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Qué receta aplicará el Gobierno para evitar que "explote" la economía en 2023, según economista de FIEL

 Qué pasará con el dólar e inflación según Juan Luis Bour, director y economista jefe de FIEL, en una entrevista con iProfesional


Tras disiparse los festejos por ganar el Mundial de fútbol, el país se enfoca en los problemas de fondo que involucran a la realidad nacional, como la escasez de dólares en el Banco Central y una inflación que se mantiene en niveles altos.

Para analizar los distintos desafíos que tiene por delante el Gobierno, Juan Luis Bour, director y economista jefe de FIEL, dialogó con iProfesional donde evaluó cómo pueden comportarse los precios y el tipo de cambio en los próximos meses.

-¿Cuál es su diagnóstico de la situación económica?

-Desde junio los ministros de economía que se sucedieron comenzaron lentamente a corregir el desborde fiscal que tras la pandemia había caracterizado el 2021 y los primeros cinco meses de 2022. Así, el gasto primario que crecía a tasas reales interanuales de más de 18% entre marzo y mayo, creció sólo 1% en junio y cayó mes tras mes desde julio.

En octubre retrocedió 13% real interanual, pero ahora ya no solo por el recurso de postergar pagos, sino que se notó la caída del gasto en jubilaciones y pensiones por la aceleración inflacionaria. O sea, estamos en un escenario de ajuste fiscal no por corrección de desequilibrios, sino por la vía de postergar pagos y deprimir el gasto vía mayor inflación, lo que permite limitar la emisión monetaria en forma transitoria.

-Los últimos datos de inflación mostraron una tendencia a la baja, ¿puede seguir cayendo?

-No hay mucho margen para bajar la inflación porque ello implicaría desandar el ajuste de una parte del gasto, que es la que está relacionada con jubilaciones, gasto social y salarios públicos. Por eso, resulta imprescindible avanzar por otro lado con ajustes tarifarios para evitar un rebote de déficit. Algo esencial para preservar el ancla del programa: el acuerdo con el FMI.

El déficit público y la emisión de pesos se encuentran en la mirada de Bour, por su impacto en inflación y dólar.
El déficit público y la emisión de pesos se encuentran en la mirada de Bour, por su impacto en inflación y dólar.

En resumen, hay varios factores para que la inflación se mantenga elevada, empezando porque el desequilibrio fiscal y los "bandazos" monetarios, cada vez que se establece un dólar soja más alto, implican que hay que emitir para luego absorber con bonos y letras lo que se pueda. El resto se va a precios.

La segunda cuestión es la inercia, que no se detiene si una parte de los precios está indexada, incluyendo el tipo de cambio y los salarios. En tanto, el tercer aspecto es que hacia adelante todos saben que se deben corregir tarifas atrasadas, lo que implica choques sobre el sistema de precios.

La cuarta cuestión es la duda sobre la posibilidad de renovar o no los vencimientos de deuda en pesos que se acumulan en 2023, que podría derivar en una fuerte emisión de pesos, como ya ocurrió cada vez que se observaron resistencias en julio y en la última parte de este año. Y finalmente está la incertidumbre sobre la política de gasto de la coalición de gobierno en vísperas de elecciones.

-Más allá de bajar el déficit, también el Fondo Monetario pidió en el acuerdo firmado con el Gobierno la acumulación de reservas. ¿Es viable en este contexto de escasez?

-Claro, con lo mencionado no basta, se requiere acumular reservas, para lo cual se anticipan ingresos de exportación y se frenan importaciones. En noviembre las importaciones de bienes intermedios se desplomaron casi 10% en cantidades (crecen solo 0,9% en 11 meses), revelando que el otro instrumento para llegar sin explosiones a fines de 2023 es enviar la economía a una recesión.

Entonces, si la oferta no puede crecer, habrá también que reducir la demanda. Enfriar es, junto con un perfeccionamiento del cepo, parte del combo de instrumentos para llegar a la otra orilla.

-¿Le alcanza al Gobierno con esto para llegar a finalizar su gestión sin problemas?

-Con eso no basta, pues un problema adicional es que se requiere aumentar las reservas netas, no solo para cumplir con el acuerdo con el FMI sino para tener un margen de maniobra durante el duro período que va de junio a diciembre de 2023, donde los exportadores pueden demorar ventas a la espera de una devaluación en diciembre. En ese entonces, el Fondo puede comenzar a sacar más dólares de los que devuelve.

El Gobierno necesita sumar dólares para reforzar las reservas netas del Banco Central
El Gobierno necesita sumar dólares para reforzar las reservas netas del Banco Central y cumplir con las metas del FMI.

Es decir, como en un juego con esquema Ponzi, a medida que se retiran jugadores se requiere que otros nuevos entren al "juego" para mantener el castillo en pie. Así, con los organismos multilaterales sacando en lugar de poner, y los exportadores reacios a vender, más vale que las reservas netas se recuperen antes de la temporada de seca.

-¿Puede haber un plan B para sumar estos dólares necesarios para la economía?

-La alternativa sería profundizar el cepo, y restringir aún más las importaciones en los últimos meses de administración, pero ello enviaría la economía a una recesión más profunda. Además, la sequía puede complicar aún más las cosas y obligar a cortar aún más las importaciones.

-El tipo de cambio en los últimos meses comenzó a moverse más rápido en la plaza oficial y libre en sintonía a la inflación, ¿qué puede suceder ahora con el precio del dólar?

-Cada vez que se establece un tipo de cambio más alto para la soja y derivados se emiten más pesos que terminan en una ampliación de la brecha cambiaria.

El Banco Central sabe que no puede apreciar el peso en estos meses y, por lo tanto, aceleró la depreciación a casi 6,7% promedio en diciembre. En resumen, es probable que la devaluación del peso en el mercado oficial se mantenga cercana al 6% en los próximos dos a tres meses, un periodo que, tras el ingreso de DEGs del Fondo de diciembre, va a enfrentar una pérdida de reservas hasta implementar un nuevo episodio de dólar soja en el segundo trimestre del año.

-Con este panorama tan restrictivo, ¿qué espera en los próximos meses para la economía argentina?

-Enfrentamos un escenario de desaceleración de la actividad que puede transformarse en una contracción de modesta a moderada durante 2023, dependiendo, en parte, del clima y también de la prudencia o imprudencia de la política económica.

En cualquier caso, cabe esperar que la tasa de inflación se mantenga muy elevada, es decir, cercana o superior al 100% promedio, todo en un contexto de fragilidad externa con reservas siempre al límite. Y a la espera de que las principales anclas del programa, que son el acuerdo con el Fondo y la expectativa de un cambio de gestión en diciembre de 2023, construyan un puente para un aterrizaje menos turbulento en 2024.-