El déficit fiscal primario del Gobierno alcanzó a los $ 2.758,3 millones en octubre y se profundizó hasta los $ 7.279,9 millones después del pago de los compromisos de deuda. Pero el propio Ejecutivo salió hoy a restarle trascendencia: el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, argumentó que ese rojo creciente en las cuentas públicas se puede financiar con la rentabiliad de los fondos jubilatorios y las transferencias del Banco Central.
Según los datos que difundió ayer el Ministerio de Economía, el resultado fiscal acumula en los primeros diez meses del año un déficit de $ 29.386,9 millones. Los economistas más pesimistas calculan que el rojo podría cerrar el año en $ 110.000 millones; pero incluso los optimistas pronostican que superará los $ 60.000 millones.
“Es importante aclarar que el sector público nacional tiene financiamiento asegurado”, resaltó hoy Capitanich en la conferencia de prensa que brinda cada mañana en la Casa Rosada.
El jefe de Gabinete intentó quitarle trascendencia al tamaño del déficit con el argumento de que, además de los ingresos específicos estatales a través de la AFIP, el Gobierno también puede financiarse con “la rentabilidad del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS)” de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) y “de otros organismos públicos” y con “transferencias el Banco Central”.
“Por lo tanto –siguió- el financiamiento del sector público está garantizado y se cubre con superávit cuasi fiscal”. De hecho el Gobierno viene usando esas herramientas para financiarse: se usan las reservas para cancelar deuda pública y el FGS para financiar el funcionamiento del Estado, con un impacto tanto en las reservas como en la rentabilidad del FGS.
Este año, a diferencia de lo que venía pasando, las cuentas públicas quebraron ya en octubre la tendencia superavitaria de los meses anteriores. Y los economistas advierte que la mayor parte del gasto se concentrará en diciembre porque aumentarán los pagos destinados a personal y proveedores y se ejecutan las partidas que quedaron pendientes para no trasladar deudas al año siguiente.