El dólar y las tasas futuras de interés se dispararon hoy, empujados por las crecientes preocupaciones por las cuentas públicas tras las nuevas señales de crisis entre el gobierno de Dilma Rousseff y su base aliada, justo el día en que desembarca en el país la calificadora Standard & Poor’s (S&P) para comenzar a evaluar el “rating” soberano.
El dólar subía 2,32% cerca del mediodía, a R$ 2,9947, en su máximo de la jornada, el nivel más alto desde el 18 de agosto de 2004, cuando rozó los R$ 3,013. El billete estadounidense para abril se apreciaba 2,11%, a R$ 3,018, tras alcanzar los R$ 2,9995 como máximo.
Lo que despertó el malhumor fue la devolución que hizo ayer el presidente del Senado, Renan Calheiros, del decreto que revirtió parte de la desgravación de la nómina salarial de las empresas. El mercado teme que la pelea política amenace la implementación de las medidas fiscales propuestas por el equipo económico liderado por el ministro de Economía, Joaquim Levy, colocando en riesgo la nota de crédito soberano de Brasil.
El aumento de la tensión ocurre exactamente el día en que representantes de S&P llegan a Brasil para comenzar a evaluar la nota de crédito del país. Las tres principales agencias de riesgo, incluyendo Moody’s y Fitch, vienen advirtiendo acerca de la necesidad de implementar políticas fiscales más austeras para el mantenimiento del “sello” de buen pagador de Brasil.
En un intento por calmar los ánimos, Rousseff recibirá hoy a líderes de los partidos políticos de la base aliada en el Senado y la Cámara de Diputados.
Un revés en la propuesta fiscal puede provocar ajustes en las apuestas del mercado con respecto al aprieto en la política monetaria, porque sin una política fiscal más austera el Banco Central puede tener que ampliar el ciclo de suba de la tasa básica de interés (Selic) para contener la inflación.
El BC anuncia hoy su decisión sobre la Selic. La expectativa mayoritaria del mercado es que la suba medio punto porcentual, a 12,75%.