Las encuestas para las elecciones 2021 son cada vez más desfavorables para el Frente de Todos en una de las provincias más importantes del país.
El Frente de Todos se enfrenta a un auténtico peligro de extinción en Córdoba tras los resultados cosechados en las PASO 2021 y las consecuentes proyecciones para la siembra de las Elecciones 2021 de noviembre. Las encuestas periódicas revelan, mes a mes, un deterioro en el caudal de votos K en la provincia, que presenta un electorado cada vez más reacio al modelo propuesto por el Frente de Todos.
Habiendo obtenido apenas un 10,9% de los votos en las primarias, el Frente de Todos se enfrenta a un desafío impensado para los que organizaron la campaña cordobesa desde un principio: sostener una única banca en Diputados. El riesgo de perderla es real, y en porcentajes no está lejos.
Para los analistas políticos, un retroceso de 1 o 2 puntos porcentuales en el resultado de las Elecciones 2021 dejarían al Frente de Todos con un nocaut técnico, por el que tendrá que mirar resultados de sus perseguidores más inmediatos, y rogar que Juntos por el Cambio y Hacemos por Córdoba no crezcan más de lo que lo vienen haciendo. Si bien parece improbable, por lo bajo en el movimiento oficialista, admiten que no es imposible.
La confianza del Frente de Todos ahora está puesta en solidificar su núcleo duro, y así poder asegurar la banca en las Elecciones 2021. Para esto, la dupla Carlos Caserio y Martín Gill están buscando acelerar la llegada de dirigentes nacionales que solidifiquen la base, que en Córdoba oscila entre los 8,5% y 9% de los votos históricamente.
Aunque este objetivo de bajar más al campo la gestión no es nada fácil teniendo en cuenta el tipo de tormento que el Frente de Todos sufre en Córdoba. No solo se encuentra la fuerte presencia de Juntos por el Cambio, sino también Hacemos por Córdoba, movimiento que se ha tornado duramente opositor en esta campaña de cara a las Elecciones 2021.
Córdoba ha premiado a estos dos rivales con la concentración del voto “enojo” contra el Frente de Todos, y son los que amenazan con acabar con este movimiento en la provincia, al menos por un tiempo. Para Juntos por el Cambio, la ventaja es enorme con el resto de los espacios y la victoria es casi segura.
A falta de dos semanas de campaña para las Elecciones 2021, Luis Juez y Rodrigo De Loredo concentrarían el 55% de los votos, según el último estudio de CB Consultora. Este crecimiento con respecto a las PASO 2021 se deduce de una concentración post interna, con la decantación de los votos que le pertenecían a Mario Negri y a Gustavo Santos, quien ya se sumó a la lista definitiva de Juntos por el Cambio.
Casi 30 puntos porcentuales más atrás está Alejandra Vigo y Natalia de la Sota, las candidatas de Hacemos por Córdoba que cosecharían alrededor de 25% de los votos, con un crecimiento de alrededor de 1 punto porcentual respecto a las PASO 2021. Este espacio estaría logrando ampliamente el objetivo de sostener la performance, ante una eventual expansión del universo de votantes, que podría superar en un 20% a los que concurrieron en las primarias.
En ese contexto, el Frente de Todos pelea por sostener el decepcionante (en palabras propias) 10,9% que obtuvo en septiembre para no perder la única banca de Diputados que tendría a disposición. En Córdoba se renuevan 9 diputados y 3 senadores que, de cumplirse las proyecciones actuales, quedarían en manos de Juntos por el Cambio (5 diputados y dos senadores), Hacemos por Córdoba (3 diputados y un senador) y el Frente de Todos (1 diputado).
De esta forma, el equilibrio es muy fino para el espacio kirchnerista que procura no tener ningún tropiezo tipo “Olivos Gate” en este tramo final. Habrá que ver después del 14 de noviembre si el gasto maratónico de fondos públicos en sostener los votos es realmente útil, o si el “negocio” electoral deja un saldo negativo desde lo estatal y lo político.