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Bomba de deuda en pesos: cómo afecta al bolsillo de cada argentino y por qué permite que la inflación cause estragos

 El mercado de deuda se enfrenta a la desconfianza e incertidumbre en un contexto eleccionario. El escenario futuro puede ser aun más adverso


El mercado de deuda en pesos argentino se encuentra atravesando uno de sus momentos más críticos luego de la salida de Martín Guzmán como ministro de Economía y el arribo de Sergio Massa. En la licitación del 18 de noviembre,  el Tesoro solo pudo colocar $165.800 millones (roll-over de 101%) frente a vencimientos de $164.200 millones, un resultado que el mercado consideró "pobre". Luego, el día 28, Economía no logró llegar a un roll-over del 100%, en la que fue la peor licitación desde abril.

Este nivel es bajo si tomamos como parámetro que el sendero eleccionario de este programa económico con financiamiento en pesos del déficit fiscal podría dejar pagos por delante por $17 billones hasta la finalización del actual mandato presidencial.

El mercado de deuda en contexto eleccionario encuentra la desconfianza e incertidumbre futura, pero el escenario puede ser aún más adverso si las licitaciones de deuda del sector público comienzan a truncarse en forma anticipada. 

El Tesoro comienza a endeudarse a plazos más cortos y ofreciendo tasas más altas. La situación financiera y cambiaria muestra problemas en el doble frente de comando. Se cierra el mercado de deuda en pesos y no hay ingresos de dólares genuinos sino es vía de desdoblamientos cambiarios como el caso de la versión "dólar soja 2.0".

Supongamos que tenemos un bolsillo grande de payaso y un bolsillo pequeño de cartera. El bolsillo grande de payaso es el que contiene los pasivos monetarios (deuda contraída por el BCRA). Ahora, lo que hacemos es ver la cantidad de pesos que hay en el mercado respecto de la cantidad total de habitantes argentinos, que son los que tienen los bolsillos pequeños. En 2020, el bolsillo de payaso de los pasivos monetarios representaba $767.000 por persona; en 2021, fue de $1.001.000 ; y en 2022, hasta el momento, por persona hay $1.144.000. Es decir que la proporción de pesos impresos en formato de deuda del BCRA en el bolsillo de payaso será mayor al finalizar el año.

La situación de ese bolsillo dependerá de la capacidad del Estado para poder rollear la deuda tanto la contraída con la parte pública como con los privados. Es importante señalar que en las ultimas licitaciones la mayor cantidad adherentes fueron los tenedores nacionales más que los privados. La frase popular diría que si no cree en la deuda del bolsillo de payaso el dueño del circo, estaríamos aún más complicados.

 

Otra forma de evaluar al bolsillo de payaso es convertirlo en la prueba del hombre bala y observar como la "bomba de pasivos remunerados" se encuentra afectando la situación per cápita de cada habitante argentino.

Es decir, comparamos la cantidad de pesos en el bolsillo de payaso en relación a los deciles de ingresos de habitantes que tienen bolsillo de cartera. Es importante recordar que la distribución de ingresos de nuestro país se encuentra dividida en 10 escalas, en donde la primera escala posee un ingreso promedio para el 2020 de $4.183, mientras que el decil mas alto tiene ingresos por $102.534. Y si vemos estos números en relación a los $767.000 impresos por habitante, veremos como la emisión no solo implica problemas inflacionarios en el plano monetario, sino que a pesar de distribuir pesos a demanda, estos no lograron mejor el nivel promedio de pesos por decil.

Los pesos emitidos no han surgido de la creación real de la riqueza para ser distribuidos entre nuestra población, sino de la maquinaria del BCRA para cubrir el déficit fiscal del bolsillo de payaso.

 

Al revisar ahora la misma escala de ingresos, pero para el año 2021 y 2022, continuamos viendo la misma tendencia creciente, en donde el mayor nivel de ingresos aumentó en términos nominales menos que proporcionalmente a la cantidad de pesos impresos por cantidad de habitante, por lo cual el poder de fuego del Tesoro al colocar los pesos para contrarrestar los efectos inflacionarios de la emisión no logró mejorar el nivel de ingresos promedio.

