Vanoli fue ayer al Mercado de Valores, para persuadiar a las sociedades de bolsa de que no les conviene ir a la Justicia, tema que será votado en la asamblea de mañana. Agentes piden que la elección sea secreta, porque en caso de que sea a mano alzada nadie querrá quedar en evidencia como el malo de la película. La medida cautelar sería un gran costo político para la CNV
La novela continúa. El actor estelar, Alejandro Vanoli, fue ayer de visitante al Mercado de Valores para ponerse a disposición de las 133 sociedades de bolsa en una convocartoria al diálogo, explicar en detalle la reglamentación de la nueva ley de mercado de capitales y evacuar las dudas que pudieran surgir.
La presencia del presidente de la Comisión Nacional de Valores tiene una razón de ser: mañana se realizará la asamblea extraordinaria del Merval, donde los accionistas decidirán si llevarán a cabo una medida cautelar de no innovar y declarar inconstitucional la ley, para frenar su aplicación. El directorio del Mercado apuesta a seguir dialogando con el regulador, que prometió sacar más criterios interpretativos para flexibilizar la normativa en caso de que se desista de ir a la Justicia, ya que representaría un enorme costo político para la CNV, máxime desde la llegada de Jorge Capitanich, que muestra una actitud más market friendly que el otrora superministro Guillermo Moreno.
¿Cuál puede llegar a ser el resultado en la elección de mañana? Hoy el boca de urna muestra una suerte de empate técnico. Todo depende de cómo sea finalmente la votación, que lo decidirá la misma asamblea. En caso de que sea a mano alzada, seguramente ganará la posición dialoguista, ya que a nadie le gustaría quedar expuesto como el malo de la película, y hasta quizás sufrir posibles represalias.
Por eso, quienes quieren judicializar exigirán que el voto sea secreto. Las elecciones a mano alzada están bien para cuestiones de menor importancia, pero para algo tan trascendental como ir a la Justicia o no, el voto debe ser secreto, para que haya una verdadera libertad de expresión. Por algo el voto en una elección política es secreto y universal, advierte el presidente de una sociedad de bolsa, del sector de los disidentes.
Le íbamos a pedir a Alejandro Vanoli que todo lo que nos prometiera lo pusiera por escrito, porque es un funcionario que mañana quizás no esté más como presidente de la Comisión Nacional de Valores. Pero al final no se lo pedimos, porque ni siquiera nos prometió nada nuevo que nos fuera a otorgar, se desilusiona un agente bursátil.
La actitud de diálogo está, pero el problema es que no nos conceden nada de lo que pedimos. Dice que sacará nuevos criterios interpretativos si no vamos a la Justicia, pero lo que nosotros queremos escuchar (cambios en la reglamentación) todavía nunca lo escuchamos, revela otro operador.
Los plazos siguen corriendo, y Vanoli no se anima a decirte que no a nada, para no confrontar, pero tampoco te otorga nada, sino te dice que presentes un plan B, con lo cual te está insinuando que lo que le presentaste hasta ahora no le gustó, advierten en el sector financiero.
Otra fuente, ligada al oficialismo, discrepa: Si bien hay muchos disensos, estamos avanzando en el diálogo: mejor esperemos para una medida cautelar, ¿cuál es el apuro? Siempre hay tiempo para hacerla, pero no nos enemistemos con el regulador justo ahora, cuando pueden flexibilizar algunos otros puntos que le venimos pidiendo.
Uno de los temas que se habló con insistencia en la reunión de ayer fue las multas. Los operadores se quejaron de que no haya posibilidad de recurrir a la Justicia antes de pagarlas, y de que la CNV se financie, en parte, con lo que recaude en este aspecto. Cuando le preguntaron por el famoso artículo 20, Vanoli hizo una gambeta a lo Leo Messi y se limitó a decir que soy respetuoso de la mayoría parlamentaria que lo impuso.
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