El factor más destacado de la semana pasada fue el contundente rebote del Ibex-35, que comienza a poner en valor los síntomas positivos que está ofreciendo la economía española.
Aunque el contexto macroeconómico continúa siendo complicado, los datos de la semana pasada muestran que la economía puede estar atravesando un punto de inflexión y que el cambio de tendencia al que hemos referido en los últimos meses comienza a materializarse. La cifra del PIB del 2T’13 adelantada por el Banco de España (-0,1% en tasa m/m) refleja que la caída de la actividad económica se está suavizando, mientras que los resultados de la EPA del 2T’13 han mostrado un descenso de la cifra de paro hasta 26,2%.
Aunque el nivel de desempleo sigue siendo extraordinariamente elevado, la reducción del número de parados en 225.000 personas y el aumento de los ocupados son indicadores positivos que sugieren que la economía podría ser capaz de generar empleo incluso en ausencia de crecimiento. En Europa, el fuerte repunte de los indicadores adelantados PMI de los sectores manufacturero y de servicios, que han regresado a zona de expansión, y el aumento de la confianza empresarial en Alemania también contribuyeron al repunte del mercado europeo.
Además de las cifras macroeconómicas, las noticias corporativas también han sido un catalizador importante para el mercado, en una doble vertiente: en primer lugar, los resultados empresariales han ofrecido un saldo positivo, especialmente en los casos de Telefónica, Repsol y Gas Natural.
Además, las bolsas europeas se han visto impulsadas por el resurgir de las operaciones corporativas, como la adquisición de la operadora alemana E-Plus por parte de Telefónica y la venta de Activision por parte de Viviendi. En conjunto, esta semana ha sido una muestra del mayor potencial del Ibex-35 y el Eurostoxx-50, bolsas que recomendamos en nuestra estrategia de inversión del 3T13. La evolución de Wall Street fue claramente lateral, en una semana en la que los datos macroeconómicos fueron mixtos y los resultados empresariales no han mostrado el crecimiento necesario como para seguir impulsando el S&P500, que ha mostrado algunos síntomas de agotamiento.
La nota más negativa ha sido el mercado asiático, debido a los decepcionantes datos macroeconómicos de China y al retroceso del Nikkei, cuya tendencia alcista se ha frenado a la vez que se ha estancado la depreciación del yen en los niveles de 130JPY/€ y 100 JPY/$. En las próximas semanas, mantendremos una vigilancia más estrecha sobre Japón, ante el riesgo de que una pequeña apreciación del yen pueda frustrar la recuperación del ciclo y los resultados empresariales y provoque una toma de beneficios en la bolsa nipona.
Esta semana afrontamos unas jornadas que serán determinantes para la evolución del mercado durante el mes de agosto. Las citas clave son las reuniones del Banco de Inglaterra, el BCE y la Reserva Federal. El mensaje del BCE ya fue muy potente en la reunión de julio, por lo que Draghi se limitará a reiterar su compromiso de mantener los tipos en los niveles actuales o incluso inferiores durante un período prolongado, pero sin anunciar ninguna decisión adicional. Por parte de la Fed tampoco habrá cambios en su política monetaria, pero la actitud del mercado será de clara cautela, hasta comprobar si el comunicado de la Fed ofrece algún indicio más concreto acerca de la fecha en la que se iniciará la reducción del QE3. Por lo tanto, consideramos que la reunión de la Fed no supondrá un claro respaldo para el mercado, sino más bien un factor de incertidumbre que lleve al mercado a actuar con prudencia.
En Wall Street, los indicadores macroeconómicos tomarán el relevo de los resultados empresariales como guías del mercado. A lo largo de la semana se publicarán unos datos previsiblemente favorables de precios inmobiliarios, unas cifras aceptables de creación de empleo y la primera estimación del PIB del EE.UU. en el 2T’13, que podría mostrar cierta debilidad. En conjunto, el balance de los datos macroeconómicos debería ser aceptable, pero su impacto sobre las bolsas no estará en función del cumplimiento de las expectativas sino de cómo pueden influir en las decisiones de política monetaria que adopte la Fed.
