A pesar de aumentar la nominalidad de los billetes estos pierden valor en menos tiempo debido a la inflación. Entre el timing de su creación en la casa de la moneda y su entrada en circulación, el billete ya nace devaluado. Eso sucederá con el Billete de $2.000 que de acuerdo a su lanzamiento terminará valiendo en términos reales $1.000 de hoy hacia fin de año. La nominalidad es corroída por la inflación que deteriora el valor del dinero y poder adquisitivo del billete más rápido que los tiempos y planificación deliberada para su lanzamiento. "Nuestra economía tiene un problema importante por que comienza a disminuir la demanda del peso argentino en relación a su emisión y oferta en el mercado. Ese dinero excedente en el mercado en circulación por encima de lo que necesitamos para satisfacer las demandas de la economía está generando una pérdida de valor cada vez más veloz del peso argentino. A su vez, el contexto eleccionario y las internas políticas no colaboran en la generación de confianza y credibilidad por parte del gobierno para que su política fiscal y monetaria retomen la demanda de dinero "
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