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¿Consumir el stock o producir menos?: el duro dilema de los empresarios ante la disparada de la inflación

 La inflación y los problemas de importación obligan a que muchas actividades decidan entre dos alternativas impensadas en una economía normal


Además de capacitarse para mejorar su negocio, ser un experto en impuestos, hacer máster class en finanzas, ahora también los empresarios argentinos deben buscar cómo instruirse para hacer negocios en una economía completamente disfuncional, que los pone en la disyuntiva de elegir entre ganar más plata o producir menos y conservar la misma rentabilidad para darle continuidad a su producción.

Las múltiples regulaciones y trabas convierten la ecuación de cualquier negocio en una trama cuyo final es impredecible.

¿Ganar más plata o producir menos?

Fernando M. es el CEO de una fábrica de chocolates, cuyo principal insumo, el cacao, debe importarse en su totalidad, ya que no hay producción en el país de este fruto.

Fernando tiene la empresa absolutamente en regla y hasta finales del año pasado pudo realizar sus importaciones con las complicaciones habituales, pero el producto le llegaba en cantidades suficientes.

Sobre el cierre de 2022, el empresario participó de un evento en el que el ministro de Economía, Sergio Massa, dijo que para 2023 se habilitarían importaciones por hasta un 20% más que las pedidas en 2022. Más cerca del 31 de diciembre, concurrió a otra participación del funcionario y el 20% se había reducido al 10%.

Al volver a su fábrica junto a los gerentes de compras y producción y les dijo que planifiquen el año con un nivel de fabricación similar al de ese año. Había tomado la decisión de no arriesgar y pensar un 2023 con más problemas que el año que se iba.

Por la dificultad para importar
Por la dificultad para importar y el inestable precio del dólar, empresarios prefieren producir menos y a mayor precio.

Cuando se acercó la Semana Santa, su temporada más fuerte de ventas, el panorama fue totalmente distinto. El nivel de importaciones estuvo por debajo de lo prometido y allí tuvo que tomarse una nueva decisión: ¿Cuánto producir?

La experiencia en el negocio lo ponía ante el siguiente escenario: producir al 100% de capacidad y de posibilidades de venta a un precio "X"; o producir el 75% y aumentar el precio hasta que el mercado se lo permita buscando una rentabilidad similar.

La diferencia entre ambos escenarios era el futuro: para producir al 100%, debía consumir parte del stock acumulado con el temor de no conseguir la reposición adecuada y en consecuencia poner en riesgo la producción de los próximos meses.

La decisión fue la de producir menos a mayor precio. Eso implicó, menos horas de trabajo, menos empleados, menos salarios por la no realización de horas extras. En síntesis, menos actividad económica y más inflación por el aumento de los precios a los clientes.

Este pequeño relato no resulta una "revelación iluminada" es simplemente la cronología detallada de lo que le sucede a grandes sectores de la economía, principalmente a las que dependen de las importaciones.

La incertidumbre por el dólar perjudica la producción

La escalada del dólar de los últimos días en muchos casos cortó la cadena de suministro.

La industria automotriz es sólo uno de los sectores
La industria automotriz es sólo uno de los sectores afectados por el precio del dólar y el cepo importador.

Mariano H. es el dueño de una importante imprenta digital y su proveedor de papel ya le informó que esta semana no le vende. En siete días tiene que entregar una de las producciones más importante del mes. "Confié en que pese a la situación del dólar, el papel llegaría porque nunca me habían fallado y además si tengo que poner el billete lo pongo. Pero ahora ni tan siquiera con el "cash" arriba de la mesa aparece", explicó.

¿Cuáles son las alternativas? Comprarle el insumo a "un colega" al precio que sea y asumir la pérdida o perder el cliente. O sea, el impredecible recorrido del valor del dólar no sólo frena la producción, sino que además lleva a los empresarios a un escenario impensado: del "win-win" al "lost-lost".

Cristián Z. vive una situación totalmente opuesta. Es dueño de una distribuidora de productos de perfumería en la provincia de Buenos Aires. "Es verdad que cuando voy a los importadores, casi no hay mercadería. Pero por otro lado me doy vuelta y mis principales clientes me piden ‘todo lo que pueda venderles’ porque de esta manera se están capitalizando y dolarizando", reveló.

Cristián Z. instruyó a su personal a que recorra a todos los importadores posibles para comprar lo que haya en plaza, incluso pagando sobreprecios: "Tarde o temprano voy a colocar la mercadería al precio que me conviene. Mi única limitante es la capacidad de stockearme porque tengo claro que más negocio que comprar billetes es comprar ‘frasquitos’".

Realidades contrapuestas entre productores e intermediarios en medo de la escalada del precio del dólar.   



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