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Enrique Szewach: "Al Gobierno le faltan dólares y no puede hacer lo que debería"

 

El director ejecutivo de IERAL, de la Fundación Mediterránea, habla de la falta de dólares, del "plan aguante" de Massa y del programa económico que elaboró junto a Carlos Melconian para el próximo gobierno.


Las tensiones políticas se sienten en Argentina por estos días en la discusión sobre la economía y la gestión de la deuda pública, confirmando que este 2023 será un año muy caliente como consecuencia del contexto electoral. El país enfrenta varios problemas en materia económica, pero, según el director ejecutivo del IERAL, de la Fundación Mediterránea, Enrique Szewach, el principal es “la falta de dólares”.

Así lo señala en esta entrevista, en la que analiza la gestión de Sergio Massa como ministro de Economía, analiza el papel del Fondo Monetario (FMI) y considera que la gestión Fernández está en un momento de “extrema debilidad”, con pocas posibilidades de cambiar el rumbo. Ese lo ve como un desafío para el próximo gobierno y Szewach no esconde su deseo de formar parte de una próxima gestión.

Fue director del Banco Central y vicepresidente del Banco Nación de Cambiemos, por lo que no le tiene miedo a la gestión pública. Asegura que “hay que hacer un cambio de régimen para que la inversión sea privada y el ahorro sea público”. En ese sentido, da detalles del programa económico que desarrollaron junto a Carlos Melconian, presidente de la Fundación, para el próximo gobierno y afirma su “vocación de hacer una contribución al país desde la gestión”.

Periodista- ¿Cómo ve la actualidad económica de la Argentina

Enrique Szewach - La coyuntura de la Argentina de hoy indica que el país tiene una falta de dólares, que se combina con la contrapartida de una falta de pesos importante. Ese es el principal problema de nuestro país. Lo que sucede es que el balance comercial no puede ser compensado con la cuenta capital porque Argentina la tiene cerrada para el sector privado, con el cepo, y también para el sector público, por la falta de capacidad.

Considero que el gobierno de Alberto Fernández está al final de su mandato y atraviesa un momento de extrema debilidad y sin posibilidades de cambiar la Argentina. Lo que puede hacer es usar las herramientas que tiene disponibles. Y, hoy, lo único que tiene al alcance es seguir usando la inflación como mecanismo de cierre fiscal, tratando de que no desborde más porque, si no, la situación se haría insostenible, y, si baja mucho, la situación fiscal se haría insostenible también porque los gastos se ajustan con la inflación pasada y los ingresos, con la presente.

P.- Un elemento muy preocupante para la gente en la actualidad es la inflación. ¿Espera que el Gobierno logre dominarla?

E.S.- Hoy, la inflación ya depende, casi, de la buena voluntad de la gente, porque el BCRA no va a poder detener la dominancia de la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal y renovar la deuda interna. Entonces hay una inflación macroeconómica detrás de entre el 80% y el 90% anual.

Si bien los instrumentos de absorción de pesos, la colocación de pases y Leliqs, están postergando emisión, ésta va a depender de la demanda de dinero que haya. La inflación mensual está hoy entre el 5% y 6% mensual. Si empeoran un poco las cosas, va a subir en torno al 7%, pero si hay mejores expectativas o hay algún control adicional, algún mes puede estar en el 5% y otro, en torno al 4%, pero esta idea de que la tasa de inflación puede bajar cada 75 días un punto, es una expectativa muy poco probable. Creo que el Gobierno tiene como objetivo firmar el empate: que la actividad se recupere y que la tasa de inflación se quede entre el 5% y 6%.

P.- ¿Cómo evalúa la gestión de Sergio Massa como ministro de Economía?

E.S.- Si se compara el momento actual con junio del año pasado, cuando Martín Guzmán se tuvo que ir totalmente debilitado en medio de una crisis de Gobierno, y con un interinato de Silvina Batakis, que pasó sin pena ni gloria, la gestión de Massa está siendo superadora, sin dudas.

Por un lado, esto es posible gracias a que, políticamente, Massa no es un gerente, sino que es un socio minoritario de la coalición de gobierno. Pero hay algunos elementos que lo están ayudando: uno de ellos es el hecho de que el kirchnerismo entendió que estaba al borde del abismo y aceptó ciertas cosas que hubiese tolerado en otro contexto; y, por otro lado, tuvo la habilidad de, con distintos instrumentos, ir pateando las dificultades del momento para adelante. Así, lanzaron los swaps con China y Brasil, los cepos, el crédito internacional y el dólar soja, entre otros programas. Además, el salto de la tasa de inflación lo ayudó a cerrar el problema fiscal, porque es un elemento que licúa las jubilaciones e infla los ingresos, como suele suceder cada vez que saltan los precios de la economía en la Argentina.

