Todo el mundo sabe (no lo dije yo, lo admitió la FIFA y lo determinó el FBI) que este Mundial 2022 está comprado. Es decir, no el resultado, pero sí la sede. Dependiendo de la fuente, el país asiático pagó cerca de 50 millones de dólares a diversos funcionarios de la FIFA para lograr ser la Sede oficial del torneo supremo de un deporte en el que ese país nunca ha competido. Y la pregunta es: ¿Por qué haría esto? Todos los que estamos en marketing sabemos perfectamente el rol que juega el deporte para acercar las marcas a las personas. Esas marcas pueden ser empresas, ONGs, países, políticos, cantantes ó lo que sea. Entonces, es solamente natural que, para tratara de posicionarse como un país en serio, (no lo es, es una dictadura atrasada y medieval), Quatar (se escribe también así) haya pagado por ser sede del Mundial. Y la gran pregunta es: ¿Qué hacemos al respecto? Y: ¿Hacemos algo al respecto? Y también: ¿Harán las marcas algo al respecto? Y por último, y esta es la pregunta que más duele: Si Catar (increíble pero también se puede escribir así) es una dictadura cruel, machista y esclavista; y yo miro el mundial de fútbol, ¿estoy apoyando a Qatar y tengo algo de culpa? ¿Un poquito? ¿Un alguito? Es decir. Cuando la URSS... perdón, la Federación Rusa inició su invasión a Ucrania el mundo occidental se movilizó para boicotear al oso ruso. Una tras otra, las empresas y marcas empezaron a cerrar sus operaciones en Moscú para retirarse del país. Millones de personas llenaron sus redes sociales con la bandera de un país que hasta hacía muy poco no conocían y millones más dejaron de tomar vodka, caviar y otros productos rusos. ¿Debería pasar lo mismo con Qatar? Veamos algunos datos interesantes sobre el petropaís. Según diversas fuentes (UNHCR, UNHCHR, THE GUARDIAN, DER SPIEGEL, SLAVERY.ORG, HRW, AMNESTY INTERNATIONAL), Quatar es:
Es decir, un asco. Y sin embargo, la Copa FIFA del Mundo parece insularlo del tema. Lo cubre de ese manto sagrado -e hipócrita- que nos permite -me incluyo- decir "Yo no estoy apoyando al país, estoy viendo la Copa del Mundo de Fútbol". Sí, pero... En este caso particular la Copa del Mundo de Fútbol fue comprada especialmente por el país sede para ser llevada ahí y con eso tratar de mejorar su imagen en el mundo. Con lo cual, la pregunta subyace: ¿Si Qatar mejora su posicionamiento mundial, soy en parte cómplice? Hay algunos que han llamado a boicotear la copa. Hace unos días las hinchadas de fútbol de Alemania se unieron en un llamado a "boicotear Qatar 2022" y dijeron que la selección alemana tenía "sangre en sus botas". Wow Es casi como si un ex jefe del Ku Klux Klan viniera y te dijera: "Me parece que tu comentario fue un poco racista." Pero también demuestra dónde está la mente de algunos países y de las nuevas generaciones. La propia selección germana sintió la presión y decidió hacer un alguito al respecto, con unas remeras negras con la leyenda "Derechos Humanos" cuando jugó las eliminatorias. Poco, tarde y flojo, pero algo. Mucho más de lo que han hecho las otras grandes selecciones del mundo (incluyendo la de Argentina) y más de lo que han hecho las grandes marcas del mundo, que han intentado hacer algo al respecto sanitizando la imagen del Mundial, pero no evitándolo. Los consumidores del Siglo XXI, con poca paciencia para el bullshit, han respondido haciendo sus propios logos de esas marcas. Y la más dura de todas, la que le hicieron a la madre de todas las marcas: Coca-Cola, que claramente debería saber más y saber mejor, con toda su cantinela hermosa de "Alegría; Refrescate; Felicidad; Unir al mundo; Optimismo, bla bla bla..." La respuesta de los usuarios fue clara, me parece Y es que uno pensaría que una marca que está dale que dale hablando de miles de formas de hacer un mundo mejor y cuya misión corporativa es (sic) "refrescar el mundo, para inspirar momentos de optimismo y felicidad, para crear valor y marcar la diferencia." de verdad debería hacerlo mejor. Todas las marcas tienen responsabilidad, pero Coca Cola es la marca suprema, modélica y formadora de tendencias. (O quizás ya no, y se está quedando fuera de época). Y otras marcas y corporaciones, que suelen entender el dolor sólo cuando les toca, comienzan a darse cuenta de que las dictaduras matan, torturan, esclavizan y ... mienten ! Ahora le tocó a Budweiser cuando hoy (18 de noviembre), a sólo dos días de empezar la Copa, el gobierno Qatarí decidió dar vuelta 180 grados y no permitir la venta de alcohol en los estadios (algo que había prometido hacer...) En un tweet que después borró la empresa dijo O sea: "¿En serio no se puede confiar en los sátrapas del mundo?" Y, master, si leés medio párrafo del primer capítulo de un libro de historia vas a ver que no... El ejemplo creo que lo puso la cantante Dua Lipa, que rechazó una oferta millonaria para cantar en la apertura del torneo, y dijo que esta vez "alentará a Inglaterra desde lejos." Lo cual me lleva de nuevo a la gran pregunta del inicio. Mucha gente mirará el Mundial sin siquiera pensar en esto (y están en su derecho). Y muchos otros lo miraremos con el cuervo de Edgar Allan Poe repicando en el dintel de nuestra puerta repitiéndonos "Está mal." Entonces: si miro el Mundial y aliento a Argentina y si ganamos me pongo contento, ¿tengo algo de culpa? La verdad, sí. Hasta la próxima. Patricio Cavalli |