El levantamiento del embargo de fondos a la embajada Argentina en Bélgica que le aplicó la justicia de ese país a pedido de los fondos buitre podría demorar varias semanas.
La sede diplomática, a cargo de Hernán Lorenzino sufrió un "embargo preventivo" de parte de un fiscal belga a varias de sus cuentas que, según advirtieron funcionarios de la Cancillería y de Bruselas, podría tardar varias semanas en destrabarse.
La Justicia belga actuó a pedido del fondo NML, en base al fallo del juez norteamericano Thomas Griesa. Las cuentas bloqueadas incluirían las de los salarios del personal, asignaciones sociales, fondos para promoción comercial y programas culturales, recursos para gastos de protocolo y jurídicos, entre otros, según consignó el diario La Nación.
"El embargo es algo normal y suele suceder. Es uno más de tantos otros. Ahora el departamento de legales y la administración se encargarán de destrabar el problema", aseguraron al matutino fuentes cercanas al canciller Héctor Timerman.
Si bien Lorenzino no hizo declaraciones, fuentes diplomáticas aseguraron que se encuentra trabajando en el tema "a ritmo acelerado".
Por otro lado, el Ministerio de Economía emitió anoche un comunicado de prensa en el que aseguró que es "inexacta" la información sobre el embargo: "corresponde señalar que no se produjo ningún embargo por pedido de algún fiscal o funcionario judicial del Reino de Bélgica. Tampoco se produjo embargo alguno a cuentas de los funcionarios argentinos", sostuvo en un comunicado.
La cartera que dirige Axel Kicillof denunció además, un intento de "extorsión" por parte de los fondos buitre. En ese sentido, el fondo NML estaría por presentar en las próximas horas un recurso denominado "exequatur", con el que habilitaría a la Justicia belga a avanzar con el proceso judicial. Una vez que lo haga, Argentina podrá empezar a tramitar la apelación y rechazar el reclamo de los fondos buitre.
Pero en la cancillería de Bélgica explicaron que ese proceso puede demorar varias semanas, como sucedió con los embargos que se aplicaron a las sedes diplomáticas de Argentina en 2009 y en 2011.
Mientras tanto, el Gobierno belga recordó a la Justicia de su país que la Convención de Viena no permite embargar activos diplomáticos, aunque aclararon que eso "no implicará intervenir en lo que decida la justicia de Bélgica porque aquí se respetarán la división de poderes y el Estado de Derecho".
Y en simultáneo, el Parlamento de ese país redactó un proyecto de desacato contra los fondos buitre y manifestaron un firme apoyo de los legisladores de todos los partidos a Argentina.
La Justicia belga actuó a pedido del fondo NML, en base al fallo del juez norteamericano Thomas Griesa. Las cuentas bloqueadas incluirían las de los salarios del personal, asignaciones sociales, fondos para promoción comercial y programas culturales, recursos para gastos de protocolo y jurídicos, entre otros, según consignó el diario La Nación.
"El embargo es algo normal y suele suceder. Es uno más de tantos otros. Ahora el departamento de legales y la administración se encargarán de destrabar el problema", aseguraron al matutino fuentes cercanas al canciller Héctor Timerman.
Si bien Lorenzino no hizo declaraciones, fuentes diplomáticas aseguraron que se encuentra trabajando en el tema "a ritmo acelerado".
Por otro lado, el Ministerio de Economía emitió anoche un comunicado de prensa en el que aseguró que es "inexacta" la información sobre el embargo: "corresponde señalar que no se produjo ningún embargo por pedido de algún fiscal o funcionario judicial del Reino de Bélgica. Tampoco se produjo embargo alguno a cuentas de los funcionarios argentinos", sostuvo en un comunicado.
La cartera que dirige Axel Kicillof denunció además, un intento de "extorsión" por parte de los fondos buitre. En ese sentido, el fondo NML estaría por presentar en las próximas horas un recurso denominado "exequatur", con el que habilitaría a la Justicia belga a avanzar con el proceso judicial. Una vez que lo haga, Argentina podrá empezar a tramitar la apelación y rechazar el reclamo de los fondos buitre.
Pero en la cancillería de Bélgica explicaron que ese proceso puede demorar varias semanas, como sucedió con los embargos que se aplicaron a las sedes diplomáticas de Argentina en 2009 y en 2011.
Mientras tanto, el Gobierno belga recordó a la Justicia de su país que la Convención de Viena no permite embargar activos diplomáticos, aunque aclararon que eso "no implicará intervenir en lo que decida la justicia de Bélgica porque aquí se respetarán la división de poderes y el Estado de Derecho".
Y en simultáneo, el Parlamento de ese país redactó un proyecto de desacato contra los fondos buitre y manifestaron un firme apoyo de los legisladores de todos los partidos a Argentina.