víctima. Siempre es así… Dentro de las tiendas online, una de mis preferidas es Amazon. Es cierto que persisten algunas trabas para realizar compras desde la Argentina, pero todo apunta a que se normalice el servicio. Es por eso que aprovecho a planearte este desafío: Si estuvieras en un concurso de preguntas y respuestas y tuvieras que responder –por el premio mayor- qué es Amazon. ¿Qué dirías? Seguramente que es una tienda online, en la que se pueden comprar artículos como ropa, tecnología, libros, etcétera, ¿cierto? Lamento decepcionarte: Amazon no es lo que parece… La cara oculta de Amazon Se trata en realidad de una empresa de tecnología y de las más sofisticadas. Incluso se podría decir que es una de las grandes potencias tecnológicas, ya que es de los mayores proveedores de “la nube” a nivel global, mediante su servicio Amazon Web Services, conocido también como AWS. Nada menos que la NBA le confía su información a AWS, por citar alguno de sus clientes “famosos”. Hasta llegó a lanzar su moneda virtual: Amazon Coins. Y ahora busca patentar un sistema que permitirá pagar con una 'selfie' y utilizar una imagen como contraseña. La importancia de la tecnología en Amazon es tan grande que está en una especie de “guerra fría” por el desarrollo de la inteligencia artificial, contra otros gigantes como Microsoft, Apple y Google. El desarrollo del “aprendizaje automático” (computación cognitiva) es central de cara al futuro. Quien mejor y más rápido pueda analizar y procesar datos sin lugar a dudas ganará la carrera hacia la inteligencia artificial y el manejo de “la nube”. De hecho, el año pasado, el reconocido grupo especializado en información contable y análisis de datos Xero Limited decidió migrar todos sus clientes a los servicios web AWS que brinda Amazon. Imagino que algo habrán visto en la capacidad de Amazon al respecto. Mi opinión El potencial de Amazon, más allá de que sea de mis tiendas favoritas es doble, tanto en el comercio online como en el desarrollo de datos y tecnología.
Es una empresa que busca traspasar barreras todo el tiempo. No por algo su acción ha trepado más de 38.000% desde que comenzó a cotizar en 1997.
Por otro lado, su creador Jeff Bezos, ha sido nombrado la persona más influyente del mundo hace pocos días por la revista “Fortune”, superando al Papa Francisco y políticos como Angela Merkel o Barack Obama.
No sólo es el fundador de la empresa, ahora es el máximo accionista del matutino The Washington Post. Transgresor y arriesgado, incluso anunció que en 2018, mediante la empresa Blue Origen, organizará viajes para turistas al espacio. Amazon (cotiza como AMZN en EE.UU.) es una acción para tener en cartera. Quizás no en gran porcentaje, pero es un papel para no pasar por alto y diversificar la tenencia. Como te digo eso, también te cuento el riesgo. ¿Sabías que Amazon tiene una relación Precio/Ganancias de 479 veces? En una primera mirada, y con mucha rigurosidad técnica, algunos dirán que es una locura esperar 479 años para recuperar la inversión. Sin embargo, eso sería desconocer el mundo de las tecnológicas, en donde la mayoría presenta este ratio por encima de las 400 veces. No obstante, no quería dejar de contártelo. Obviamente, siempre hay que tener todos los radares prendidos y las alarmas activadas. Federico Tessore Para El Inversor Diario |