El enfrentamiento de Argentina con un pequeño grupo de acreedores está a punto de entrar en una fase crítica.
El país austral va camino a incumplir hoy un pago de intereses, poniendo en marcha un período de gracia de 30 días para realizar el desembolso y evitar su segunda cesación de pagos en 13 años. Fallos judiciales en Estados Unidos le han prohibido a Argentina efectuar los pagos a los acreedores que aceptaron dos reestructuraciones de deuda desde que el país entró en default en 2001, a menos de que también le pague a un grupo de fondos de cobertura que se resistieron a los canjes.
De todas formas, los bonos argentinos se están cotizando a niveles que sugieren que los inversionistas confían en que el país y los acreedores que lo demandaron llegarán a un acuerdo. Gorky Urquieta, codirector de deuda de mercados emergentes en Neuberger Berman, mantiene una variedad de bonos argentinos en su cartera y dice que cualquier potencial venta generalizada podría ofrecer oportunidades de compra. El gestor espera que el país incumpla el pago de intereses el lunes, pero en última instancia resuelva con los acreedores las diferencias antes de entrar en cesación de pagos
"Me gusta el hecho de que Argentina está contra la pared", dijo Urquieta. "Eso va a hacer que se sienten en la mesa" a negociar.
El mercado de los seguros contra un default argentino indica que los inversionistas sí buscan protección. El viernes, el costo de asegurar contra una cesación de pagos de los bonos argentinos por cinco años subió casi 18%. El precio de venta para la protección de US$10 millones en bonos durante cinco años aumentó de US$3,1 millones a US$3,65 millones, según Markit.
Sin embargo, los inversionistas dicen estar seguros de que habrá una resolución porque Argentina no puede darse el lujo de volver a cesar el pago de su deuda. Otro default podría ser desastroso para una economía que muchos analistas dicen entró en recesión este año debido a una inflación galopante y a la escasez de dólares. Las reservas de divisas del banco central argentino, que el gobierno usa en parte para pagar sus deudas, están en un nivel mínimo de siete años y medio a US$29.000 millones.
La semana pasada, Argentina trató de hacer el pago al depositar más de US$800 millones en bancos de Nueva York. Sin embargo, un juez federal de EE.UU. dijo el viernes que ese intento violaba una orden judicial que le impide al país pagar a estos tenedores de bonos reestructurados a menos que también les pague unos US$1.500 millones a los fondos de cobertura que se negaron a aceptar las ofertas de reestructuración del país en 2005 y 2010.
El acontecimiento se deriva de una disputa de más de una década que ha enfrentado a Argentina contra un pequeño grupo de fondos de cobertura, incluyendo NML Capital Ltd., filial de Elliot Management Corp., y Aurelius Capital Management LP. Los líderes de países en desarrollo alrededor del mundo están observando de cerca el caso para ver si el precedente que marque haría más difícil que los gobiernos con problemas de liquidez reestructuren su deuda, que es lo que argumenta Argentina.
El lunes es el inicio de lo que podría ser un período de gracia de 30 días lleno de ansiedad para los inversionistas que esperan recibir el pago de unos US$539 millones en intereses devengados de los bonos que se ven afectados por el fallo del tribunal estadounidense. Argentina y los fondos de cobertura tienen ahora el mes de julio para negociar un acuerdo.
En el pasado, funcionarios argentinos se negaron a pagar a los acreedores que no aceptaron el canje con el argumento de que un acuerdo desencadenaría miles de millones en reclamos por parte de otros bonistas y la quiebra del país. Argentina se ha quedado prácticamente sin opciones legales para apelar el fallo después de que la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. desestimó el 16 de junio la apelación del país y dejó en pie la decisión de un Tribunal de Distrito de EE.UU. que la obliga a pagar a todos los bonistas al mismo tiempo.
El tribunal de primera instancia ha nombrado al abogado Daniel Pollack para llevar a cabo las negociaciones entre las dos partes. Pollack dijo en un comunicado el miércoles que las partes han estado en comunicación con él, pero no habían llegado a una solución. El abogado no quiso dar más detalles, diciendo que las conversaciones serán confidenciales "para facilitar la posibilidad de una resolución futura".
Abogados dicen que no está claro si un incumplimiento del pago el lunes constituiría un "default técnico". Standard & Poor's Ratings Services podría rebajar la calificación de Argentina a "default selectivo" entre el lunes y el final del período de gracia, dijo Sebastián Briozzo, director senior del grupo de calificaciones soberanas en S&P. El 17 de junio, la firma recortó su recomendación sobre Argentina de triple C+ a triple C-.
"Al final del día, si el pago no llega a los tenedores de bonos que aceptaron el canje sería un incumplimiento bajo nuestro criterio", dijo Briozzo.
Moody's MCO -0.23% Investors Service no reducirá automáticamente la calificación de Caa2 que tiene sobre los bonos argentinos reestructurados de jurisdicción extranjera si los tenedores no reciben el pago, dijo Gabriel Torres, analista senior de calificaciones soberanas de Moody's. Otra rebaja dependerá de cuánto dinero esperan perder los tenedores de bonos reestructurados como resultado del incumplimiento. La calificación actual indica una expectativa de hasta 20% en pérdidas para los tenedores de bonos reestructurados de Argentina.
"Para mover a Argentina a una nota por debajo de Caa2 no sería suficiente que el país cayera en cesación de pagos", dijo Torres. "Tendría que haber relativamente grandes pérdidas para los tenedores de bonos reestructurados".
Fitch Ratings, que tiene a Argentina con una calificación de doble C, no estuvo disponible para comentar.    

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