Entonces, desde el punto de vista de la gestión, comparada con el primer semestre de 2022, es buena, hasta ahora, gracias a una mezcla algo de poder político recuperado, apoyo de la coalición, que sentía que peligraba el Gobierno si no se acoplaba, al salto inflacionario y a algún ingenio del ministro para conseguir unos dólares.

Enrique Szewach elaboró junto a Carlos Melconian un programa para el próximo gobierno.

Enrique Szewach elaboró junto a Carlos Melconian un programa para el próximo gobierno.

P.-Le queda un año de gestión por delante con elecciones en el trayecto. ¿Qué cree que debería hacer Massa y qué herramientas puede utilizar para estabilizar la economía en este contexto?

E.S.- Creo que lo que va a mantener lo que se está haciendo, por lo que, posiblemente, veamos el lanzamiento de algún REPO con bancos internacionales, el dólar soja 4, 5 y 6 y no va a haber mucho más margen de maniobra, ni político ni económico, para hacer más cosas.

No hay posibilidades para hacer lo que hay que hacer. Entonces, hay que llegar y, si bien lo puede hacer, no está asegurado que lo logre porque depende mucho de factores como que el efecto de la sequía sobre la cosecha no sea una catástrofe, sino simplemente una menor recaudación; que los malabares de conseguir dólares sean exitosos y que el cepo a las importaciones no termine en una recesión muy fuerte. Todo en un clima de equilibrio delicado porque, por ejemplo, el fin de la sequía es positivo para el sector externo, pero negativo para el interno, porque impacta en los precios.

Asimismo, el kirchnerismo va a seguir presionando sobre la reforma de la Corte y eso frena el Congreso, donde Massa tiene muchos de los proyectos que le podrían dar unos dólares más, como el blanqueo, por ejemplo.

P.- ¿Qué es lo que hay que hacer, según su opinión? ¿Qué debería tener el plan de estabilización de un nuevo Gobierno?

E.S.- Nosotros hemos presentado públicamente, desde IERAL y junto a Carlos Melconian, un programa que propone un nuevo régimen que garantice el cambio económico y tenemos la idea de poder gestionarlo porque, cuando uno arma un programa que cree que puede gestionarlo es porque confía en él y no lo hace de manera ligera.

Lo primero que se necesita es que la política recupere el liderazgo necesario para transformar la economía. Requerimos un cambio de régimen que incluya un plan de estabilización porque la Argentina ha vivido la última década con un modelo de asignación de recursos para los sectores menos productivos y sin incentivos a los productivos, ya que, por definición, es menos productivo el sector público que el privado.

Entonces, el resultado es que la economía se estanca, porque se ven afectados los sectores más emprendedores de la economía. Hay algunas islas de alta productividad, pero la situación general es esa. Entonces, hay que hacer un cambio de régimen para que la inversión sea privada y el ahorro sea público. Eso requiere terminar con el déficit fiscal, un BCRA que no financie al sector público y un reacomodamiento de los precios relativos. Para hacerlo de manera creíble, hay que tener un respaldo político necesario.

El Gobierno que venga va a heredar el “plan llegar” de Massa y tendrá que dar las señales adecuadas en función de arreglar el tema de las tarifas públicas, el atraso cambiario y armar un programa en el que la demanda de dinero sea a favor y no en contra, lo que permitirá ir manejado los pasivos del BCRA de manera ordenada.

P.- ¿Qué rol cumple el Fondo Monetario Internacional (FMI) en ese nuevo escenario?

E.S.- En los últimos acuerdos que ha firmado con la Argentina, al FMI le han hecho perder mucha credibilidad: con Macri, firmó el préstamo más grande de su historia y, ahora, tenemos un acuerdo con el Fondo con el 100% de inflación. Es increíble, pero creo que responde a que ha perdido esperanza respecto de la Argentina. Eso recogimos con Carlos Melconian en Washington. Es como que están resignados y no quieren ser la causa de una nueva crisis en el país. Entonces, ellos también tienen un plan “Llegar”. No obstante, puede favorecer el cambio de régimen y ajuste fiscal, facilitando los pagos que va a tener que hacer el Gobierno en los próximos años.



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