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Nula o revocada es el futuro de la sentencia de Rafecas

Hasta el jueves próximo a las 9.30 hs. de la mañana tiene tiempo el fiscal Gerardo Pollicita para apelar el resolutorio del juez Daniel Rafecas, que desestimó su denuncia, basada en la otra de Alberto Nisman. Y lo que está en duda es si Pollicita apelará punto por punto. La Cámara Federal deberá entonces sortear sala, cosa que hasta ahora no ocurrió. Pero antes de eso, el fiscal de cámara Germán Moldes podrá ratificar la apelación en una audiencia oral ante la Sala I o II, según sea la que toque intervenir. Y cabe hacer una digresión, ya que, si la procuradora general Alejandra Gils Carbó hubiera logrado que asumieran sus nuevos fiscales generales -lo que impidió un fallo judicial-, éstos seguramente hubieran desistido de la apelación dejando firme la sentencia de Rafecas y sin intervención de la instancia superior. Pero un amparo impidió estos nombramientos; entonces Moldes en la audiencia oral seguramente impugnará el resolutorio de Rafecas por varios motivos y en primer lugar por ser una sentencia de carácter político, ya que el juez se extiende en elogios hacia la presidente y el canciller Timerman, que no corresponden en absoluto y que sólo caben para un diputado o dirigente del cristinismo.

Final previsible

En segundo lugar, la apreciación del juez de que el delito de encubrimiento no tiene tentativa es un disparate jurídico, ya que los hechos encuadran perfectamente. Por lo menos en la tentativa acabada del encubrimiento agravado por las personas y por el hecho, y en este punto el delito anterior es el atentado contra la AMIA. El encubrimiento se da entonces en favorecer a los imputados iraníes en eludir a la justicia argentina a través de una irregular Comisión de la Verdad con funciones jurisdiccionales, como dijo el fallo de la Sala I de la Cámara Federal cuando declaró la inconstitucionalidad del Memorándum de Entendimiento con Irán. Es más, el camarista Eduardo Farah, en una parte de su voto, recalca que el canciller Timerman, al contrario de los elogios de Rafecas hacia el mismo, les mintió a los senadores al decir que no se pudo lograr la extradición de Haidi Soleimanpour, ex embajador de Irán en Buenos Aires detenido en Londres. Lo cierto es que no se lo pudo extraditar hacia la Argentina porque el Subsecretario del Interior del Reino Unido alegó razones políticas y no jurídicas. Moldes también diría que una causa de este tipo nunca se desestima y que el resultado sólo puede lograrse después de ordenar las medidas de prueba que pidió el ministerio fiscal. En conclusión, si el sorteo recae en la Sala II, integrada por Martín Irurzun, Horacio Catani y Eduardo Farah, la sentencia de Rafecas puede resultar nula o revocada. Y si toca la Sala I, también es casi seguro que se revoque y que a Rafecas lo separen de la causa o le mandan empezar la instrucción de nuevo.