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Felipe Solá: “Si la oposición no va a elecciones en Venezuela, se va a alejar cada vez más del pueblo. Y es exactamente lo que le conviene al gobierno de Maduro”

 

Felipe Solá, ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina, en una entrevista con María O’Donnell y Ernesto Tenembaum en Conecta2 por CNN En Español, expresó el riesgo que conlleva para el Mercosur la postura de Brasil y Uruguay de no respetar el Tratado que establece el consenso entre las partes y alertó sobre lo que puede suceder en Venezuela respecto a las futuras elecciones: Además explicó su visión y la postura de la Argentina respecto del tema de las vacunas y la posición de Estados Unidos respecto de la región en este y otros temas.

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Te comparto los principales textuales de la entrevista emitida por CNN En Español:

La geopolítica en el tema de las vacunas. ¿Cuál es su visión como canciller?
“Durante todo el año en 2020, desde julio en adelante, se empezó a hablar de la posibilidad de que aparecieran vacunas. Yo no recuerdo la fecha exacta de terminación de Fase 3 de algunas vacunas, pero estaban en Fase 2, 1 o 3. Lo que se habló en una enorme cantidad de teleconferencias de cancilleres de Europa y de América latina, y a veces también con Asia, era que el producto de las innovaciones de investigación que forzara la pandemia fueran bienes públicos de acceso fácil a todos los pueblos Eso tue una repetición enorme de los países más ricos; excluyo a Estados Unidos que no estaba en esas conferencias. Mientras eso ocurría, desde agosto en adelante, hubo enorme cantidad de compras via precontratos de vacunas que no estaban terminadas, no habían finalizado Fase 3, casi todas las marcas que se conocen, por parte de esos países. Estoy hablando de 2.000 millones de vacunas a través de precontratos, es decir que había un doble juego. Lo que yo vi es un doble juego: compro, me aseguro, compro mucho más de lo que necesito y hablo de la necesidad de ayudar, de que la vacuna sea un bien, de que no existan las patentes. No llegaban a tanto con el tema patentes. Y ahí se creó el Mecanismo Covax, donde los países ricos ponían más plata que los países de ingresos medios o los pobres, y en cambio las vacunas se orientaban más a los segundos. Covax funciona pero está atrasadísimo.”

 

Una de las razones del atraso de Covax es la situación de la India porque la versión de la AstraZeneca que se fabrica en India no será exportada hasta nuevo aviso.

“Nosotros teníamos dos entregas de 580 mil dosis de Covishield de India. La primera llegó en febrero, la segunda tenía que llegar en marzo. Le avisaron al ministerio de Salud que no la podían entregar porque India no podía exportar porque tenía un pico. El pico es enorme: India tiene 1.200 millones de habitantes, es el país tal vez más importante del mundo en la producción de fármacos y se reforzó con la pandemia. Lo que a mí me dijo el embajador es: <Tenemos stock, estamos vacunando casi tres millones por día y en cuanto podamos llegar al mínimo necesario, vamos a exportar de nuevo, vamos a vender de nuevo.”

 

Hubo un primer momento donde los líderes del mundo a través de precontratos se abastecieron de vacunas que aun no estaban comprobadas. Después aparecieron China y Rusia. ¿Cómo juega esto?

“Juega de distintas maneras. A mí me parece que la Argentina puso una voluntad de conocer la vacuna rusa Sputnik muy fuerte y de esa manera tuvimos la posibilidad de tener acceso a una vacuna que está demostrando que es una de las mejores. Rusia es un país con muchos menos habitantes de lo que se puede suponer por su extensión, por lo menos los que figuran son alrededor de 160 o 170 millones de habitantes. Sin embargo no tienen a todos vacunados. Siguen llegando Sputnik: han llegado más de cinco millones y están por llegar ahora y se van a superar los cinco millones. Yo creo que nosotros tenemos que valorar el gesto de Rusia. Y en cuanto a China, China negocia más duro y las tratativas son más largas, pero finalmente hemos conseguido unos cuatro millones de vacunas Sinopharm.”