El economista inglés David Ricardo expresaba que "el agricultor y el fabricante no pueden vivir sin ganancias más que el trabajador sin salario". Si quien invierte no tiene un retorno de la inversión, no podrá generar ni el ingreso suficiente para distribuir empleo y salario ni podrá pagar impuestos para financiar un déficit fiscal creciente. El impuesto inflacionario es el peor desincentivo para la inversión y destruye el bolsillo de cartera a costa del bolsillo de payaso.

 

El nivel de pasivos remunerados del BCRA en el bolsillo de payaso aumentó cada vez más en relación a la cantidad de habitantes. No solo no logró mejorar en el tiempo el nivel de ingresos promedios de los bolsillos de cartera de los habitantes de nuestro país sino, por el contrario, permitió que la inflación cause más estragos que beneficios.

Para 2022 de cada casi $1.144.000 por habitantes emitidos por el Banco Central, el décil más bajo, es decir el 10% de la población más pobre recibió solo $10.642, casi un 10.000% de diferencia entre los pesos emitidos por habitantes y los que efectivamente esos habitantes cuentan dentro de sus ingresos. Incluso para el 10% más rico de la población recibió 5,6 veces menos que lo que el Banco Central emite para cubrir el déficit fiscal del Tesoro.

Es importante recordar que en octubre 2023 esos pasivos remunerados solo por la renovación de los vencimientos a una tasa de interés de política monetaria estable en el 75% nominal anual (TEA 107,35% anual con el roll over a lo largo de doce meses) la entidad monetaria asumirá un incremento del stock de deuda de unos $9,59 billones. Y que en octubre 2023 (se muestra la proyección en el cuadro) esos pasivos remunerados solo por la renovación de los vencimientos a una tasa de interés de política monetaria estable en el 75% nominal anual (TEA 107,35% anual con el roll over a lo largo de doce meses) la entidad monetaria asumirá un incremento del stock de deuda de unos $9,59 billones.

 

El nivel de crecimiento de la economía establecido por la variable PBI medida en trimestres, se encuentra por debajo tanto de la base monetaria (expresada en % PBI) como del nivel de pasivos remunerados (expresada como % PBI). Es decir, la creación de oferta monetaria creada para atenuar algunos efectos de corto plazo de la escalada de precios no logró generar un crecimiento sostenido a nivel económico ni mejorar el nivel de ingresos en el tiempo del bolsillo de cartera.

Al Estado nacional solo le preocupa resolver la cobertura de su déficit fiscal por más que agrande el problema del bolsillo de payaso de los pasivos remunerados del BCRA y por más que genere el cuarto problema inflacionario mayor del mundo en el bolsillo de cartera.

 

El economista francés Frederic Bastiat decía: "Todos quieren vivir a expensas del Estado. Olvidan que el Estado vive a expensas de todos". Queda a las claras que el bolsillo de payaso del BCRA financia al Estado y, además, que el bolsillo de cartera paga impuestos y asume los costos inflacionarios de financiar al bolsillo de payaso del BCRA y Tesoro.

A medida que se incrementa la oferta monetaria más que la demanda monetaria, la circulación del dinero en las calles en el bolsillo de cartera no se condice con el mercado de bienes. Los desequilibrios inflacionarios están a la vista. Milton Friedman decía que "nadie gasta el dinero de otro con el mismo cuidado que gasta el suyo. Nadie utiliza los recursos ajenos con el mismo cuidado que utiliza los propios. Así que, si quieres eficiencia y eficacia, si quieres que el conocimiento se utilice adecuadamente, tienes que hacerlo a través de los medios de la propiedad privada".

Nos quería decir que al bolsillo de cartera le duele cuando tiene pérdida por lo cual selecciona muy bien su nivel de gastos, ahorro e inversión. El bolsillo de payaso, como recibe recursos ajenos, no le importa el nivel ni la voracidad del gasto porque al dueño del circo nunca le interesa si los animales sufren dentro del show o si el público paga por el show un costo impensado, ni sabía que iba a pagar, porque nunca tomó la decisión de ese gasto. Solo creyó, con su entrada (con el voto), que el espectáculo que recibiría sería otro.




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