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Informe Económico Semanal del Banco Ciudad 06.05.2011- Paritarias 2011: cocción a fuego lento

LA SEMANA EN POCAS PALABRAS

En la última semana se conocieron las estimaciones privadas de inflación de abril, las cuales se ubicaron en torno al 2% mensual (21-23% interanual). En particular, el IPC-FIEL creció un 2,2%, en lo que fue el abril con mayor incremento de precios desde el año 2002. La inflación del mes fue impulsada por alzas estacionales en educación, indumentaria y turismo, sumadas a incrementos en los gastos de vivienda y alimentos. A nivel de subíndices, el IPC Resto (medida de las tendencias de inflación subyacentes) aumentó 2,5% mensual (35% anualizado), en lo que fue su mayor suba de los últimos 12 meses.
Como resultado, el IPC-FIEL aceleró su ritmo de crecimiento interanual hasta 21,2%, interrumpiendo cuatro meses de parcial desaceleración, una tendencia que podría profundizarse en los próximos meses. Como ya comentáramos en anteriores reportes, la desaceleración interanual del primer trimestre respondió más a una elevada base de comparación (asociada al salto de los precios de los alimentos a la salida de la crisis internacional, a comienzos de 2010), que a una verdadera moderación en el ritmo de crecimiento del IPC en el margen.
Mirando fríamente los números, se aprecia que tras avanzar a una tasa promedio mensual de 2,5% en el primer trimestre de 2010, el IPC-FIEL pasó a crecer un 1,2% en el segundo trimestre del año pasado. En la medida que los precios minoristas mantengan (como hasta abril) una variación superior a esa cifra, en el segundo trimestre de 2011 continuarían acelerándose las variaciones interanuales de las mediciones de precios.
Ahora bien, en un contexto en el que los precios crecen, pero a un ritmo menor que los salarios, las remuneraciones mantienen su poder de compra. De acuerdo a los datos divulgados por el INDEC, los salarios subieron en marzo un 26% interanual (1,4% mensual), manteniéndose por encima de las estimaciones privadas de inflación.
Este incremento de los salarios reales explica, por un lado, el persistente avance del consumo privado y, por otro, la cocción a fuego lento de las paritarias 2011, a pesar de ser éste un año electoral. En marzo del año pasado los salarios promedio de la economía acumulaban una caída real de casi 2% interanual, mientras que en marzo 2011 registraron un ascenso de 4,6% a/a. Esta situación habría quitado presión (y en alguna medida apuro) al cierre de las negociaciones paritarias, considerando que a esta misma altura del año pasado un importante cúmulo de negociaciones ya estaban cerradas, ante la escalada en el precio de los alimentos.
En lo que respecta a las paritarias 2011, todo apunta a que volverían a repetirse las disparidades sectoriales observadas en 2010. Aquellos gremios que obtuvieron los mayores aumentos salariales en 2010 podrían acordar alzas en sus remuneraciones en torno al 25%, siguiendo el caso testigo de los camioneros (24%). El aumento acordado por el principal representante de la CGT es un dato no menor a tener en cuenta, aunque (hasta ahora) se mantiene más como un piso que un techo para otras negociaciones, considerando que otros gremios de peso siguen sin acordar sus salarios, manteniendo reclamos superiores al 30%.
En este contexto se enmarcan los renovados esfuerzos del gobierno por mediar entre los grupos empresarios y sindicales. Frente a un fenómeno inflacionario que no cede ni es atacado por las políticas gubernamentales, las reuniones entabladas esta semana con las cúpulas de la CGT y la UIA apuntan, entre otros objetivos, a mantener un delicado equilibrio que garantice un sostenimiento del poder adquisitivo y del consumo en el año electoral, sin presionar excesivamente los costos empresariales (los salarios promedio de la economía medidos en dólares ya superan en un 7% los niveles de 2001, mientras que los salarios industriales resultan un 68% mayores).