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Horas antes del pedido de aplazamiento de la Copa América, la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que conduce Horacio Pietragalla Corti, se negó a recibir una denuncia contra los dirigentes de CONMEBOL por el avasallamiento de los derechos humanos de los jugadores de fútbol.
En las últimas semanas, los gravísimos incidentes ocurridos en Colombia y la feroz represión por parte de las fuerzas armadas hacia los manifestantes han puesto al país cafetero en la mira del mundo. Mensajes de apoyo partieron desde todo el globo y numerosas instituciones deportivas alertaron sobre la imposibilidad de jugar allí la Copa América. Las manifestaciones públicas abrieron la posibilidad de que esta competencia se desarrolle enteramente en Argentina.
Por su parte, las autoridades de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) negaron de lleno la posibilidad de aplazar la realización del torneo y decidieron seguir adelante con el proceso, tal y como estaba planeado, con la venia del presidente Alberto Fernández.
En este escenario, Aldo Sergio Parodi, titular de la ONG Deporte sin Droga, apeló al ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Martín Soria, a fin de exigir la suspensión de la Copa América y una denuncia penal contra los directivos de la CONMEBOL “que coaccionan a los jugadores argentinos para jugar en Colombia, siendo éste un país que hoy vive una revolución sangrienta y, además, demostró sufrir una explosión de casos de COVID-19”.
La solicitud a Soria vino luego de que la dirección de Violencia Institucional, de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que conduce Horacio Pietragalla Corti, se negara a recibir la denuncia por considerarse incompetente. A través de una comunicación por WhatsApp, le informaron a Parodi que “sería mejor que se dirija a la secretaría de Deportes de la Nación”.
DENUNCIA JUDICIAL
A raíz de la negativa, la ONG Deporte sin Droga decidió denunciar ante la Justicia “al señor Alejandro Domínguez por la violación sistemática de los derechos humanos de los jugadores de fútbol al obligarlos a participar a jugar en Colombia, país donde hay un estallido social y además una explosión de la pandemia de COVID. Imágenes de la TV muestran cómo los jugadores lloraban por el efecto de los gases lacrimógenos fuera del estadio. Es más, el técnico de River públicamente manifestó que era imposible jugar al fútbol en un contexto de revolución y caos como el que vive Colombia hoy". Y añadió: "Visto la actitud criminal y mafiosa del señor Alejandro Domínguez, al cual solo le interesa el dinero, hoy requiero las siguientes medidas precautorias en carácter de urgente y ante los casos de COVID en River, que son quince hoy según informa la prensa”.
En ese orden, detalla en primer lugar: “Se ordene la suspensión de la práctica del fútbol hasta que en sede penal se aclaren los motivos por los cuales se obliga compulsivamente a jugar en Colombia a jugadores argentinos que arriesgaron sus vidas por complacer los intereses mafiosos de la CONMEBOL”.
Y sugiere como segunda medida: “Se cite en carácter de urgente al plantel completo de River Plate para que en sede penal declaren toda la verdad sobre lo que vivieron en Colombia, ya que no es casual que los contagios surgieran posteriormente y hoy afectaran a quince jugadores de este club argentino”.
“Solo la acción penal puede frenar las acciones mafiosas y criminales de la CONMEBOL a la cual no le interesa la dignidad humana, solo le importa la rentabilidad aún a costa de la salud o la vida de los indefensos seres humanos que se ganan la vida con la práctica del fútbol profesional hoy controlado por una siniestra mafia que urgentemente debe ser indagada en sede penal”, concluye.
