Gran parte del éxito de los esquemas Ponzi depende del poder de atracción que generen quienes los ponen en práctica. Su primera misión es tentar a numerosos ahorristas e inversores para que depositen su capital en el proyecto que encabezan y que promete superar con creces el rendimiento que ofrece en promedio el mercado con inversiones que ellos mismos suelen catalogar de “aburridas”. Para convencer a los indecisos, suelen afirmar que la rentabilidad muchas veces estratosférica está asegurada. Por lo dicho, antes de invertir en un proyecto prometedor es fundamental conocer el nivel de las tasas de interés que pagan los activos más seguros del mercado. Esas tasas de referencia son conocidas en el mundo financiero como benchmark. Por ejemplo, hoy en día se pueden adquirir en bonos de empresas importantes de EEUU que ofrecen tasas de entre 6 y 7% anual en dólares, mientras que el rendimiento histórico promedio de las acciones norteamericanas ronda el 10% anual. En consecuencia, cualquier inversión que prometa más del 7% anual a tasa fija o más del 10% con la posibilidad de resultados variables conlleva un riesgo implícito alto que no podemos ignorar. Para el caso, vemos que la fallida stablecoin UST ofrecía una rentabilidad del 20% anual en dólares a tasa fija, el triple que el promedio del mercado en ese momento. Sabemos como termino todo: UST demostró que no era para nada estable y su cotización cayó a valores inferiores a los 10 centavos de dólar, con lo que miles de inversores e inversoras perdieron casi la totalidad de su dinero. Esto no implica descartar cualquier inversión que ofrezca rendimientos esperados superiores a los del benchmark. Un inversor inteligente no elude los riesgos, sino que aprende a manejarlos. Busca aquellos activos olvidados por el mercado o juzgados de manera equivocada y subvaluados. No obstante, para quienes no tengan tiempo o ganas de aprender sobre estrategias de inversión como el Análisis Técnico o Análisis Fundamental, el consejo es tomar como señal seria de alerta toda promesa de rendimiento muy superior a las tasas de referencia. |