Los funcionarios argentinos afirman que para el pago a Repsol se han diseñado nuevos instrumentos financieros, con garantia real (por eso sería necesario el respaldo del Congreso Nacional, un motivo del intento de seducción al Legislativo de parte de Jorge Capitanich) y que un banco de inversión de alcance global respaldará para que Repsol pueda ejecutar el valor en breve.
(Urgente24). "No son bonos viejos, son bonos nuevos. Realmente convertibles", defienden los funcionarios argentinos la oferta de acuerdo con Repsol por YPF. Supuestamente son instrumentos financieros diseñados con el asesoramiento de un banco global, que además respalda los valores de manera tal que Repsol tenga certeza de que no ocurrirá el desagio del que hablan en los mercados. Para ello, deslizan algunos, hay garantía real. Pero hasta el momento no puede confirmarse porque la letra chica todavía no puede confirmarse.
También se conoce ahora que Antonio Brufau trabajó en la elaboración de la minuta que el Gobierno español expuso al Gobierno argentino. Era, tal como lo tituló en ese momentoUrgente24, la última oportunidad para la Argentina antes de que se abriera el expediente en el tribunal arbitral CIADI, donde todo indicaba que le iría de mal en peor a la Administración Cristina.
La disposición de Antonio Brufau y del consejo de administración a dar el sí implicará, cuando se cumplan todas las condiciones, la retirada de pleitos judiciales y una nueva fase en las relaciones entre España y Argentina.
Brufau pidió al ministro de Industria español, José Manuel Soria, que presidió la negociación por parte española, que la cifra no fuese inferior a US$ 5.000 millones, y que fueran "activos líquidos"que Repsol pueda hacer efectivos en dinero. Repsol no deseaba derechos de explotación de yacimientos que le obligara a hacer inversiones, como sucedió en negociaciones anteriores. La oferta de derechos de explotación la realizó la Argentina en sus anteriores presentaciones a Repsol vía Pemex.
Ahora, la Argentina pretende pagar a Repsol en bonos en dólares, diseñados en New York, que solo serían amortizables a partir del 4to. año, tras cobrar intereses en los 3 primeros, aunque los detalles oficiales de lo pactado continúan sin ser hechos públicos. Fuentes oficiales de Repsol declinan hacer comentarios y se remiten a su comunicado a la CNMV (Comisión Nacional de Mercados de Valores española).
Por lo tanto, la arquitectura total de los bonos todavía es desconocida. Sí se sabe que son bonos nuevos, no los bonos ya conocidos del Estado argentino. Y tienen una garantía especial para garantizar su convertibilidad. En definitiva, Cristina Fernández de Kirchner terminará imitando a Carlos Menem, quien para atraer capitales extranjeros luego de la hiperinflación argentina tuvo que concederles beneficios especiales a los viejos bonos argentinos para que Telefónica de España se interesara en la vieja ENTel.
El ladriprogresismo tiene muchos defectos pero el más importante es el de la pérdida de memoria.
La indemnización en deuda pública argentina nueva es una cifra que está muy por debajo de la inicialmente pretendida por la propia Repsol, que se disponía a reclamar unos US$10.000 millones por su participación del 51% en YPF expropiada por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en abril de 2012. Pero es más que la última propuesta de la Argentina, que ofreció una compensación también de US$5.000 millones pero de ese monto, US$ 3.500 millones eran en una participación en una sociedad conjunta con YPF para explotar el megayacimiento de Vaca Muerta (una oferta que sobrevaloraba de forma evidente los activos del yacimiento implicados).
En medio de las especulaciones sobre la evolución financiera del acuerdo, RBC Capital Markets, de Canadá, dijo contemplar 4 opciones con efectos diferentes en la cotización de Repsol, según explicó el diario financiero Expansión.
El analista Peter Hutton cree que el escenario base es que Repsol reciba US$5.000 millones (3.700 millones de euros) en bonos de deuda pública argentina, con un interés del 3% y con un plazo de amortización del principal de 10 años. "Esta oferta tiene un moderado atractivo, ya que ofrecería poca liquidez a Repsol para invertir en otros países". El acuerdo elevaría la valoración objetiva de Repsol, según los cálculos de RBC, de 18,45 euros a 18,7 euros por acción. Todavía estaría por debajo de los 19,4 euros a los que cotiza hoy Repsol.
Una 2da. posibilidad más positiva para el grupo español sería el pago con bonos por US$5.000 millones, pero con la posiblidad de que Repsol recupere un 10% del principal de esos títulos cada año. El valor del grupo subiría entonces hasta los 19,7 euros por acción.
El escenario ideal, según Hutton, es que Argentina pague en metálico a Repsol. "Se trata de una opción con una probabilidad extremadamente baja, pero que sirve para determinar el máximo recorrido de la acción". La valoración de la petrolera por RBC subiría entonces a 20,8 euros, 2,35 euros más que ahora.
Por último, otra posibilidad remota según los analistas del banco canadiense es que el consejo de Repsol rechace la oferta, lo que dejaría su valoración en la posición actual. Pero casi nadie cree que algo así pueda ocurrir.
Sin embargo, puede existir una 5ta. posibilidad: los nuevos bonos convertibles con alguna garantía real que impida el desagio y garantice, a manos de algún banco de inversión, el cobro bastante inmediato del dinero.