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El cambio en la cúpula global de Enel podría dejar en un compás de espera la salida de Edesur que había anunciado el grupo italiano
El cambio en la conducción de la estructura global del grupo italiano Enel que va camino a concretarse a mediados de mayo podría implicar un compás de espera en el proceso de venta de las acciones mayoritarias de Edesur, la distribuidora eléctrica de la región metropolitana que quedó en la mira por los reiterados y prolongados cortes de luz registrados durante el verano.
En noviembre del año pasado, las autoridades de Enel—el principal accionista de la sociedad controlante de Edesur—anunció su salida del país con la venta de todos sus activos energéticos en los negocios de generación, transporte y distribución eléctrica.
Según indicaron los directivos de Enel, el retiro del plano local forma parte de una nuevo plan empresarial y comercial que consiste en desprenderse de todas compañías que controla en "países y mercados no estratégicos" con el fin de reducir la deuda acumulada en los últimos años que supera los 24.000 millones de euros.
Esa "hoja ruta", en el caso de Argentina, fue ratificada a principios de este año cuando el CEO internacional de Enel, Francesco Starace, afirmó que la decisión de hacer las valijas se debe a que el país "tiene la regulación más bizarra del mundo".
El primer paso del repliegue de Enel se concretó en febrero pasado con la doble venta de las centrales térmicas Dock Sud y Costanera. Un mes después, los directivos locales de Enel contrataron al banco Santander para que salga a sondear a posibles interesados en el paquete accionario mayoritario de Edesur.
A los pocos días de esa movida, la noticia llegada de Italia sobre el desembarco de un nuevo CEO global de Enel en remplazo de Starace habría puesto un freno temporario a la búsqueda de los potenciales compradores de la distribuidora eléctrica.
Bajo el mando de la primera ministra Giorgia Meloni, el gobierno italiano—que posee el control accionario de Enel—resolvió correr a Starace de la conducción global del grupo que venia ejerciendo desde hace nueve años y nombrar en ese puesto a Flavio Cattaneo.
Actual vicepresidente ejecutivo Italo--la empresa operadora de trenes de alta velocidad-- y de estrecha relación con el magnate y ex primer ministro, Silvio Berlusconi; Cattaneo se apresta a desembarcar al frente del directorio de Enel en la segunda semana de mayo.
Graduado en arquitecto en el Politécnico de Milán en 1999 y con una especialización en "Finanzas Aplicadas a Real Estate", Cattaneo retorna a las empresas del sector energético luego de ocupado el cargo, entre 2005 y 2014, el cargo de CEO de Terna, la operadora del sistema nacional de transmisión eléctrica de Italia.
Según los medios europeos, el nuevo timonel de Enel posee "una experiencia consolidada en la gestión de grandes empresas industriales, tanto en el sector privado como en el público, que operan en los sectores de la construcción, comunicaciones, energía, transporte y telecomunicaciones".
Tras la confirmación oficial de Cattaneo como sucesor de Starace, los analistas del sector destacaron que entre sus primeras medidas estarían una posible redefinición de los plazos en juego para concretar la retirada de Edesur y el cambio de los actuales presidentes de Enel Américas, Borja Acha Besga; de Enel Chile, Hernán Chadwick Piñera y de Enel Argentina, Claudio Cunha por ejecutivos de su entorno y confianza.
A ese factor externo que repercutiría en el futuro inmediato de Edesur se agregó otro elemento interno que apunta a mejorar la valuación de la empresa y que también podría ser tomado en cuenta por Enel para "recalcular" la salida de la distribuidora eléctrica.
Se trata de la decisión del ente regulador eléctrico (ENRE) de poner en marcha la "Revisión Tarifaria Integral" (RTI) de Edesur junto con las correspondientes a Edenor y las transportistas Transener, Transnoa, Transnea, Transba, Transpa, Distrocuyo, Transcomahue y EPEN.
Por medio de las resoluciones 363 y 364, la intervención del organismo de control que encabeza el massista Walter Martello estableció un plazo de 30 días para elaborar "las pautas y el cronograma de desarrollo" de las RTI que contendrán los planes de obras, los niveles de inversiones, los índices de calidad de servicio y los nuevos cuadros tarifarios que el Gobierno se compromete a otorgar a las empresas eléctricas en el período 2024-2028.
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