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El gobernador bonaerense, con la mochila más pesada

 Como bien reza el tema “La ilusión que me condena” de Pier, parece que Axel Kicillof está obligado a acomodarse la mochila más pesada y salir a recorrer el territorio para reeditar lo hecho en 2019. Pero, en este caso, no depende solamente de alcanzar la reelección, sino más bien ser un inflador de urnas para el oficialismo nacional que, de acuerdo a los últimos resultados, se encuentra como tercera fuerza.

Más allá de que Sergio Massa quedó como el segundo candidato más votado detrás de Javier Milei, en la sumatoria de espacios Juntos por el Cambio supera a Unión por la Patria por poco más de un punto. De la misma forma, la diferencia entre UxP y La Libertad Avanza es de apenas un 3 por ciento, una brecha que asoma relativamente factible de achicar o superar.

Es sabido que la provincia de Buenos Aires es el bastión más importante para el peronismo que, en las PASO, salió derrotado prácticamente en el resto de las jurisdicciones. En ese marco, salvo una verdadera catástrofe, Kicillof tiene grandes posibilidades de renovar su mandato por cuatro más y para garantizar esos votos se volcará a mostrar la gestión de su mandato.

Con lo sucedido en las Primarias como luz de alerta, dando vuelta la página comenzó la nueva etapa de la campaña de cara a las Generales de octubre próximo. Para ello, el gobernador retomó su agenda habitual de actos, reuniones y recorridas por los distintos distritos bonaerense, donde buscarán reeditar lo cosechado en 2021.

En aquella oportunidad, con el otrora Frente de Todos derrotado, los dirigentes fueron en búsqueda de todos aquellos que por enojo o disgusto no habían ido a votar; los convocaron y los convencieron. Entonces, la ecuación cambió y el FdT pudo achicar una enormidad la diferencia que había con Juntos y la derrota terminó traduciéndose como una especie de victoria por alcanzar ese objetivo.

En la actualidad pasa algo parecido: muchas personas no fueron hasta las urnas en las PASO y el número de aquellos que no fueron votar es bastante amplio. Por eso, una de las estrategias es bajar al territorio para seducir a los desencantados. Incluso, antes del 13 de agosto, Kicillof había advertido sobre la peligrosidad de la baja participación y les había encomendado a los intendentes reforzar esa tarea de citarlos en sus propios municipios.

En este escenario, algunos consultores ya comenzaron a trabajar sobre esta hipótesis y, en algunos casos, señalaron que el gobernador podría crecer cerca de 6 puntos, alcanzado alrededor del 42 por ciento. Lógicamente, si el mandatario provincial puede aumentar su caudal de votos, eso podría significar un empuje desde abajo hacia arriba para apuntalar a Massa.

Según las estimaciones, fueron cerca de cuatro millones los bonaerenses que no fueron a votar. Y en el reparto de sufragios, Kicillof obtuvo unos 2.891.276 electores, en tanto que la suma de Juntos por el Cambio entre el vencedor Néstor Grindetti y el derrotado Diego Santilli sumó 2.614.037 y, por último, la candidata de Milei, Carolina Píparo,se alzó con 1.886.335.

Naturalmente, varía la cantidad de personas que van a las urnas entre las PASO y las Generales, por lo que se presume en este caso va a suceder lo mismo que en años anteriores. Y la mochila que carga el gobernador es que ese porcentaje de ausentes que sí asistan a las escuelas en octubre próximo elijan la boleta completa de Unión por la Patria.

Sobre todo, porque, en otras provincias resolvieron desdoblar las elecciones y no existen gobernadores que puedan empujar a Massa para inflar su colchón de electores. De allí que la tarea de Axel será fundamental para que, por un lado, UxP crezca en relación a las Primarias, pero sobre todo para que pueda sacar el boleto para el ballotage.

Para eso, necesita del apoyo territorial y, lógicamente, los intendentes cobran una vital importancia en este panorama. Para coordinar las tareas y la estrategia, comenzaron los encuentros y días atrás, el gobernador recibió a unos 50 jefes comunales a fin de ordenar la campaña pensando en octubre. El masivo cónclave sirvió para hacer un diagnóstico de los resultados y para diagramar las acciones futuras.

Más allá de que Kicillof pueda ser reelecto, sabe que en un escenario desfavorable a nivel nacional, con un presidente como Javier Milei o incluso como Patricia Bullrich, complicaría las arcas provinciales. Quizás sea por eso que se convirtió en un militante más de la causa para llevar a Massa a un triunfo que le permita seguir teniendo una relación estrecha con la Nación.




agencia nova