 

La aparición de Rusia y China como proveedores de vacunas, ¿genera efectos en el posicionamiento de un país, por ejemplo de la Argentina, a largo plazo en materia de geopolítica, de ubicación frente a los distintos polos que compiten por la hegemonía mundial?

“No, lo que genera es un elemento que afecta o está presente en todos nosotros, en cualquier ser humano, que es una actitud de agradecimiento y una bonhomía hacia Rusia. Con China también, pero con una negociación más dura. Pero no alcanza para decir que geopolíticamente eso nos acerca. Si bien el tema vacunas es el más importantes del mundo en este momento no alcanza para que volquemos otras cuestiones para ese lado. Argentina valora mucho tener una identidad en el mundo, porque una identidad es una mezcla de historia y de actitud. Alguien puede decir que es relato, que son palabras o suma de actitudes, pero es tan tangible como el comercio: vale tanto como la potencia comercial aunque no genere empleo. Y Argentina tiene una identidad que es la neutralidad activa −históricamente se la llamó así− pero lo que en el fondo es una actitud de independencia, tratando de no someterse a ningún tipo de pelea como a que tenemos en este momento entre Estados Unidos y China. Todos los que estamos presentes en este mundo tenemos presente una pelea entre China y Estados Unidos que afecta al mundo de distinta forma.”

 

Recientemente en una gira del principal asesor en la Casa Blanca para América latina de Joe Biden, cuando pasó por la Argentina, Uruguay y Colombia dijo que en efecto en Argentina advertía una estrategia de la diplomacia de la vacuna con la presencia de China y Rusia con preocupación.

“El Estados Unidos de la etapa de Trump y del Secretario de Estado Pompeo −con el que yo hablé− era un Estados Unidos que pedía y pedía o casi imponía actitudes ideológicas sobre todo referente a Venezuela, pero no daba: simplemente era <Qué suerte tenés de estar cerca de Estados Unidos>. Exigía una actitud un poco de sumisión, que a mí me parece que es lo que dividió a América del Sur, en buena medida: la actitud agresiva de Estados Unidos y del que se deja impresionar por la agresión o toma posiciones ideológicas radicalizadas, en este caso hacia la derecha, y eso ocurrió en América del Sur y ocurre. De allí salió la candidatura de Almagro, de allí salió la aprobación de Claver-Carone en el Banco Interamericano de Desarrollo −por primera vez un norteamericano−, esas cosas ocurrieron. Y ahora Estados Unidos, me parece a mí, que tiene una toma de conciencia en el caso de Latinoamérica de esta idea de <impongo, o someto o divido pero no doy>. Por eso yo creo que desde hace un tiempo, porque Juan González dijo: <Estamos preparando algo grande pero no podemos decirle a cada país que va a tener>. Y ahora salió que son 60 millones de dosis. Hay versiones: dicen que Estados Unidos compró esos 60 millones de dosis y que por encima de 800 millones de dosis que tiene compradas de otras vacunas, compró esos 60 millones o más. Estados Unidos a México y a Canadá les adelantó vacunas de AstraZeneca que eran propiedad de Estados Unidos, les dijo: <Ténganlas y me las devuelven si me hacen falta>. Esa fue la actitud con los dos vecinos.”

 

¿Qué está pasando con el Mercosur y la tensión, incluido el cruce entre el presidente Fernández y el presidente Lacalle Pou?

