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Con más de 2000 empleados, Yacimientos de Río Turbio cuesta 14 mil millones por año y produce el 5% del carbón que necesita

 La minera estatal está emplazada en un bastión kirchnerista en Santa Cruz. La Usina de 240 MW tampoco se terminó, y costará el triple de lo presupuestado. 

Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) concentra una importante partida presupuestaria por parte del Estado, una baja productividad, la fallida promesa de una obra generadora de 240 MW que quince años después aún no concluye y costará más de tres veces a lo licitado. Cuenta también con una planta de personal de más de 2.000 trabajadores. Los números de la empresa minera ubicada en la provincia de Santa Cruz se agravan frente a la crisis energética que vive nuestro país. 

Emplazada al suroeste de Río Gallegos, YCRT vincula a dos localidades mineras: Río Turbio y 28 de Noviembre, un histórico bastión kirchnerista -tradición que se vio quebrada en las últimas elecciones de medio término-. La empresa productora de carbón se postula como otro de los tantos eslabones en materia energética que lejos está de cumplir con las metas impuestas.

La empresa estuvo rodeada de denuncias por desvíos de fondos que le valieron a Julio De Vido la prisión, acusado de haber desviado más de 256 millones de pesos y de no aplicar 26.000 millones a la puesta en valor de la mina de carbón. Ahora, YCRT busca cumplir con una histórica promesa kirchnerista: poner en marcha la Usina Térmica para sumar energía al Sistema Interconectado Nacional 240 MW.

Argentina tiene una demanda diaria de 18.000 MW. Frente a esas necesidades se encuentra una obra licitada hace quince años que, además, aportará una mínima porción de lo que se requiere para subsanar el déficit energético del país. A diferencia de otros grandes proyectos, la Usina Térmica de Río Turbio se terminará, aunque tardíamente, lo que significará un costo por demás oneroso para las arcas públicas.

La usina fue licitada por el gobierno de Cristina Kirchner en 2007 y fue ella misma quien en 2015 -en plena campaña electoral- puso en marcha la primera de las dos calderas. Aquella acción anunciada de forma grandilocuente duró tan sólo 24 horas: la caldera se rompió y años después, las autoridades de la empresa constructora admitieron que no estaba lista para encenderse. La reparación le costó más dinero al Estado.

El diseño de obra plantea dos calderas abastecidas por el carbón extraído de YCRT. El proyecto lo impulsó en su momento el ministerio de Planificación. Durante la gestión de De Vido se incorporó una obra para realizar un tendido de gas a la Usina: el carbón no iba a ser suficiente para encender ambas calderas y generar la energía demandada.

Se explicó que aquella modificación en el diseño original respondía a una medida precautoria por si, tal cual ocurre, YCRT no llegaba a producir el carbón requerido y la conexión al gasoducto permitiría encender las dos calderas. Se estaba admitiendo algo denunciado por la gestión de Mauricio Macri: la empresa demanda una enorme partida presupuestaria, pero su actividad no cumple con las metas propuestas.

Clarín realizó un pedido de acceso a la información a la firma minera. Ante la consulta respecto a cuánto costará terminar la Usina, se señaló que demandará poco más de 70 millones de dólares. Pero en la cifra global representa otra cosa: fue adjudicada a la UTE liderada por Isolux Corsán en 857.341.128 dólares.

“Sin embargo, como consecuencia de las variaciones y posteriores contrataciones otorgadas a la empresa en el marco del mismo proceso licitatorio, el nuevo valor de contrato ascendió a 1.726.251.982 dólares”, explicitó una pericia oficial.

A la fecha entre otras licitaciones y planes de obra, ya se gastaron más de 1.900 millones de dólares, y todavía falta lo que se invertirá en finalizarla. Conclusión: la usina habrá costado casi tres veces más de lo que se había proyectado.

Como ya contó Clarín en su momento, la generación de energía total tampoco será la prometida. Es decir que la de Río Turbio terminará siendo de la energía más costosa del país. La obra en papeles producirá alrededor de 240 MwH, pero lo cierto es que necesita unos 40 para su propio funcionamiento. Al final de cuentas, podrá aportar 200 MW.

Otras cifras exponen la situación de la empresa intervenida por el Estado. En enero de este año, produjo 2.346 toneladas de carbón, al mes siguiente 5.516 y en marzo contabilizaron 6.319 toneladas, muy lejos de las 112.320 toneladas mensuales que debe extraer para alimentar la Usina que esta gestión promete terminar.

La denuncia de la gestión macrista sobre el desvío de fondos vinculados a YCRT, sostuvo que la producción de carbón cayó en un 84% durante el kirchnerismo. Sus niveles de extracción volvieron a los que tenía en 1953.

Fuentes de la empresa aún sostienen que se “está poniendo la mina a punto para cumplir con la demanda requerida por la termoeléctrica”. Ante la consulta a ex funcionarios que siguieron de cerca el proyecto, aseguran que YCRT no está en condiciones de extraer las más de un millón de toneladas anuales que debe garantizar para que la costosa usina funcione y genere la prometida energía.

“El presupuesto asignado a YCRT durante 2021 fue de 14.212 millones de pesos, sin embargo, para el ejercicio 2022, no habiendo el Honorable Congreso de la Nación aprobado la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional, el Poder Ejecutivo Nacional mediante Decreto N° 882/21 prorrogó el presupuesto asignado para el ejercicio 2021”, informó la empresa a Clarín. Los gastos de personal consumen el 50% de esos fondos, para una planta integrada por 2.118 empleados.

Lucía Salinas