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El colapso del dólar y un único objetivo: inflacionar activos financieros hasta la eternidad

 Días atrás la Reserva Federal de Estados Unidos comunicó su decisión de política monetaria sonando extremadamente acomodaticia a pesar de un mercado que muestra alguna preocupación creciente respecto a un recalentamiento de la economía norteamericana que tanto estímulo monetario y fiscal podría causar. Recordemos que desde hace un largo tiempo la Fed viene distorsionando la parte corta de la curva y también la parte larga. De hecho, este proceso viene germinando desde septiembre del 2008, mes en el que Lehman Brothers anuncia su quiebra y ahí comienza una dinámica de mega-emisión monetaria sin precedentes para los

Estados Unidos y el mundo entero y el nacimiento de un proceso de hiperinflación de activos financieros que generó en el Nasdaq un retorno de 1.200% hasta la actualidad.

Con la tasa de referencia planchada en cero la Fed tiene a toda la parte corta digamos hasta la yield de 2 años literalmente congeladas e inamovibles cerca de 0%. Además, con un QE que por el momento suena como inalterable mantiene a una parte larga que durante febrero y marzo intentó descontrolarse pero que desde inicios de abril se ha tranquilizado y viene operando en niveles de razonable estabilidad. La Fed insiste con que el salto de inflación en USA es "temporario" y bajo esta óptica el FOMC sonó muy laxo intentando calmar a toda la curva. Los próximos tres datos mensuales de inflación mayorista serán claves para determinar si el mercado sale a "correr" a la Fed con el concepto de "salto temporario en inflación "o no. Normalmente, la Fed siempre tiene razón pero si esta vez se equivoca podríamos tener una fortísima corrección en todo el équity global.

Para entender la monumental distorsión monetaria en la que estamos, es necesario recordar de dónde venimos. Entre febrero y marzo del año pasado el COVID estremeció de sorpresa al mundo entero generando un cerramiento casi de la humanidad entera por tres meses. Al momento de ocurrir dicho evento casi "bíblico" los índices de acciones del mundo entero colapsaron, generando un mega efecto riqueza negativo que incrementó aún más la tendencia recesiva de un mundo que literalmente dejó de funcionar por varios meses.

En ese entorno, no había opciones más que mega emitir y así ocurre el QE4 anunciado por Jerome Powell, presidente de la Fed. El tamaño de este QE4 es aproximadamente igual a la sumatoria de los tres QEs anunciados en la crisis anterior, en cada caso totalizando aproximadamente USD 3.5 Trillions. Sin embargo, la diferencia se refiere a la velocidad con el que fueron ejecutados. QE1, 2 y 3 se ejecutaron en aproximadamente cinco largos años mientras que en la crisis COVID, QE4 literalmente se ejecutó en semanas. La lógica de todo esto era calmar el caos que reinaba por marzo y abril del 2020, eliminar la locura y a partir de ahí volver a reconstruir todo a través de varios mecanismos de política monetaria.

Primero, planchar la tasa de referencia al 0% abarata notablemente el apalancamiento en el consumo. De hecho, toda la parte corta de la curva está literalmente congelada exhibiendo la tasa de 2 años niveles de 0.15%. En estos niveles la tasa de dos años está en mínimos históricos.

Segundo, a través de QE la Fed noquea la parte larga de la curva y con eso abarata el costo de apalancamiento en el mercado de inversiones en especial el hipotecario. Recordemos que el sector de la construcción tiene un efecto multiplicador muy notable sobre la economía toda y de esa forma lograr un colapso en tasas largas le abre la puerta a un rally reactivador en el mercado de viviendas vía leverage. Hoy, la tasa de 30 años está a solo 100 basis de su mínimo histórico ocurrido en marzo 2020. No es casualidad que el XHB (ETF que replica mercado de viviendas en Estados Unidos) haya raleado como lo ha hecho desde los mínimos de marzo 2020.

Tercero, con toda esta rosca monetaria, la Fed genera una monumental burbuja de activos financieros. Desde los mínimos de la crisis anterior (marzo 2009) hasta la actualidad, el Nasdaq está 1200% arriba, el S&P 500% arriba y el Dow 450%. Con estas subas la Fed logra generar un efecto riqueza enormemente positivo que mejora expectativas y exponencia el consumo. Este es un mecanismo de transmisión al que la Fed le otorga una enorme relevancia.

La estrategia que actualmente sigue la Fed para enfrentar las secuelas de la crisis COVID son muy similares a las perseguidas por Ben Bernanke cuando le tocó navegar la crisis Lehman 2008. En ambos casos con parte corta y larga planchadas y con el reaseguro al mercado que el Put Gratis de la Fed permanece intacto, el Nasdaq raleó más de 1200% de punta a punta. En tanto y en cuanto el dólar siga siendo demandado como reserva mundial de ahorro, la Fed seguirá con estos grados de libertad en la ejecución de una política monetaria bíblicamente laxa. El dólar se está licuando, de eso no caben dudas, pero no es contra otras monedas papel sino contra équities, commodities y ahora los nuevos en esta fiesta: las cryptos. Larga vida a la Fed aunque al ritmo que viene recuperando la economía norteamericana, el nivel de tasas largas actuales parece ridículo e imposible. 

cronista