“En el Mercosur hay una exigencia de Uruguay y Brasil unidos sobre dos cuestiones. Una es bajar el muro externo del Mercosur, que es el arancel externo común que no es parejo, que es distinto −y llega hasta el 35 y en otros casos es mucho más bajo−, bajarlo de golpe y llevarlo al 10% ahora y bajarlo otro 10% antes de fin de año en forma lineal, a todas las posiciones. Hay 10.500 posiciones, rubros, y la Argentina retruca diciendo: <Nosotros podemos bajar un 25% de dos puntos a cero, que es bajar el 100% y alrededor de 100 productos estamos muy cerquita, podríamos bajarlo hasta un nivel muy cerca del que propone Brasil. Y el resto, un 25% restante, no podemos bajarlo porque afectaría nuestro empleo>. Argentina tiene esa posición. Y después hay otra discusión, que la plantea con mucha más fuerza Uruguay pero también la plantea Brasil y lo dicen abiertamente, que va contra el artículo 1 del Tratado de Asunción, que es que cada país pueda negociar libremente un acuerdo con otro país y si hay un país que se ve perjudicado y dice yo no estoy de acuerdo, como dijo el ministro Guedes, pueden venir cuando quieran más adelante. Lo que yo les dije es: esto funciona por consenso, consenso quiere decir acuerdo de los cuatro, no funciona por mayoría ni de manera independiente. Hay un Tratado y hay que estudiarlo bien. Lo que les dije también es: la norma es el consenso, porque así lo establece la ley; la excepción sería el no consenso.”

 

¿Cómo termina esto?

“Lo que hicieron Brasil y Uruguay es transformar la excepción en norma. Es decir: no importa que no puedan, ya podrán. Y no se trata de poder o no poder se trata de cuál es. Nosotros nos vamos a juntar en mayo de nuevo, presencialmente en Buenos Aires, van a venir los ministros de Economía −espero que venga Guedes−. Paraguay tuvo una actitud de apoyar a Argentina en que no se pudiera negociar independientemente y esto termina bien, con una negociación, o termina mal.”

 

¿Qué significa que termine mal?

“Terminar mal significaría que… Supongamos que nadie se atrevería romper formalmente el Mercosur pero tomaría las medidas unilateralmente.”

 

Cuando se mira la historia de las vacunas, si América latina funcionara bien, con consenso, ¿no tendría que haber experimentado la posibilidad de desarrollar una del continente con aportes científicos del continente? ¿No hay un déficit en eso?

“Sí, hay un déficit. Lo he pensado y lo he conversado con amigos y con gente del gobierno Nosotros tenemos un nivel científico suficientemente elevado como para haberlo podido hacer, a lo mejor. No es una responsabilidad del gobierno sino de un sinnúmero de circunstancias donde puede entrar también el apoyo financiero o lo que fuera pero no surgió esa posibilidad. Sí Argentina tuvo éxito en algunos logros vinculados a la prevención y a lo curativo pero no tuvo una vacuna. Cuba tiene una vacuna pero no sabemos cómo es y está en Fase 3. Nosotros no la tenemos del Río Grande para abajo.”

 

 

El cambio de situación en Sudamérica y Venezuela:

“Venezuela ha bajado mucho como temática en los últimos dos meses, era obsesivo el año pasado. Argentina, incluso yo tuve problemas o hubo críticas internas, porque nosotros nos regimos por qué dice la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet. No porque es Michelle Bachelet, sino porque es la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Entonces no queremos tener doble vara: si dicen en este país ha habido violación de derechos y hay que votar Si o No, vamos a votar por lo que diga ella. Lo hemos hecho con Venezuela en el mes de octubre, lo hemos hecho con Nicaragua hace un mes, y lo vamos a hacer con el que corresponda. Y, al mismo tiempo, denunciamos los bloqueos y denunciamos las sanciones personales, pero sobre todo los bloqueos porque empeoran la situación. Ahora, en Venezuela hay una posibilidad que se está abriendo de que haya un Consejo Electoral donde sobre cinco haya dos que sean independientes y ahí pueda empezar. Si la oposición no va a elecciones en Venezuela, se va a alejar cada vez más del pueblo. Y es exactamente lo que le conviene al gobierno de Maduro: que no vayan. Y el gobierno de Maduro va a empezar a llenar todos los casilleros de todas las provincias, de todas las alcaldías. En Venezuela surge otra oposición nueva, que no está en la clásica: no son los nombres conocidos, que son jóvenes, son empresarios, que son ONGs, gente que quiere meterse en política, no está en los partidos y aparece y mira negativamente la actitud de la oposición clásica. Lo que digo yo es que este cambio va a seguir, se van a aflojar algunas tensiones en Sudamérica.”