En consecuencia, afrontamos una semana de suave aterrizaje, en la que el mercado se mantendrá a la expectativa y las bolsas deberían consolidar niveles y realizar una lenta digestión de los mensajes de los bancos centrales. Creemos que la semana transcurrirá en una tendencia lateral, no exenta de cierta indefinición y que las bolsas europeas y el Ibex-35 deberían mostrar un tono algo más favorable, apoyadas en el aumento de los beneficios y una probable mejora del guidance de las grandes entidades financieras europeas que publican resultados en las próximas jornadas. Por ello, recomendamos adoptar una posición larga en el sector financiero europeo como idea de inversión semanal.
Aunque el nivel de desempleo sigue siendo extraordinariamente elevado, la reducción del número de parados en 225.000 personas y el aumento de los ocupados son indicadores positivos que sugieren que la economía podría ser capaz de generar empleo incluso en ausencia de crecimiento. En Europa, el fuerte repunte de los indicadores adelantados PMI de los sectores manufacturero y de servicios, que han regresado a zona de expansión, y el aumento de la confianza empresarial en Alemania también contribuyeron al repunte del mercado europeo.
Además de las cifras macroeconómicas, las noticias corporativas también han sido un catalizador importante para el mercado, en una doble vertiente: en primer lugar, los resultados empresariales han ofrecido un saldo positivo, especialmente en los casos de Telefónica, Repsol y Gas Natural.
Además, las bolsas europeas se han visto impulsadas por el resurgir de las operaciones corporativas, como la adquisición de la operadora alemana E-Plus por parte de Telefónica y la venta de Activision por parte de Viviendi. En conjunto, esta semana ha sido una muestra del mayor potencial del Ibex-35 y el Eurostoxx-50, bolsas que recomendamos en nuestra estrategia de inversión del 3T13. La evolución de Wall Street fue claramente lateral, en una semana en la que los datos macroeconómicos fueron mixtos y los resultados empresariales no han mostrado el crecimiento necesario como para seguir impulsando el S&P500, que ha mostrado algunos síntomas de agotamiento.
La nota más negativa ha sido el mercado asiático, debido a los decepcionantes datos macroeconómicos de China y al retroceso del Nikkei, cuya tendencia alcista se ha frenado a la vez que se ha estancado la depreciación del yen en los niveles de 130JPY/€ y 100 JPY/$. En las próximas semanas, mantendremos una vigilancia más estrecha sobre Japón, ante el riesgo de que una pequeña apreciación del yen pueda frustrar la recuperación del ciclo y los resultados empresariales y provoque una toma de beneficios en la bolsa nipona.
Esta semana afrontamos unas jornadas que serán determinantes para la evolución del mercado durante el mes de agosto. Las citas clave son las reuniones del Banco de Inglaterra, el BCE y la Reserva Federal. El mensaje del BCE ya fue muy potente en la reunión de julio, por lo que Draghi se limitará a reiterar su compromiso de mantener los tipos en los niveles actuales o incluso inferiores durante un período prolongado, pero sin anunciar ninguna decisión adicional. Por parte de la Fed tampoco habrá cambios en su política monetaria, pero la actitud del mercado será de clara cautela, hasta comprobar si el comunicado de la Fed ofrece algún indicio más concreto acerca de la fecha en la que se iniciará la reducción del QE3. Por lo tanto, consideramos que la reunión de la Fed no supondrá un claro respaldo para el mercado, sino más bien un factor de incertidumbre que lleve al mercado a actuar con prudencia.
En Wall Street, los indicadores macroeconómicos tomarán el relevo de los resultados empresariales como guías del mercado. A lo largo de la semana se publicarán unos datos previsiblemente favorables de precios inmobiliarios, unas cifras aceptables de creación de empleo y la primera estimación del PIB del EE.UU. en el 2T’13, que podría mostrar cierta debilidad. En conjunto, el balance de los datos macroeconómicos debería ser aceptable, pero su impacto sobre las bolsas no estará en función del cumplimiento de las expectativas sino de cómo pueden influir en las decisiones de política monetaria que adopte la Fed.
En consecuencia, afrontamos una semana de suave aterrizaje, en la que el mercado se mantendrá a la expectativa y las bolsas deberían consolidar niveles y realizar una lenta digestión de los mensajes de los bancos centrales. Creemos que la semana transcurrirá en una tendencia lateral, no exenta de cierta indefinición y que las bolsas europeas y el Ibex-35 deberían mostrar un tono algo más favorable, apoyadas en el aumento de los beneficios y una probable mejora del guidance de las grandes entidades financieras europeas que publican resultados en las próximas jornadas. Por ello, recomendamos adoptar una posición larga en el sector financiero europeo como idea de inversión semanal.
Bankinter