El próximo dirigente debe imprimirle a la Reserva Federal una visión de negocio; por lo que, más que un economista, lo que la entidad necesita es a alguien que sepa gestionar recursos y presupuestos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, abrió el debate la semana pasada acerca del futuro del presidente Ben Bernanke al frente de la Fed al decir que "ha estado en su puesto más de lo que se suponía que debía estar". Desde fuera, estas palabras se intepretaron como una clara señal de que Bernanke dejará la entidad cuando finalice su actual mandato.
31 de enero de 2014. Esa es la fecha en la que finaliza el mandato de Bernanke al frente de la Fed; su mandato como miembro de la Junta de la Reserva Federal termina el 31 de enero 2020. Según dice Moshe Silver en CNNExpansión, parece que no tiene mucho sentido dejar que se marche Bernanke dada la coyuntura económica. Obama no tiene reelección y, con las ruedas de la economía estancada, es demasiado tarde para que alguien más intervenga.
Pero por si el relevo se hace efectivo, señala Silver, el próximo presidente podría considerar un cambio sustancial en la política, ya que la Fed no necesita un economista para dirigirla.
Quizá la Fed necesite ejecutarse como un negocio y necesite a alguien con experiencia en cumplir presupuestos operativos, en contratar y gestionar empleados, y seguir los flujos de la economía para mantenerse dentro del presupuesto. Tal vez el próximo presidente de la Fed deba ser el dueño de una importante casa de suministros de plomería o de una tienda de maquinaria, sugiere CNNExpansión.