El tucumano Pablo Yedlin reconoce que el escenario se presenta más difícil para juntar quórum en la sesión y luego para reunir la mayoría necesaria para aprobar la ley.
Con los números muy ajustados y con el riesgo de sufrir una derrota política, el oficialismo demora la convocatoria del plenario de comisiones que deberá tratar el proyecto de emergencia COVID, que ya tiene media sanción del Senado.
Por lo pronto, el presidente de la comisión de Acción Social y Salud Pública, Pablo Yedlin (Frente de Todos), afirmó que solo están garantizadas las firmas suficientes para avalar el dictamen de mayoría en comisiones, y reconoció que la incógnita se mantiene respecto de los votos en el recinto.
"Nosotros tenemos los números", aseguró, aunque luego aclaró que se refería al dictamen de mayoría en el plenario conjunto de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Salud, y no a la mayoría necesaria para reunir quórum en la sesión y luego aprobar el proyecto.
"No sé el tema del quorum. Es una mayoría muy especial. No es una mayoría simple sino que necesitás la mayoría de los votos", puntualizó.
Si bien evitó precisar fechas de tratamiento, adelantó que el plenario de comisiones para dictaminar se convocará un día antes de la citación a sesionar, por una cuestión de logística.
En diálogo con El Destape Radio, Yedlin explicó que eso se debe a "la ridiculez" que exige Juntos por el Cambio de realizar plenarios de comisiones presenciales, por lo que la decisión es no movilizar dos veces a diputados de todas las provincias para que vengan a Buenos Aires en el actual contexto de explosión de casos positivos de coronavirus-
"Juntos por el Cambio maneja la agenda del Congreso en cuanto a la presencialidad o no. Ellos no van a acompañar el proyecto, no van a ir a las reuniones. Ellos te obligan a que sea presencial. Nosotros tenemos que movilizar a todos los diputados desde todos los lugares del país en esta época de enorme cantidad de casos", se quejó.
El tucumano defendió el proyecto y argumentó que define "parámetros absolutamente transparentes" vinculados a la situación epidemiológica y del sistema sanitario en función de los cuales se define el grado de las restricciones.
Y manifestó que se busca establecer un marco normativo por ley "para que nadie diga que se quieren tomar restricciones pasando por encima de alguna autoridad provincial o jefe de Gobierno o que alguien quiere suspender las clases porque se está en contra de la educación", aclaró.
En ese sentido, marcó la supuesta hipocresía de Juntos por el Cambio que criticaba los decretos que tomaba el Poder Ejecutivo para hacer frente a la pandemia con restricciones, y ahora que se busca abrir el juego en el Congreso con participación opositora, también se posicionan en contra.
Con final abierto, el escenario se muestra a priori bastante complejo para el Frente de Todos, ya que hay bloques minoritarios de la oposición que adelantaron su rechazo como el Frente de Izquierda (dos votos) o Consenso Federal (tres votos), y existen otras bancadas en el interbloque Federal como Córdoba Federal (cuatro votos) que no tendrían buena predisposición a acompañar la iniciativa.
El oficialismo deberá otra vez recostarse en el apoyo del interbloque Unidad Federal para el Desarrollo de José Luis Ramón. A su vez, pescar la mayor cantidad de votos de diputados sueltos como la monobloquista Alma Sapag (Movimiento Popular Neuquino), Beatriz Ávila (Partido por la Justicia Social), Felipe Álvarez y Antonio Carambia de Acción Federal, los justicialistas Eduardo "Bali" Bucca y Andrés Zottos, y lossantafesinos progresistas Enrique Estévez y Luis Contigiani.